Don Ramón, psicología laboral

Publicado el ramon_chaux

SOBRE LAS METAS (Y EL CAMINO PARA LOGRARLAS)

Casi todos los seres humanos e incluso las organizaciones nos movemos con relación a metas u objetivos que nos harán felices o que nos harán sentir el “deber cumplido”.

Las personas pueden decir, o soñar a solas:

“cuando mi salario sea de… voy a empezar a…”

Las compañías pueden plantearse objetivos:

“Cuando la compañía venda más de… empezaremos a…”

Y así, cientos o miles de ejemplos similares. Se privilegia, se incentiva el LOGRO DE LA META como fin supremo y el resultado feliz y único de todas las acciones. Se nos enseña a tener EL OBJETIVO en mente y a pensarlo y soñarlo, visionarlo y acariciarlo como el bien más preciado.

Sólo que la vida, tanto en lo humano como en lo organizacional (afortunadamente) no sucede tan linealmente como se planea. Algunos objetivos nunca se alcanzan, otros se transforman. A lo mejor otros se olvidan en el camino y son reemplazados silenciosamente.

Veamos este pequeño par de gráficos para introducir lo que deseo transmitir en relación con las metas:

La vida nos enseña que no todas las metas se alcanzan. A veces nos enamoramos de la mujer que nunca nos verá más allá de amigos (les sucede también a las mujeres con los hombres). Hay ocasiones en que las metas organizacionales no se alcanzan. Incluso, algunas empresas se colocan las llamadas “metas soñadoras”, casi inalcanzables, con el único objetivo de provocar el máximo de esfuerzo. Si nos proponemos un 100% como objetivo “retador” pero llegamos a un 80% nos damos por bien servidos.

Algo sucede entre en el camino de la meta propuesta y el objetivo

Mientras se dan las acciones para conseguir el objetivo preciado transcurre algo que vale más que el propio objetivo: a ese transcurso de tiempo solemos llamarlo “vida”. Es decir, mientras se trabaja por la meta, mientras se están implementando las acciones estamos viviendo, estamos gastando el activo más valioso de un ser humano: el tiempo. Al fin y al cabo la vida se mide en tiempo, por lo tanto el tiempo es vida.

No olvidemos que las organizaciones tienen un ciclo de vida similar a todo lo existente en el universo. Pueden durar muchas generaciones, pero al final desaparecerán, como el sol, como la tierra, como un árbol milenario, o como una fugaz mariposa.

Así, el tiempo transcurrido entre el planteamiento del objetivo y la meta debe ser apreciado y valorado, casi tanto (o más) que la meta misma. En el instante en que aún no logramos el objetivo deseado, pero estamos deseando, estamos ocupados en la construcción del sueño, también debe ser elogiado como tiempo provechoso. Debemos celebrar el esfuerzo por la meta. Así no se logre. Significa que existimos como seres humanos o como organización.

Imagínese un paseo familiar a la playa en auto: 8 horas de camino. “El camino” no tiene por qué ser una tortura o todo un esfuerzo: se soportaran congestiones, habrá que hacer fila para poner combustible, hará algo de calor… pero también podemos bajarnos en el pueblo bonito y tomar fotografías. Podremos parar en aquella colina con una hermosa vista. Podremos pasar un par de horas en un agradable restaurante en el camino.

El camino, con sus esfuerzos y con sus bondades, también debe ser disfrutado.

Hay que disfrutar la lucha por el objetivo tanto como el objetivo mismo. A lo mejor así lo logremos más rápido. Puede incluso que cuando lleguemos no nos importe tanto como pensamos al comienzo, y que lo más hermoso de todo fue el esfuerzo, el camino, el trayecto transcurrido.

Tarjeta roja al mundo del “todo o nada”. En el esfuerzo, en el simple planteamiento de un sueño ya hay algo plausible y decoroso: existimos (como seres humanos y como organización).

Lo dijo John Lennon hace muchos años:

La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes.

Aprovecho para hacerles una pregunta:

¿Para qué procesos de Gestión Humana o RRHH ven provechosa estas formas de evaluación?

Ejercicio 1

Una vez terminen y vean su feedback en sus correos, serán unos expertos a la hora de hacer este

Ejercicio 2

 

 

¡Hasta pronto!

Ramon Chaux

Psicólogo Organizacional Freelance

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