Don Ramón, psicología laboral

Publicado el ramon_chaux

Diez principios y un consejo (de liderazgo)

 

lider falso

 

Diez breves mandamientos sobre el liderazgo y al final, un consejo.

  1. Escuchar antes de decidir. Un buen líder es como una esponja que aprende de su entorno. No intente (o hágalo muy pocas veces), tener la solución para todos los problemas. Un líder no es un mago que saca conejos de debajo de la manga.
  2. Son mejores las decisiones tomadas en consenso. Si la orden viene impuesta, su impacto real sobre el grupo será menor. Una idea fuerte nace desde la autogestión, desde la democracia. Esto implica en ocasiones aceptar que se debe esperar antes de proponer cambios radicales.
  3. La información es la clave. Informe a su equipo y obtenga información de ellos. Un buen sistema de información e indicadores asegura mejores decisiones. Los líderes de corazonadas o de intuiciones están sujetos a demasiados errores.
  4. No descuide el aspecto emocional. Convertirse en ocasiones en “la mamá del equipo” puede dar la confianza suficiente y lograr el clima adecuado. La gente quiere sentirse querida y protegida por su líder.
  5. Equilibre las funciones según las capacidades individuales. Habrá quienes funcionen muy bien en los aspectos técnicos y otros que lo hagan mejor en los aspectos sociales. Conozca muy bien su equipo para que cada quien pueda brillar desde sus propias habilidades.
  6. Use comunicación clara, explicita y asertiva. Que los integrantes del equipo no vean en su líder una caja negra que responde diferente según el momento o la situación. Si promete algo, cúmplalo. Trate de mencionar diplomáticamente los aspectos negativos, pero hágalo. Más aún, si son positivos, en caso tal no necesita callarse nada.
  7. Cambie el modelo de metas “retadoras”, (difíciles y distantes) por metas que sean realistas. No vamos a subir un edificio de cien pisos. Vamos a subir un piso por día. Las metas alcanzables, y ver un cumplimiento constante, motivan más que las metas que lucen inalcanzables y con poco progreso.
  8. Resuelva abiertamente los conflictos. No deje temas que merman o socaban la unidad o el clima laboral por temor a tratarlos abiertamente. Tarde o temprano estos aspectos no tratados saldrán a la superficie vestidos de conflictos. Procure no tener estos fantasmas escondidos. Un clima abierto, claro y despejado de temas ocultos hace colaboradores más felices.
  9. Si se sale de casillas o muestra rabia, grita o cualquier expresión incontrolada, está alejándose de que lo perciban como líder. En el mejor de los casos estará logrando que le tengan miedo. Eche mano del freno de emergencia y trate el tema cuando esté emocionalmente centrado para tocar el asunto con energía, pero con diplomacia y sin agredir.
  10. Céntrese en los hechos. Ni el que habla más mejor trabaja y tampoco el que es lejano es mal empleado. En todas las circunstancias, los hechos, las acciones reales son las que se juzgan. No por nada las competencias no se califican con intenciones o con personalidad, sino con hechos. Un buen término son “los hechos del trabajo”. Juzgue, oriente y tome decisiones siempre por las acciones producidas, no por emociones.

Pero el más importante de todos es la coherencia con los valores. Nada enseña más ni es más aleccionador o digno de imitación y de ejemplo que la demostración cotidiana y continua de lo que se profesa. Casi que me atrevo a decir que los mejores líderes son los que no cambian su forma de ser y no necesitan actuar diferente de cómo lo hacen en su propia casa.

Da susto cuando uno ve líderes que sienten un alivio terrible cuando abandonan la oficina. Como quien dura ocho horas con una máscara sofocante y por fin se libran de ella.

Se libra temporalmente, digo, porque la guarda debajo de su cama para lucirla al día siguiente, exacto y en punto a las ocho de la mañana.

Nada peor que eso.

 

Mas reflexiones aquí

 

Un abrazo

 

Ramón Chaux

Psicólogo Freelance

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