Tomado de El Espectador:—
El próximo 21 de junio se conocerá el monto de la condena contra los empresarios que aceptaron su participación en los delitos de estafa agravado, concierto para delinquir y manipulación fraudulenta de especie en el registro nacional de valores.
El juez 48 de conocimiento avaló el allanamiento a cargos realizado por los exdirectivos del Fondo Premium de InterBolsa S.A., Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo Botero en el marco del proceso penal que se adelanta por las actividades ilegales que llevaron al descalabro de la comisionista de bolsa en diciembre de 2012.
Tomás Jaramillo Botero y Juan Carlos Ortiz, quienes fungieron como socios de inversión Fondo Premium, aceptaron su responsabilidad en los delitos de estafa agravado, concierto para delinquir y manipulación fraudulenta de especie en el registro nacional de valores en la audiencia celebrada en febrero de 2015. (Ver A la cárcel directivos del Fondo Premium de InterBolsa)
«Consecuencia de la aceptación de cargos es que este juzgado 48 tiene que emitir una sentencia de carácter condenatorio (…) La condición de la rebaja obliga al despacho pero bajo otra figura que es los preacuerdos en la emisión de esa sentencia condenatoria el juzgado tiene que analizar y valorar primero el estado de la normatividad y segundo el estado de la jurisprudencia y muchas situaciones que son de orden personal e individual», precisó el funcionario judicial.
El juez señala que será en la audiencia del próximo 21 de junio en la que se definirá si los dos procesados tienen derecho a una rebaja del 50 por ciento por su aceptación de cargos. Sin embargo explicó que la ley permite reducir este porcentaje teniendo en cuenta la gravedad de los hechos materia de imputación.
El próximo 26 de junio la Fiscalía General presentará ante un juez de control de garantías el principio de oportunidad firmado con los dos empresarios por el delito de captación masiva y habitual de dinero. De ser avalado cesará por un año la persecución penal por este cargo.
En el documento Jaramillo y Ortiz se comprometieron a colaborar con las autoridades judiciales en las investigaciones que se adelantan por estos hechos. Igualmente sería testigos de cargo de la Fiscalía para que declaren en los juicios contra los otros directivos del Fondo Premium y la comisionista InterBolsa.
Los dos empresarios se encuentran privados de su libertad en la cárcel La Picota de Bogotá desde febrero de 2015. Por el denominado descalabro bursátil de InterBolsa ya fueron condenados a siete años de prisión el expresidente de InterBolsa, Rodrigo Jaramillo Correa y a cuatro años de prisión la exagente comercial de la comisionista, Clemencia Soto de Uribe.
El papel de Jaramillo y Ortiz
Según la Fiscalía, Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo Botero utilizaron siete sociedades para lograr la triangulación de dineros dentro del Fondo Premium. Las empresas fueron constituidas en Bahamas, Estados Unidos, Curazao, Islas Vírgenes Británicas, Panamá y Colombia, y se encontró una serie de similitudes que permitieron descubrir la estructura montada de los empresarios que fungían como representantes legales.
Según las pesquisas habrían creado tres fondos de inversión en el extranjero en los que tuvieran la última palabra sobre las decisiones de inversión. Asimismo ofrecieron un producto financiero a través de un contrato de corresponsalía con InterBolsa para promocionar el Fondo Premium y lograr que los inversionistas creyeran que sus recursos estaban en el exterior, cuando en realidad tenían una red que permitía que la plata retornara con visos de legalidad a Colombia y fuera a parar a sus bolsillos.
Los investigadores demostraron que Ortiz, Jaramillo y Maldonado lograron que sus empresas fueran las reales destinatarias del dinero de los inversionistas del Fondo Premium. Cabe recordar que Rentafolio Bursátil, propiedad de la familia Ortiz, y Valores Incorporados, que compartían oficina en el tercer piso de Interbolsa y eran manejadas por los protagonistas del escándalo, eran las sociedades en Colombia encargadas de recibir los préstamos que se hacían desde Andean Capital en Panamá e Intertourist en Islas Vírgenes Británicas, las dos empresas a las que fueron a parar los dineros del fondo.
Según la Fiscalía, “idearon e implementaron toda la estrategia que les permitió varias vías para captar dinero, que debía ir a Premium Capital Appreciation Fund, pero que terminó en otras sociedades no autorizadas donde estaban ubicadas las sociedades Valores Incorporados y Rentafolio, en las que se recibió dinero en efectivo a nombre de Valores Incorporados, entre los años 2006 y 2012. Que en el lugar de domicilio de dichas sociedades existía una caja fuerte, donde se recibía de manera directa los dineros en efectivo entregado por clientes de Interbolsa interesados en realizar operaciones en el mercado de valores del extranjero”.
La Fiscalía precisó que el mayor beneficiario de estas irregularidades fue Víctor Maldonado Rodríguez -procesado por estos hechos- quien, además de ser el socio mayoritario de Interbolsa, recibió a través de Valores Incorporados y Rentafolio Bursátil millonarios préstamos que le sirvieron como músculo financiero para sus empresas Helados Modernos, Malta y Tres Palmas. “Tomar dineros que provengan de terceros, es decir, que no son propios, y entregarlos a terceros como préstamos, mutuos, o sin razonabilidad financiera, son actividades de captación masiva y habitual de dineros del público.
Según las cifras de Valores Incorporados, 23 personas tenían deudas que llegaban a los $129.572 millones. Entre ellas estaban Víctor Maldonado y Alessandro Corridori y sus empresas, las cuales concentraban el 63% de la deuda. Estos dineros sirvieron para que entre 2009 y 2011 los otros implicados en el escándalo de Interbolsa lograran manipular la bolsa y hacer crecer el valor de la acción de Fabricato. Es más, según la Fiscalía, se jugó con los dineros de los inversionistas al punto que se entregaron préstamos a Maldonado y Corridori sin las garantías necesarias y creando un riesgo para los clientes del Fondo Premium, que terminaron perdiendo sus ahorros.