Desde el fogón

Publicado el Maritornes

Apología de la tardanza

Me gusta llegar tarde

a las primaveras

encontrarlas decantadas

―estivales―

no ser la primera en la fiesta.

Prefiero los brazos

perfectos de la promesa

o el deshilvanado abrazo de la memoria.

Demasiado resplandor

bajo el cénit de la perfección

me encandila el sentimiento,

me trastorna los pasos

y me confunde la vida.

Quiero dejarme ganar

por el tiempo,

e ir a la zaga del viento

para llegar a todo tarde

y despeinada

pero enamorada.

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