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Se aplazan las olimpiadas de Tokio 2020, ¿algo que no es nuevo en Japón?

Foto: Archivo El Espectador

Por: Andrés Felipe Hernández[1]

 El Covid 19 es un virus que se genera en la historia acontecimiento y que podría partirla en dos: ha generado un cambio de eventos que pueden desestructurar el devenir de los sucesos y el deporte no ha sido ajeno a esto, es por esto que múltiples eventos deportivos han sido afectados, cancelados o pospuestos.

A esto no han podido excluirse las máximas justas del deporte contemporáneo: las olimpiadas de Tokio 2020 han sido aplazadas hasta 2021, acuerdo al que llegaron el gobierno japonés y el Comité Olímpico Internacional (COI). Las contingencias y dificultades presentadas por este Coronavirus obstaculizan la preparación de los atletas para las justas planeadas para este año, entre la última semana de julio y la primera de agosto, en la capital japonesa, por las medidas de confinamiento tomadas por los diferentes gobiernos del mundo para la superación de la pandemia a nivel local y global.

Las olimpiadas modernas se cancelaron tres veces en la historia contemporánea durante las dos guerras mundiales: en 1916, cuando se iba a realizar en Berlín, Alemania, en 1940, cuando se iba a realizar en un principio en Tokio, Japón, y después en Helsinki, Finlandia, ese mismo año y en Londres 1944. Las dos guerras hicieron imposibles las olimpiadas VI, XII Y XIII, que paradójicamente se cuentan como si hubiesen sido efectuadas, para conservar la medida de tiempo de cada cuatro años. Es por eso que los de Tokio se recordarán como 2020 y no 2021, cuando en teoría se realicen.

Resulta interesante ver que fueron aplazadas en Japón ahora y canceladas en 1940, porque era el único país del Eje, los otros dos eran Italia y Alemania, que no había realizado grandes eventos deportivos de estas dimensiones previos a la Segunda Guerra Mundial. La Alemania Nazi ya había realizado las olimpiadas de 1936 en Berlín, que resultaron célebres, no sólo porque el afroamericano Jesse Owens ganaría cuatro medallas de oro: una derrota ideológica propinada al nazismo y al racismo, sino porque fue la primera que se trasmitió por televisión y dio apertura a un fenómeno de “gigantismo”, que no se había visto antes en esas dimensiones y que terminaría por replicarse en las olimpiadas subsiguientes y la Italia de Mussolini había realizado el segundo mundial de fútbol FIFA en 1934 del que se recuerdan las alusiones que intentó establecer ese régimen entre la Roma Imperial clásica y la Italia fascista, que iba del coliseo al estadio en un monumento a Hércules con un balón. Los dos eventos los ganarían los anfitriones, era previsible que las olimpiadas en Japón, que se las había cedido Italia, país que también estaba interesado en realizar las justas, sería un evento de indudable espectacularidad.

En todo caso, se puede ver una clara intención en todos estos casos de encender el pathos nacionalista preparatorio y necesario para la guerra. El objetivo era ese fin y es claro que Japón quería realizar las justas cuando en 1936 se aprueba que las siguientes olimpiadas se realizaran en Tokio, también es cierto que se cancelan porque venían avivando la Segunda Guerra Sino- japonesa, desde 1937 y estaban interesados en apoyar a su aliado: la Alemania nazi, cuyo objetivo central era desarrollar una guerra para vengar los resultados del Tratado de Versalles de 1919, poner a andar su feroz antisemitismo, anticomunismo y anti democracia y realizar una guerra a niveles globales para demostrar quienes componían la raza aria alemana. Es por ello que en julio de 1938 Japón presenta su renuncia para hacer los olímpicos y Finlandia, que había competido con Japón para realizarlas cuando se postularon en 1936, se apresuró a presentarse para hacerlas, solicitud que es aprobada por el COI.

No sólo Helsinki presentó en 1938 su nombre para hacer las de 1940, Nueva York, también lo hizo. Finalmente, y como se esperaba de la abrupta renuncia de Japón, la Segunda Guerra Mundial comenzaría en septiembre de 1939 y las olimpiadas no se realizarían, tampoco en Londres en 1944, el año más cruento y obscuro de la Segunda Guerra Mundial.

Una vez terminada esta guerra, Londres realizaría las olimpiadas de 1948, que se habían postergado desde 1944, en parte como premio por ser uno de los tres países (los otros dos serían la Unión Soviética y los Estados Unidos) con mayor incidencia en el fin de este horrendo acontecimiento bélico. Helsinki, que había propuesto su nombre para realizarlas en 1940, las realizaría en 1952. En este año se vuelve a aceptar a Japón y a Alemania Federal y Occidental, capitalista, la Democrática Oriental, comunista, es excluida por el comité organizador de las justas. Sin embargo, es aceptada la delegación de la Unión Soviética y comienza la guerra fría también en el deporte, los estadounidenses ganan estas justas con 40 medallas de oro, pero le siguen los soviéticos con 22.

Los que habían perdido la Segunda Guerra Mundial, querían hacer las justas como forma de reconciliación con el mundo que el deporte brinda, y es por ello que se realizan en Roma 1960, donde se encontraban de alguna manera el atletismo del mundo clásico con el del mundo moderno, de esta se recuerda, entre otros atletas, a un personaje que resultaría histórico con el correr de los años, Mohamed Alí, en ese entonces Cassius Clay, que ganaría la medalla de oro.

Como si fuese la restauración de una historia que nunca fue en los años treinta, Tokio realizaría las justas en 1964, con el compromiso de no volver a renunciar a ellas. La idea sería realizar en Asia un certamen que había tenido un carácter occidental y expandirlo a nivel global, quedaría faltando realizarlo en África, continente en el que aún no se han hecho y en América Latina se realizarían más adelante, en México 1968. Los juegos de Tokio, a diferencia de Roma, donde ganó la Unión Soviética por 9 medallas de oro, los ganaría Estados Unidos, con una distancia de 6 de oro sobre la Unión Soviética.

La guerra fría en el deporte tendría otros acontecimientos como la no asistencia de Estados Unidos a Moscú 1980, debido a la invasión de la URSS a Afganistán. Los soviéticos no irían a Los Ángeles 1984, en represalia al boicot norteamericano.  Esta “guerra” deportiva entre las superpotencias seguiría hasta Seúl 1988, y se estudiará hasta las de Barcelona 1992 que ganará la Comunidad de Estados Independientes (Equipo Unificado), antigua URSS.

Quizá una confrontación similar, aunque ya no económica sino entre dos modelos políticos diferentes, la democracia en Estados Unidos y el comunismo chino, se vio en Beijing 2008, juegos que gana China, país donde surge la actual pandemia.

Coda

En Atenas, por ser cerca del lugar donde se realizaron los juegos clásicos  de Olimpia durante más de 1000 años, se iniciaron los modernos en 1896 y se volvieron a realizar en 2004, como un nuevo homenaje a Grecia. En Londres se han realizado tres veces los Juegos Olímpicos: 1908, 1948 y 2012, en Los Ángeles en 1932 y 1984; en Paris en 1900 y 1924 y al parecer se realizarán en 2024. Es claro que Tokio quiere llegar a este sitial, con una historia única de cancelaciones y aplazamientos.

[1] Historiador

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