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Historia de una pasión: América

Foto: en Guillero Ruiz Bonilla, América, la pasión de un pueblo 90 años

Por: Rafael Jaramillo Racines[1]

  1. Era Amateur. Proceso fundacional. (1918-1947)

 En la segunda década del siglo XX Cali era una pequeña villa con pretensiones de pueblo grande. Hacia 1911 el fútbol es impulsado de la mano de unos jóvenes del barrio El Empedrado, quienes venían de estudiar en Londres y en el Canadá. Nombres como los de Alfonso Giraldo, los Lalinde y los Caicedo llegan de lejanas tierras transmitiendo a sus antiguos compañeros del Colegio Santa Librada y el San Luis los detalles del juego de la pelota. Estos amigos fundaron después, en 1912, el Cali Football Club, organización deportiva que décadas después se constituyó en el Deportivo Cali actual.

Los potreros servirían de escenario para empezar esa pasión que con el tiempo se convertiría en una sana costumbre recreativa. Posteriormente, la cancha del Gualí primero, y luego la cancha de Galilea, en Versalles, serían los escenarios que le trazarían al fútbol del Valle del Cauca su exitoso derrotero. Después aparecerían las canchas de Long Champs, Granadino, La Chanca y muchas más. De esta forma el fútbol entra a Cali.

Para la época la ciudad apenas llegaba a los 30.000 habitantes. Los signos del progreso y la modernidad apenas se asomaban con el despuntar de la segunda década. Es así como la ciudad ve por primera vez la luz eléctrica el 26 de octubre de 1910. Una ciudad aislada, sin carreteras; sin embargo, en 1912 se establece la primera línea de teléfonos, de carácter privado. Solo a partir de 1914, con la apertura del Canal de Panamá, y la llegada del ferrocarril en 1915, Cali rompe su aislamiento. Su importancia regional aumenta y su desarrollo en lo deportivo toma un nuevo auge.

Posteriormente, surgiría hacia 1916 el Valle Foot-Ball Club, integrado por estudiantes del Colegio de Santa Librada, el cual se convertiría en el “eterno rival” del Cali Football Club. Más adelante aparece el Bolívar Football Club el cual congregaría a extranjeros y a muchachos de la clase media, y al final de la década nace un primer América.

El fútbol, en estos años, se desenvolvía en medio de desafíos dominicales entre estos equipos además de enfrentamientos con “teams” que ya habían aparecido en Yanaconas, Palmira, Tuluá, Santander de Quilichao y Puerto Tejada. Existía también un fuerte equipo de fútbol de nombre “Escuadrón Carvajal FBC”, el cual contaba con el sub-teniente Alberto Gómez Arenas como “back” y a José Joaquín Jordán como arquero.

Puede decirse que el fútbol distaba mucho de ser un “deporte popular”. Los encuentros eran presenciados por familiares y compañeros de “barra” o del curso del colegio, los cuales asistían asumiendo un tono más social que deportivo.

En Cali, a partir de los años 20 el fútbol toma un nuevo auge cuando el seleccionado del Valle realiza una gran campaña en Bogotá y aparece el Bolívar F.B.C, conformado por extranjeros y muchachos de la clase media. La gente se mete de lleno con el fútbol y su popularidad crece significativamente. La llegada de algunos jóvenes europeos, como los Goetas, los alemanes Murle, Gerding, Bieler, el ecuatoriano Yagual, los españoles Molinari, Ruiz, Graelis, el brasileño Gari, Pepe Lago y el inglés Hardwich incrementan el interés y la pasión por el juego. Surgen nuevos equipos y, entre ellos, un nuevo “América FBC”, fundado en el barrio El Vallano.

Umberto Valverde ubica un primer América el 21 de diciembre de 1918, según testimonio de Pablo Manrique, quien fue su entrenador, conformado por un grupo de estudiantes del tradicional colegio de Santa Librada. Fue presidente Alfonso Cuevas y su duración fue de corta vida, ya que un año después feneció. Según Pablo Manrique en 1918 surgen tres equipos: Ayacucho, Latino y América. El primer torneo que gana el América es uno que conmemoraba el Centenario de la Batalla de Boyacá y viene a ser el primer trofeo en toda su historia, de acuerdo a la versión de Pablo Manrique.

El hilo conductor de la historia nos traslada al año 1925, cuando existía un conjunto llamado “Junior”, club que portaba los colores del Racing de Avellaneda, camisetas que importaba el almacén Anzola y Co, razón por la cual se le empezó a llamar Racing.

Posteriormente, una confluencia de jugadores forma el equipo Independiente, jugadores que abandonaron el Junior Club, entre los que destacan Arturo Salazar Biscuit y Luis Mercado Posso. Luego pasaría a llamarse Colombia. El nombre América nace, según relato de Luis Hernando Lenis, de una recomendación del capitán de la selección uruguaya, José Nasazzi, equipo que se había consagrado campeón olímpico en los Juegos del año 1924, en París. “Un buen nombre para un conjunto de fútbol es América”. La idea se plasma a comienzos de 1927, cuando se propone dicho nombre para la institución que acababa de nacer.

Sobre el nacimiento del América existen varias versiones. La primera dice que un domingo 13 de febrero de 1927 un grupo de estudiantes aficionados al fútbol se reúnen en la que, al decir de Alfonso Bonilla Aragón, fue la casa de Pepe Piedrahíta, en la calle 15, lindero entonces de los “Borreros gordos”, en el barrio El Vallano, barrio popular donde vivió Alfonso Bonilla Aragón.

Otra versión sostiene que América fue fundado en el Paseo Bolívar, una tarde de febrero de 1927, en donde unos amigos, que serían sus directivos, decidieron agruparse en un equipo que les daría la ocasión para conocerse mejor, de verse con mayor frecuencia. El grupo fundacional estaba compuesto por personas que, hacia el futuro, ocuparon cargos importantes en el gobierno, la política y en el sector privado.

Según Benjamín Urrea, ese domingo, 13 de febrero de 1927, los muchachos que se entrenaban en la Cervecería, el lugar donde hoy queda el Conservatorio, se dan cita en el Parque de Caycedo, para cumplir un compromiso futbolístico en Yanaconas. Salen a las cinco de la mañana para enfrentarse al equipo de los hermanos maristas. A las siete y media llegan y a las nueve empieza el juego que en el primer tiempo se pone dos a cero, a favor del América. Urrea, el famoso Garabato, termina diciendo que al final el juego queda en empate 3-3, para no perder la cerveza y la comida que les habían ofrecido.

La Plaza de Bolívar y la cancha de Galilea fueron puntos de encuentro y presencia en la vida del América en sus primeros años. Sus sesiones las efectuaban en la Plaza de Bolívar y las prácticas se daban en la cancha de Galilea, situada en el exclusivo barrio de Versalles. Desde un comienzo el uniforme lució los colores rojos.

América se inscribió en 1927 en el torneo de segunda categoría de la Federación Vallecaucana de Fútbol y logra su primer título el 27 de septiembre de 1927, imponiéndose al Alférez Real, antiguo Boyacá, por la mínima diferencia. Otros equipos participantes en este torneo fueron el Independiente de Palmira y el poderoso Boca Juniors de Cali, rival antagónico en los años siguientes.

A pesar de tener derecho a participar en la primera categoría, América solo compite hasta el año de 1931. Es objeto de una sanción de la entidad rectora del fútbol en el Valle del Cauca, situación que lo lleva a afrontar compromisos amistosos con rivales de categoría de la primera división, con equipos del Valle del Cauca como Cali, Buenaventura, Puerto Tejada, Hispania, Palmira, Tuluá y otros oncenos que fueron curtiendo de experiencia y nivel el equipo de los siguientes años. Desde un comienzo el América cautivó una gran afición en los sectores más humildes del pueblo caleño. Su entrega y sus victorias eran el goce y sufrimiento de esos hijos del pueblo que incrementaban el amor por una divisa que se fundió en el corazón de sus seguidores con el correr del tiempo. De ahí que sea considerado como “el equipo de los humildes”.

La década de los años 30 en el país es una década de consolidación organizativa del deporte en general. Las diferentes disciplinas deportivas luchan por tener un reconocimiento a nivel institucional, por parte del Estado colombiano.

Los intercambios deportivos interdepartamentales a nivel nacional, y, a veces, a nivel internacional, es la tendencia que se observa en estos años. También se observan presentaciones de equipos extranjeros que viajaban a las regiones a celebrar partidos amistosos y torneos cortos. El recién fundado América de Cali realizó una gira nacional que le abarcaría su programación de partidos durante varios meses, en el año 1931.

La gira del año 31 va del 14 de mayo al 12 de septiembre y toca seis lugares de la geografía nacional: Bogotá, Santa Marta, Medellín, Manizales, Barranquilla y Puerto Colombia. Se jugaron 19 partidos de los cuales ganó 8, empató 4 y perdió 7. Anotó 38 goles y recibió un total de 38 anotaciones. Fue la primera gira de un equipo colombiano a nivel nacional.

Especial mención merece su presentación en Bogotá al enfrentarse a cuatro equipos locales y un conjunto peruano que estaba de gira por el país: el Association Brondy. En el escenario más importante de la ciudad capital, la cancha de La Merced; el América inició su expedición futbolística dando a conocer sus bondades balompédicas. Villalobos, arquero, junto con Angarita, delantero nicaragüense, Tomás “el Indio” González (half izquierdo), Isidoro “Farina” Díaz (defensa), Alfonso Castro, (centro delantero) y Gonzalo “Guayaquil” Morales (delantero) fueron destacados por el público como los más importantes. Su desempeño futbolístico era seguido con avidez en la ciudad de Cali por sus seguidores, pendientes de la gesta deportiva que realizaban por el país.

Bogotá y Bartolino fueron sus primeros rivales, los cuales fueron vencidos de forma categórica, 3-1 y 3-0, respectivamente. Luego Escuelas Internacionales cayó 5-2 frente a la superioridad americana y, en su cuarta presentación, cae frente al equipo Juventud, campeón capitalino, por 1-0. Como cierre de su estancia en Bogotá se enfrenta al equipo peruano Association Brondy con el cual pierde por cinco goles a dos, ante una asistencia de 4.000 espectadores.

Su andadura deportiva continuaría por otras ciudades del país, sintiendo el cariño y aprecio de la gente, además de asumir algunos sinsabores como el del empresario ecuatoriano Ernesto Sáenz de Viteri que los estafó, dejándolos sin los fondos suficientes para afrontar los gastos de mantenimiento de la delegación americana. Este periplo deportivo culmina a mediados de septiembre siendo recibidos en la ciudad de Cali, en el hotel Alférez Real, como héroes y dignos representantes de la comarca vallecaucana. Este episodio consolida al América como gran equipo, con alcance nacional, proyectándose como una institución de gran tradición y grandeza en el panorama futbolístico colombiano.

América vuelve a la competencia regional y participa en los siguientes años con gran suceso. Para entonces el color rojo total hacía parte de su indumentaria oficial y el nombre de “Diablos Rojos” sería adoptado años después, configurando la arquitectura de su relato semántico, necesario para la construcción del mito fundacional. El escudo con el diablo y su tridente sería asumido años después.

América participa en los campeonatos departamentales del 32, 33 y 34. Fue edificando su prestigio en jornadas memorables. Grandes figuras serían el soporte de su poderío futbolístico. Un repaso histórico nos trae a la memoria nombres emblemáticos como Dimas Gómez, Célimo Torres, Gonzalo “Guayaquil” Morales, Pablo Rojas, Saulo Flórez, Faustino Castillo, Rubén “Cartago” Lizalda y Edgar Mallarino.

Los años 40 visualizan la actividad del fútbol desde el ámbito de lo profesional. Los equipos realizaban cortas temporadas a las cuales asistía una afición cautiva que permitía el sostenimiento del fútbol como espectáculo organizado desde la órbita empresarial. La existencia de una prensa especializada y de equipos organizados permitía avizorar una organización del fútbol como actividad profesional. Esto daría lugar a un período de transición que fue conocido como “profesionalismo marrón” hasta 1948 cuando se organiza el primer campeonato profesional de fútbol en Colombia y en el cual participa América.

[1] Sociólogo e investigador de los Estudios sociales del deporte

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