¿Están muriendo los dos partidos tradicionales en Colombia? De la última encuesta de Cifras y Conceptos y Polimétrica queda claro que un partido de izquierda se lleva por delante a todos los partidos de derecha en Colombia.
¿Están muriendo los dos partidos tradicionales en Colombia? De la última encuesta de Cifras y Conceptos y Polimétrica queda claro que un partido de izquierda se lleva por delante a todos los partidos de derecha en Colombia.

Esta es una de las fichas de la última encuesta (noviembre de 2025) de las firmas Cifras y Conceptos y Polimétrica.
Al cabo de tres años largos, Colombia no se convirtió en otra Venezuela, como auguraban la oposición y las lenguas viperinas, y para desdicha de los agoreros, Gustavo Petro es hoy santo de devoción para el 44% de los colombianos. Es el porcentaje de su imagen favorable, según la última encuesta de la firma Cifras y Conceptos, un dato significativo que le otorga a la izquierda la posibilidad de renovar su contrato de arrendamiento con la Casa de Nariño por otros cuatro años. Ni más ni menos.
Los partidos políticos de derecha deberían estar preocupados con dichos resultados, y no precisamente por los números de Petro, sino por sus propios números.
Según la misma encuesta (que puede descargarse aquí) el 21% de los colombianos dijo tener afinidad política con el Pacto Histórico, que es líder por encima del Centro Democrático (12%); Partido Liberal (6%) y Partido Conservador (3%). ¿Por qué nadie ha dicho que el bipartidismo ni siquiera llega al 10%? ¿Están en crisis los dos partidos tradicionales? Por lo menos debemos decir que estos resultados deberían tener preocupados a los señores César Gaviria y Efraín Cepeda, dueños de los trapos rojo y azul, respectivamente.
Haciendo sumas, los partidos de derecha no llegan ni al 30%, versus el 45% de los sin partido o ciudadanos apolíticos. Observen muy bien en la ficha la gran conclusión: hoy por hoy en Colombia un partido de izquierda (Pacto Histórico) es líder, superando a cada uno de los demás partidos. Es decir, el petrismo se lleva por delante al uribismo. Lo que podría significar que, si bien Uribe no fue a la cárcel tras el juicio penal, ese pulso lo está ganando, por ahora, Iván Cepeda, el candidato de la izquierda, la persona que puso a Uribe a dar explicaciones en los estrados judiciales.

Esta es una de las fichas de la última encuesta (noviembre de 2025) de las firmas Cifras y Conceptos y Polimétrica.
Sobre la encuesta, en su columna de El Espectador, el exministro Humberto De La Calle dijo lo siguiente: “La imagen favorable del presidente dobla la cifra de quienes se consideran de izquierda y también de quienes dicen pertenecer al Pacto Histórico. Una enorme contradicción”.
No, doctor De La Calle, lo que eso quiere decir es que en Colombia la gente, por encima del color político, aprueba la gestión del presidente. Y si hay un 45% que afirma no tener filiación partidista, de ahí surgen aquellos ciudadanos que ven con buenos ojos la manera en que Petro conduce al país.
De La Calle también dice otra cosa que es perfectamente rebatible con el argumento anterior: “Sobre la capacidad del presidente Petro de endosar su favorabilidad y convertirla en votos creo que es poco probable, entre otras cosas porque como vimos hay un desajuste entre quienes dicen pertenecer al Pacto Histórico y quienes expresan favorabilidad por Petro”.
Tras analizar la encuesta, ¿Qué mensaje les están enviando los colombianos a la añeja clase política arropada por el bipartidismo? Que es hora de que se jubilen y dejen a otros ser y florecer.
Esos números también podrían anticipar un posible castigo en las urnas en 2026 para unos partidos que, testarudos, se oponen a las reformas sociales que necesita el país.
Los partidos en Colombia son partidos burócratas antes que partidos políticos. Llevan años defendiendo los privilegios de clase sin atender los reclamos de un país mayoritariamente pobre. Los resultados de la encuesta muestran que los ciudadanos empiezan a pasarles factura por su descarada insensibilidad social. El que unos influencers estén aterrizando en la política, significa que la gente se está hartando de las élites y sus apellidos: de los mismos con las mismas.
Además, la foto de la “cumbre” Uribe-Gaviria con miras a crear una coalición de centroderecha es el reflejo de lo que llamaré la geriatrización de la política colombiana, tema del que me ocuparé en otra columna.

Mientras el mundo evoluciona, en Colombia los políticos de siempre se creen intocables e indestructibles. Nueva York acaba de dar una lección al globo: eligió para alcalde a un hombre de 34 años, Zhoran Mamdani, que prometió ponerles impuestos a los más ricos. Si los gringos están pudiendo, ¿por qué nosotros estamos condenados a seguirle la cuerda a una clase política añosa y replegada en sus privilegios? ¡Es hora de exigirles que se jubilen!
Volviendo a la encuesta, hay por lo menos doce personajes que por ahora salen mal parados, con menos del 10% de intención de voto: Paloma Valencia (9%); Aníbal Gaviria (9%); David Luna (8%); Juan Fernando Cristo (7%); Juan Carlos Pinzón (6%); Juan Daniel Oviedo (6%); María Fernanda Cabal (5%); Luis Gilberto Murillo (5%); Mauricio Cárdenas (5%); Daniel Palacio (3%); Paola Olguín (2%) y Andrés Guerra (2%). Es casi seguro que de aquí alguno saldrá con el embeleco de buscar un puesto en la Alcaldía de Bogotá.

Esta es una de las fichas de la última encuesta (noviembre de 2025) de las firmas Cifras y Conceptos y Polimétrica.
Sobre la identificación ideológica de los colombianos, la encuesta dice que el 45% se identifica con el centro, el 32% con la derecha y el 22% con la izquierda. En virtud de este resultado, es hora de preguntarles a los colombianos si saben lo que significa ser de izquierda, de derecha o de centro. Mi opinión es que en Colombia, donde tenemos una pobrísima educación política, hemos reducido la respuesta a una cuestión simplista: en el centro están los que no quieren ni a Uribe ni a Petro, sin que sepamos a ciencia cierta de qué va el tal centrismo.
Sin llamarnos a engaños, en el centro siempre ha estado gente de la derecha que se acomoda en esa mitad por un tiempo, como quien usa el paraguas mientras pasa el aguacero. Cuando la tempestad electoral empiece a decantarse, como ranas saltarán del centro a la derecha. ¿Acaso no fue eso lo que pasó en las elecciones del 2022, cuando cerraron filas en favor del candidato Rodolfo Hernández?
Pida a los precandidatos una explicación sobre lo que significa, ideológicamente, pertenecer al centro, a ver con qué perla le van a salir. Ahí quedan la tarea y la encuesta para seguir haciendo conjeturas.
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