CEBOLLITA DE MI GUISO

Publicado el Mari Sarmiento

Ni musa sin jarra, ni enamorado sin guitarra

Esta tortica esperaba, esperaba, esperaba…

Tanto tiempo en mi repertorio aguardando el momento oportuno. En mi cabeza el momento oportuno era la próxima fecha de Amor y Amistad. No lo olvidé, estaba pendiente de septiembre para tener una excusa y preparar la torta de fresas con crema. Pero septiembre me agarró sin casa de nuevo. Sin mis moldes, mis espátulas, mis peroles. Aquellos utensilios que orgullosa sabía me iban a ayudar en la empresa de ensamblar el manjar. Este es el quinto trasteo en el último año.

Creo que el lío es que soy una persona muy perfeccionista y eso puede ser una gran carga. Podría compararme con un parásito o un virus en cuanto que sólo si le das el ambiente propicio éste se reproducirá. Para mí reproducir-me es cocinar. Sin embargo, sentí que necesitaba cortar con esa rigidez y des-apretar-un-poco-el-trasero pues lo que ando persiguiendo en la vida es la felicidad. Sonaba oportuno aplicar el dicho que mi esposo ama: entre más feo más paseo. Decidida compré unos moldes desechables y me armé de todo utensilio que pudiera ser útil en mi hogar de acogida. No me puedo quejar, mi madre putativa tiene un horno fenomenal.

Mi corazón brincaba de emoción mientras ponía cada fresa en su lugar muchachos. Era una sensación similar al encuentro del primer amor o el primer beso. Igual que con el primer amor, para construir esta torta hay que tener cuidado y delicadeza. Y para comérsela hay que tener mucha paciencia.

Creo además que ésta es la receta más linda que mis manos parirán jamás. No creo haber visto un plato que tenga más cara de amor. Tiene cara de pasión exuberante, de amor prohibido, de beso robado. Es como la Sofía Loren de las tortas, o mejor, la Sofía Vergara.

He decidido que en vez del Amor y la Amistad, en este post celebraré el día de la fresa sabanera. Las fresas que tenemos -todo el año- en Bogotá, son motivo de celebración. Eso sí, hay que ir a buscarlas a la plaza porque los supermercados tienen miedo de traerlas, a riesgo de que los clientes se mal acostumbren y empiecen a exigir frutas que sepan a algo.

Aquí va entonces la representación de cualquier sentimiento amoroso hecha postre ¡Manos a la fresa!

Torta de fresas con crema

(10 – 12 personas)

La receta original, adaptada de American Test Kitchen se hace en un molde de 23 x 4. Yo lo hice en uno de 20 x 6 y salió muy bien.

En Bogotá (2600 mts. de altura), por lo general, es necesario hacer ajustes en las masas de torta para que crezcan. Aquí les escribo la receta original de la masa, si alguien quisiera prepararla en Bogotá, me puede escribir un comentario dejándome su e-mail y yo gustosa le responderé.

Es súper importante dejar reposar la torta en la nevera después de armarla. Si la cortan inmediatamente se podría desbaratar, pero sobre todo, los sabores no se habrán compenetrado satisfactoriamente. Es ideal dejarla pasar la noche, pero si esto es imposible, al menos unas tres horas en el frío. Igual, si se la quieren comer de una, lo pueden hacer.


La parte ligeramente compleja es dividir la torta en tres y de esto depende la apariencia de ésta. Yo lo que hago es medir con una regla la altura y dividirla en tres, marcando con palillos los cuatro ejes por donde debe pasar el cuchillo. Luego con un cuchillo de sierra bien afilado se traza el camino entre palillo y palillo. Finalmente se corta, serruchando y dando vuelta a la torta hasta haber despegado la capa superior. Se repite la operación con la capa del medio.


INGREDIENTES

Para la torta

1 1/4 tazas de harina de trigo

1 1/2 cucharadita de polvo para hornear

1/4 cucharadita de sal

1 taza de azúcar

5 huevos ( 2 enteros y 3 separadas claras de yemas )

6 cucharadas de mantequilla, derretida y a temperatura ambiente

2 cucharadas de agua

2 cucharaditas de extracto de vainilla

La ralladura de 1 limón

Para el puré de fresas

2 lbs. de fresas maduras

4- 6 cucharadas de azúcar (dependiendo del dulzor de las fresas)

2 cucharadas de kirsch (yo usé vodka, usen el licor que prefieran)

Pizca de sal

Para la crema

225 g de queso crema

1/2 taza de azúcar

1 cucharadita de extracto de vainilla

2 tazas de crema de leche espesa

INSTRUCCIONES

Para la torta

Colocar la rejilla del horno en la posición del medio y pre-calentar a 165 ºC (325 ºF). Engrasar y enharinar un molde redondo de 23 x 4 centímetros (ver nota arriba).

Reservar 3 cucharadas de la taza de azúcar.

En un tazón grande mezclar hasta incorporar la harina, el polvo para hornear, la sal y el resto del azúcar.

Aparte mezclar la mantequilla derretida con 2 huevos enteros y 3 yemas la vainilla y las 2 cucharadas de agua.

Incorporar los ingredientes húmedos a los secos, con cuidado de no batir demasiado, sólo hasta ver algunos rastros de harina.

En un tazón aparte batir las 3 claras de huevo con ayuda de una batidora, a velocidad media-baja por 1 o 2 minutos. Con la batidora andando, agregar lentamente las 3 cucharadas de azúcar antes reservadas. Aumentar la velocidad y batir por 1 minuto más hasta que el azúcar se incorpore pero el batido no esté muy duro.

Incorporar 1/3 de las claras batidas a la masa para suavizarla, mezclando poco con un tenedor o globo. Agregar el resto de las claras batidas y mezclar de forma envolvente hasta no ver más el blanco de las claras.

Volcar la masa en el molde ya listo y poner con cuidado en el horno, hasta que al introducir un palillo éste salga limpio y los bordes se estén empezando a despegar del molde, 30 a 40 minutos. (Como mi molde era más alto y angosto, duró 1 hora)

Retirar del horno y dejar enfriar por 10 minutos. Invertir la torta en un papel antiadherente o plato engrasado. Invertir de nuevo y dejar enfriar completamente ( 2 horas o 30 min. en la nevera )

Para el relleno de fresas

Reservar las 10 fresas más bonitas para decoración.

En el molde que se va a utilizar, medir cuantas fresas caben alrededor de la circunferencia exterior, reservar.


Cortar el resto de fresas por la mitad o en cuartos, según el tamaño, y mezclar con el azúcar y dejar en la nevera marinando por 1 hora, revolviendo de vez en cuando. Colar las fresas y recolectar el jugo que han soltado ( debe haber 1/2 taza aprox. ).

En una olla pequeña, reducir a fuego medio el jugo de las fresas con las 2 cucharadas de licor, hasta tener un syrup espeso ( 3 cucharadas + o – ), reservar.

En el procesador ( o con un prensa puré ) espichar las fresas maceradas dando 5 pulsadas de 1 segundo. No debe quedar convertido en puré sino con trocitos.

Mezclar el syrup con las fresas maceradas y reservar en la nevera.


Para la crema

Batir en el tazón de la batidora, a velocidad media-alta el queso crema, el azúcar, la vainilla y la pizca de sal hasta que esté homogéneo y cremoso ( 1 – 2 minutos ). Raspar los bordes del tazón con la espátula. Bajar la velocidad a media y batir hasta que se formen picos suaves, con cuidado de no batir demasiado para no cortar la crema ( 2 – 2 1/2 minutos ).

Para armar la torta

Cortar las hojas de las fresas reservadas y cortarlas por la mitad a lo largo.

Dividir la torta en 3 capas ( ver nota arriba ). Poner la parte de abajo de la torta en el plato donde se va a presentar.


Disponer un anillo de mitades de fresa  en el borde exterior de la torta, con la parte más ancha hacia afuera y el extremo del corte mirando hacía abajo.

Volcar la mitad de las fresas picadas ( 3/4 taza + o – ) en el centro del anillo de fresas, cubriendo la superficie de torta expuesta.

Con cuidado cubrir las fresas con 1/3 de la crema batida ( 1 1/2 taza + o – ) dejando 1 centímetro desde el borde de la torta sin cubrir. Poner encima la capa de torta del medio, haciendo presión suavemente y repetir la operación con el resto de las fresas en mitades ( guardando algunas para decorar ), las fresas picadas y 1/3 de la crema batida. Con cuidado presionar la última capa de torta encima. Decorar con la crema restante y las mitades de fresa reservadas.

Guardar en la nevera por mínimo 3 horas antes de servir. Es aconsejable servir después de una noche de nevera.



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