Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

Rechazos desafortunados para la editorial

Leer este título nos trae de inmediato a la mente la historia de Harry Potter, la piedra filosofal  y su archimillonaria escritora, Joanne Rowling. En muchos lugares de Internet dice que su manuscrito fue rechazado por doce editoriales, hasta que el editor Barry Cunningham, de la editorial británica Bloomsbury, lo aceptó. A la Rowling le giraron un anticipo de 1500 euros. Nunca imaginaron que las ventas superarían los 500 millones de ejemplares.

Después de conocer toda la información, uno pensaría que los libros de la saga de Harry Potter son los libros para niños más vendidos del mundo; pero no es así, estos ocupan el tercer lugar. El primero lo ocupa: La telaraña de Carlota (Charlotte´s Web), escrito por Elwyn Brooks White. Se trata de un libro sobre la amistad entre un cerdo y una araña (la araña Charlotte escribe en su telaraña alabanzas al cerdo, llamado Wilbur. Con ello espera disuadir al granjero de sacrificarlo). El segundo lugar en ventas lo ocupa: Una arruga en el tiempo (A Wrinkle in Time), escrito por Madeleine L´Engler.

La novela, Una arruga en el tiempo, dice en Wikipedia, fue rechazada por 26 editores antes de ser publicada. Pero en un artículo reciente, en LA Times, se dice que fue rechazada 40 veces (L A Times). Si nos deslumbra la capacidad de insistencia de J. K. Rowling, la de Madeleine L´Engler rebasa toda idea que tengamos sobre empecinamiento, y casi hace pensar que se trata de la persistencia de un enfermo mental. Se pregunta uno ¿cuántos rechazos acepta una persona “normal” antes de desistir? Una de las últimas casas editoras en leer el libro prometió publicarlo si Madeleine L´Engler lo recortaba a la mitad, y ¡ella no aceptó la propuesta! Se puede medir la confianza que sentía en su novela, o se puede medir su locura, uno no sabe qué pensar. El libro cuenta la historia de Meg Murry en su lucha por encontrar a su padre desaparecido. Para ello trasciende el tiempo, el espacio y su propia mente, con la ayuda de su hermanito y tres magas viejas: las señoras Whatsit, Who y Which (basado en las preguntas qué, quién y cuál).

En el artículo en LA Times dice que a la escritora se le ocurrió la idea de escribir esta novela en un viaje que hizo al Desierto Pintado . Allí se le vino a la mente una idea que había leído del famoso Albert Einstein: de que existía la posibilidad de que el espacio y el tiempo se pudieran deformar y arrugar. Cuando Madeleine L´Engler logró la fama y le preguntaron, mientras le otorgaban un premio importante, por qué había escrito esta novela, ella contestó que simplemente tuvo que hacerlo, pues no había tenido otra opción.  Y cuando le preguntaron que cuál había sido el mejor consejo que ella había recibido en cuanto a escribir, ella dijo: ¡escribe, sólo hazlo!

No es fácil tener el olfato suficiente para predecir el éxito editorial. El escritor André Gide descartó la archifamosa obra de Marcel Proust, En busca del tiempo perdido. Dublineses, de James Joyce, fue rechazada por veintidós editores, y Agatha Christie pasó más de cuatro años enviado sus historias a las editoriales hasta que por fin le publicaron El misterioso caso de Styles. El diario de Ana Frank fue rechazado por dieciséis editoriales. La novela, El señor de las moscas, de William Golding, fue rechazada veinte veces, mientras que Lolita, de Vladimir Nabokov, fue rechazada cincuenta veces.

Después de saberlo uno empieza a pensar que a lo mejor sí vale la pena insistir.

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