Quién no ha recogido una piedra en el camino y la ha coleccionado. La Tierra está llena de piedras, pero los humanos distinguimos esas piedras que por su color o forma se distinguen del montón. El historiador de arte Denis Dutton dijo muchas veces y en distintos ensayos que las primeras obras de arte encontradas…
Quién no ha recogido una piedra en el camino y la ha coleccionado. La Tierra está llena de piedras, pero los humanos distinguimos esas piedras que por su color o forma se distinguen del montón. El historiador de arte Denis Dutton dijo muchas veces y en distintos ensayos que las primeras obras de arte encontradas fueron las hachas de piedra Achelenses de hace 1.65 millones de años que fabricó el Homo erectus. Para él: a las piedras debemos el cerebro que tenemos. Como están a la mano, de allí surgieron las primeras herramientas. Sabemos que hacer herramientas fue un motor de la evolución humana.
Las primeras piedras que utilizamos como herramientas fueron esas que cabían en la mano, y que podíamos lanzar como defensa. Así, simplemente, sin modificarlas. Lo más bonito es que no estamos solos en eso de usar piedras. Las nutrias, las usan como yunque: toman una piedra grande y plana, la colocan encima de sus barrigas y contra ellas rompen los caparazones de ciertos mariscos. Los chimpancés bonobos: usan una piedra grande como yunque y otras pequeñas con las cuales rompen nueces. El alimoche rompe huevos de avestruz con piedras que deja caer de una altura suficiente para que la fuerza del impacto las rompa. El buitre rompehuesos, se levanta en las alturas con el hueso enorme que no puede ingerir, busca rocas filudas y lanza el hueso desde las alturas; este se fractura en pedazos que luego el ave puede tragar.
Las gallinas y otras aves tragan piedras para ayudar a hacer la digestión; se las llama gastrolitos, y se localizan en la molleja del ave.
Hay muchas frases metafóricas y otras simbólicas dónde el peso recae en la piedra.
“El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.”
“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia…”
“Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan, bien puedes erigirte un monumento.”
“Tropezar dos veces con la misma piedra.”
Poner la primera piedra.
Llevar una piedra en el zapato.
Amarrarse una piedra al cuello.
Arrodillarse sobre dos piedritas.
El que menos corre, piedras lleva.
La piedra angular es la piedra que cuña, en el centro, los dos lados de un arco. Se usa como metáfora también.
En la literatura, en el Tormento de Sísifo: este es condenado a empujar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra vuelve a caer por su propio peso.
Raúl Gómez Jattin dice en uno de sus poemas: “Eres casi de sueño, eres casi de piedra en el vaivén del tiempo.” Escribí una novela que se llama Casi de piedra. La editó y publicó Sílaba editores.
La escritora española Paloma Sánchez-Garnica título una novela suya El alma de las piedras y me parece que es un nombre evocativo, ya que las piedras verdaderamente tienen alma; bueno, también los cuchillos.
No olvidemos la piedra de toque.
Ana Cristina Vélez
Estudié diseño industrial y realicé una maestría en Historia del Arte. Investigo y escribo sobre arte y diseño. El arte plástico me apasiona, algunos temas de la ciencia me cautivan. Soy aficionada a las revistas científicas y a los libros sobre sicología evolucionista.
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