Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

Las mujeres en la pornografía

Pornografía en este artículo se refiere a la muestra de imágenes explícitas, con o sin movimiento, relacionadas con sexo o actividad sexual.

Stormy Daniels
Stormy Daniels

El porno dominante en el mundo se dirige al consumo masculino; por tanto, exhibe las acciones sexuales que los hombres imponen a las mujeres o lo que ellos desean que las mujeres hagan por ellos. El mundo del Internet ha acabado con el negocio de las revistas. Las ha ido arruinando, y por eso hoy la palabra porno se refiere más a las filmaciones que a otros medios.

En un gran estudio hecho en Dinamarca —una sociedad abierta y flexible, en la que no se estigmatiza la actividad de ver pornografía— se llegó a las siguientes conclusiones:

El comportamiento de hombres y mujeres respecto a la pornografía difiere en muchos aspectos. El consumo de esta ocurre principalmente en los hogares, para ambos géneros, pero las mujeres, en un porcentaje significativamente mayor, ven más pornografía fuera de la casa. A su vez, las mujeres la ven  con mucha más frecuencia en compañía de sus parejas sexuales, mientras que los hombres prefieren estar solos, o con amigos, aunque algunas veces acompañados de sus parejas. Los hombres empiezan desde más jóvenes a ver pornografía, y lo hacen con una frecuencia mucho mayor que las mujeres, también se masturban más.

Respecto a los temas, el gusto entre hombres y mujeres varía considerablemente. A los hombres en general les gusta la pornografía fuerte, con escenas de sexo anal, sexo oral, sexo en grupo, de un hombre con muchas mujeres, y sexo lésbico. Las mujeres prefieren la pornografía suave y el sexo grupal, pero de una mujer con varios hombres. Los sicólogos evolucionistas así lo explican:

A corto plazo, las estrategias de apareamiento entre hombres y mujeres difieren sustancialmente, pues las metas que se buscan son muy distintas. Esencialmente, a las mujeres no les interesa tener apareamientos a corto plazo, pero a los hombres sí. Para la mujer, el embarazo es muy costoso en salud, en recursos energéticos y en vida futura. La mente femenina evolucionó para una situación que ya no es válida: el apareamiento conducía al embarazo; y las mujeres seguimos valorando las situaciones con los sesgos que esta situación, valida en el pasado, imponía. Así que a la mujer le sigue interesando, en general, pues siempre habrá excepciones, aparearse con parejas fuertes, sanas, capaces de proteger, capaces de invertir tiempo y recursos en ellas y en las crías. A la mujer no le interesa la cantidad sino la calidad. Para el macho la inversión es mínima: un espermatozoide. Al hombre, hablando de una manera biológica, le interesa dejar el mayor número de descendientes posibles. Las películas pornográficas hechas por hombres van de acuerdo con su estrategia biológica, satisfacen las predicciones de la sicología evolucionista.

El negocio de la pornografía produce alrededor de 15.000 millones de dólares anuales, solo en USA. La gente gasta más dinero en pornografía cada año que el que gasta sumando las entradas a cine con las entradas a todas las artes escénicas combinadas. Solamente en Los Ángeles se hacen más de 10.000 películas pornográficas al año, contra 400 películas que hace Hollywood en promedio. Eso indica el apetito humano por el tema. Pero solo unas pocas mujeres se han percatado de ello.

Aunque el mercado del cine sigue estando en manos de los hombres, ya se empiezan a ver figuras femeninas, que hoy desarrollan propuestas novedosas, incluyendo cine porno. ¿Cuántas directoras mujeres son nominadas al Oscar cada año? Muy pocas desafortunadamente, y la mayoría de los años ninguna mujer es nominada. Las directoras de cine porno aseguran que hacen películas de orientación feminista que consulta las fantasías, los deseos y el placer femeninos, que empoderan a la mujer tanto en su actuación y rol, como a las espectadoras. Hacen películas con un tinte romántico, enfocadas en las relaciones de pareja y casi siempre sin escenas “duras”, del tipo doble penetración.

Las directoras más conocidas son Erika Lust, Stormy Daniels, Jessica Drake, Angie Rowntree y Anna Frolicme. Lust es sueca, fue estrella porno, y según ella, en sus películas, las mujeres gozan verdaderamente; intervienen varios hombres y mujeres, que voluntariamente desean participar, que dan y reciben placer como iguales sexuales, y donde no hay dominación. La cámara no solo enfoca los genitales, como se acostumbra, pues ella piensa que el placer es un asunto del cuerpo entero. Además Lust va en contra de los estereotipos de las películas filmadas por hombres, en el cual los actores son “superiormente” dotados en sus rasgos sexuales: penes enormes, estómagos musculosos, senos apoteósicos, nalgas redondas, cuerpos bellos y sin vellos. En sus películas, en cambio, hay vello púbico y cuerpos sin cirugías, senos normales, glúteos pequeños, gente común y agradable. Para Jessica Drake, no todas las mujeres quieren ver porno suave, algunas quiere ver algo más fuerte. En general, estas directoras tienen blogs y páginas de consulta dónde investigan constantemente sobre lo que las mujeres quieren y esperan encontrar en ese mundillo.

Erika Lust, Stormy Daniels, Jessica Drake, Angie Rowntree y Anna Frolicme están tratando de cambiar el significado del porno. Desean que deje de estar asociado con lo sucio, lo pegajoso y lo vergonzoso, y que se asocie con la belleza, el hedonismo y el conocimiento de la sexualidad. No quieren más estereotipos, y rechazan el machismo y tratamiento degradante que se le da a la mujer en las películas porno hechas por hombres. Sus propuestas tratan más de una modelación de lo erótico, donde se presenta a la mujer bajo otra luz, en una mayor intimidad, y en relaciones de mutuo placer. Buscan que la mujer descubra su potencial sexual y sensual al ver las películas. Entre la pornografía y el erotismo hay un vacío que ellas buscan llenar.

Entre la realidad y la fantasía hay otra diferencia, y es enorme, pues muchas veces fantaseamos con situaciones que no estaríamos dispuestas a vivir, porque en la realidad no nos parecerían deseables. Recrear situaciones de muchos tipos en la imaginación es una actividad muy valiosa para la mente, es un tipo de aprendizaje. La literatura y el cine son buenos instrumentos para experimentar vicariamente otras vidas. Las películas policíacas son exitosas, no porque a gente quiera ser malhechora o policía, sino porque mueven la química del cerebro, y hay un placer al excitar el cerebro sin correr riesgos reales.

La pornografía sigue cargando su estigma, el sexo, en cambio, no; y no son lo mismo. La modestia sexual: no hacer el amor en público, es un universal de la especie humana. A lo mejor por eso las recreaciones visuales de la actividad sexual también se tienden a ocultar. Hay sociedades más libres y abiertas, como la holandesa o la danesa, la nuestra no lo es, pero también en esas hay dudas sobre las bondades de la pornografía. A lo mejor el estigma no se deba solo a la apertura mental. Quien quita que al desmitificar la sexualidad, al volverla banal y corriente, se reduzca su encanto y poder. Hacerla demasiado común podría llevarnos a la indiferencia sexual. Hay algo allí que nos susurra que es bueno mantener ciertas cosas en el misterio y no ponerlas bajo mucha luz.

Sobre erotismo para mujeres:

Angie Rowntree es directora de cine, dueña y fundadora de http://www.sssh.com/

Anna Frolicme es fundadora de FrolicMe, un lugar de películas, historias y fotografías eróticas.  https://www.frolicme.com/

Erika Lust,  famosa directora de cine es dueña de http://missjackystjames.com/

Sobre si es buena o mala la pornografía

Sobre el estudio danés: Gender Differences in Pornography Consumption among Young Heterosexual Danish Adults (PDF Download Available).

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