En una de sus tantas conferencias en YouTube, Joscha Bach habla sobre los fantasmas en la máquina, la conciencia, nuestra mente y las computadoras. Compara la inteligencia artificial con nuestros cerebros. En este blog no se traduce toda la charla, solo algunos fragmentos que se entregarán en varios blogs.
Joscha Bach empieza así:
Esta es la quinta de una serie de charlas sobre cómo pasar de la computación a la conciencia, sobre comprender nuestra posición en el universo con base en algunos conceptos que existen en la inteligencia artificial y la computación. Me interesa abordar las grandes cuestiones filosóficas: ¿qué puedo saber?, ¿qué es verdad?, ¿qué es lo verdadero?, ¿quién soy yo? Estas preguntas son asuntos de epistemología, ontología, metafísica y filosofía, son preguntas de la mente y de ética. Definiré lo que es para mí la inteligencia, la mente, el yo, la conciencia y el cómo nuestra mente y nuestra conciencia se dieron cuenta del universo.
La inteligencia es la capacidad de hacer modelos. No es lo mismo que ser inteligente, pues ser inteligente es la capacidad de alcanzar metas; no es lo mismo que ser sabio, pues ser sabio es la capacidad de elegir los objetivos correctos. La inteligencia es la capacidad de hacer modelos de las cosas.
El yo es la identificación que hago con las propiedades y los propósitos.
La conciencia es la experiencia de lo que es ser una cosa. Cómo la mente y la conciencia ocurren en el universo es lo que se llama el problema mente-cuerpo. Durante miles de años, ha sido un asunto desconcertante para los filósofos y las personas de todos los tipos e inclinaciones. ¿Cómo es posible que me encuentre en un universo y pueda experimentarlo? ¿Cómo se unen estas cosas?, ¿Qué está pasando aquí?
La respuesta tradicional a esto se llama dualismo. La concepción del dualismo en nuestra cultura es la de que existen dos mundos: un mundo físico y un mundo mental, que de alguna manera coexisten, y que mi mente experimenta. Por otro lado, mi cuerpo puede hacer cosas en el mundo físico. La dificultad que ofrece la concepción dualista es la de resolver cómo interactúan estos dos planos de existencia, porque el mundo físico se define como causal.
Todo lo que influye en las cosas del mundo físico es en sí mismo un elemento de la física. Una alternativa para resolver este problema es el idealismo. Este dice que solo hay un mundo mental, que solo existe en el sueño mientras está siendo soñado por una mente, en un plano superior de la existencia. Es muy difícil de explicar el que una mente, que existe en un plano superior, haya sido puesta aquí para hacer eso que hace.
En nuestra cultura, la teoría dominante es el materialismo. Básicamente dice que solo hay un mundo físico y nada más. El mundo físico, de alguna manera, es responsable de la creación del mundo mental. No está muy claro cómo sucede esto. Y la respuesta que yo sugiero es la del funcionalismo. Este significa que de hecho existimos solo en un sueño. Así que estas ideas de materialismo e idealismo no están en oposición, son complementarias, porque este sueño está siendo embestido por una mente que está en un plano superior de existencia. Este plano superior de existencia es el mundo físico.
Los sueños son soñados en la neo-corteza de un primate que vive en un universo físico, y el mundo que este experimenta no es el mundo físico, sino el sueño generado por su neo-corteza. Los mismos circuitos que hacen los sueños de noche, los hacen de día. Vivimos en esa realidad virtual, generando sueños en el yo, como personaje del sueño. El yo parece encargarse de las cosas, parece explicar lo que está pasando.
La charla completa aquí
Ana Cristina Vélez
Estudié diseño industrial y realicé una maestría en Historia del Arte. Investigo y escribo sobre arte y diseño. El arte plástico me apasiona, algunos temas de la ciencia me cautivan. Soy aficionada a las revistas científicas y a los libros sobre sicología evolucionista.