Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

Esos descarados que comen sobre nuestras cabezas

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En el nicho humano han estado y estarán los parásitos. Nunca en la historia de la humanidad nos habíamos rascado menos. Sin embargo, dicen los dermatólogos: la espeluznante venganza de los piojos  se avecina. A plena luz del día, y en medio de la gente, la mano en la cabeza delata al portador. Y aléjate de él, pues los piojos se han vuelto resistentes a los venenos que existen. Los piojos de hoy son más poderosos que los del pasado, y ya nadie sabe qué hacer para sacarlos de la cabeza.

La resistencia de los piojos a los venenos es una muestra de evolución en vivo. Usualmente se lava la cabeza con un champú especial, se esperan 15 minutos, se enjuaga y se peina con una peinilla de dientes apretados. La mayoría de los piojos y liendras mueren; sin embargo, unos cuantos sobreviven al veneno. Esos se siguen reproduciendo. Entre sus crías, algunos piojos han heredado la especial capacidad de resistir el veneno. Entonces ponen más huevos. El infectado se vuelve a lavar con el champú, pero cada generación viviente en la cabeza del afectado se compone de más y más ejemplares capaces de resistir el veneno, y al final, la población es inmune y está compuesta en su totalidad por superpiojos. Los tradicionales piretroides ya no los exterminan.

Un reciente estudio sobre los superpiojos, llevado a cabo por el pesticida y toxicólogo gringo John Marshall Clark y sus colegas, de la Universidad de Massachusetts, encontró que entre dos tercios y tres cuartas partes de los piojos existentes hoy son inmunes a los insecticidas.

En los países desarrollados, un niño de cada cinco tiene piojos; en el tercer mundo la proporción es más alta. Los piojos, prefieren a las niñas, sobre los niños; a los jóvenes por encima de los adultos, y se encuentran más frecuentemente entre los niños de entre cinco y trece años de edad. La higiene no es un factor que afecte la predisposición a infectarse de piojos. Aunque la rasquiña sí puede crear úlceras en la cabeza, y estas pueden terminar infectadas, si no se tiene una buena higiene.

Es bueno saber que los piojos de la cabeza, Pediculus humanus, no trasmiten enfermedades como el tifo (hay piojos del cuerpo). Los piojos de la cabeza poseen, se sospecha, un sistema inmunológico capaz de eliminar las infecciones antes de pasarlas a los humanos.

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Recomendaciones

Es recomendable evitar los contactos cabeza con cabeza; el problema es que a los niños se les olvida.

No se deben compartir peines, cepillos, suéteres con gorra, bufandas o toallas.

Si usted está en la costa de Colombia, no se ponga el casco público que imponen en los taxis motocicletas. He sabido de varias personas que se han infectado con solo probarse el casco.

Aísle los elementos de la casa que pudieran haber tenido contacto con el piojoso, sean almohadas y fundas, peluches, muñecos de tela, toallas, cachuchas y gorros, etcétera.

Lave en agua caliente todo elemento que haya hecho contacto con la cabeza del piojoso y séquelo en la secadora, en la máxima temperatura.  Lo que no pueda lavar, introdúzcalo en una bolsa plástica que pueda sellar y déjelo allí durante dos semanas.

Nuevos remedios

En los Estados Unidos han sido aprobados los siguientes nuevos remedios: Sklice, cuyo mecanismo inhibe los impulsos nerviosos del parásito. Ulesfia, cuyo contenido de alcohol  es tan alto que mata los piojos por asfixia, pero felizmente borrachos. Natroba, los mata por medio de la  sobreexcitación de las células nerviosas, a través de la activación de sus receptores nicotínicos de la acetilcolina, en un viaje sicodélico. En Europa, basan sus medicamentos en silicona y aceites sintéticos. Con estos cubren el pelo y así mismo los piojos y liendras. Con ello se les impide excretar el agua, hasta que sus órganos internos explotan. Y hay otra manera casera y barata: separar el cuerpo cabelludo en fragmentos y sacar liendras y piojos con la mano, con infinita paciencia.

Si usted lee esto y no se rasca la cabeza es que tiene otro problema. Mientras se la rasca, conteste el lector ¿cuántos ojos tiene el piojo?

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