Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

El ano, desarrollo trascendental en la evolución animal

pepino de mar

Pepino de mar

El ano convirtió el saco digestivo que era de un solo orificio —el mismo que servía para introducir los alimentos y eliminar los residuos— en un tubo abierto. El ano es una de las dos terminales de ese tubo, la otra, es la boca. La posibilidad de ingerir alimentos limpios fue la primera ventaja que trajo; simultáneamente, la de poder ingerir más alimentos cuando no se ha terminado de procesar lo ingerido. Un organismo con ano puede recolectar más energía que uno sin ano.

La evolución ha llegado a muchos tipos de ano, incluso a la tenencia no solo de uno sino de múltiples anos. Pero, ¿cómo se originó? El tema se discute porque no se puede comprobar, ya que no deja registro fósil, pues es tejido blando. Unos creen que, con el tiempo, una boca alargada se pudo haber cerrado en el centro y haber quedado con dos salidas. La objeción a este argumento es que no han encontrado animales cuyo material genético muestre que boca y ano compartan genes. Otros creen que surgió en algún momento como un avance secundario. Otros creen que evolucionó por vías distintas, en distintas épocas, y que es un descubrimiento evolutivo convergente de muchas especies, básicamente porque es muy útil. Estos últimos se apoyan en que hay organismos que tienen múltiples anos, como el gusano polyclad, como los parásitos esponjosos, el syllis ramosa y el ramisyllis multicaudata, cuyas formas semejan la raíz de un árbol, y tienen un ano al final de cada brazo o ramificación. Parecería esta una forma simple de llevar nutrientes a cada parte del organismo, y poder salir de los desechos sin tener que adaptar ni construir más tubos para el regreso.

El paso siguiente evolutivo fue la división en secciones de ese mismo tubo, en cámaras, con sus propias bacterias y microbios y capacidad de extraer distintos nutrientes, con la finalidad de que a cada alimento se le puedan sacar todos los beneficios posibles.

Otra solución que la naturaleza encontró para el mismo problema fue la cloaca. Las cloacas son terminaciones muy extrañas pues fusionan, en una sola abertura, las terminales de los tractos digestivo, urinario y reproductivo. Las cloacas son como un vestíbulo para la evacuación de heces, orina, huevos y esperma. Las aves, los reptiles y los anfibios tienen cloacas. Las cloacas son muy antiguas en la evolución, y algunos piensan que podrían representar el puente evolutivo entre los tractos reproductivo y digestivo, que culminaron en el ano. Tienen una desventaja: ponen los desechos digestivos en contacto directo con los genitales, lo cual hace más posibles y frecuentes las infecciones.

Sin ano viven algunos corales, anémona de mar, medusas y una legión de gusanos marinos cuyo tracto digestivo toma la forma de un saco suelto. Estos animales se alimentan ingiriendo la comida en forma de pegote, para luego expulsar otro pegote por el mismo agujero.

El ano ha conquistado otras funciones: como entrada de aire para respirar, como agente propulsor y como arma química, entre otros. Las tortugas y los pepinos de mar respiran por el trasero. Las libélulas jóvenes lo utilizan como agente propulsor: chupan agua por el ano, y luego la expulsan, para impulsarse hacia adelante. Las larvas de la crisopa lo utilizan como arma química: incapacitan a las presas de las termitas con su flatulencia tóxica.

El ano del pepino de mar es uno de los anos más multifuncionales de la naturaleza. No solo es un orificio de salida para los desechos digestivos, sino una boca que le permite comer trozos de algas; es un pulmón falso; es también un arma de guerra, capaz de lanzar una telaraña pegajosa y fibrosa de órganos en la que se enredan los depredadores. Los expertos dicen que el pepino de mar es solo un ano con un cuerpo a su alrededor.

Comentarios