Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

Alan Turing para dummis

En la colección para dummies, esa de libros amarillos, hay uno nuevo que se llama Cultura general para dummies. En esos términos, sobre cosas que deberíamos saber sin ninguna profundidad, existen dos objetos conceptuales legados por el matemático inglés Alan Turing: el test de Turing y la máquina de Turing.

Alan Turing fue pionero en la formulación matemática para la computación general, en palabras sencillas, un pionero de las computadoras. Este año se cumple el centenario de su nacimiento, ocurrido en Inglaterra el 23 de junio de 1912. No vivimos en un mundo en que las estrellas de la ciencia opaquen con su luz las estrellas del espectáculo o del entretenimiento, aunque les debamos en gran medida nuestro acostumbrado confort.

Busto de Alan Turing realizado con lajas de piedra.

El test de Turing pertenece al campo de la inteligencia artificial y sirve para definir si una máquina posee o no inteligencia. Se basa en la idea de que si una persona intercambia información con una máquina, sin poderla distinguir de un ser humano, la puede definir como inteligente.

Una de las aplicaciones del test de Turing la encontramos todos los días en las bandas con palabras y letras distorsionadas que los comentadores en internet debemos reescribir para opinar en una página web: CAPTCHA. Los programas de computador automáticos no pueden leer esos textos deformes, así que ejecutando un programa de Captcha se hace una selección inmediata entre usuarios humanos y computadoras.

La máquina de Turing no es una máquina real, es un modelo matemático que formaliza el concepto de algoritmo. Con esta máquina, Turing se proponía resolver el problema planteado antes por otro matemático, David Hilbert, sobre si todas las proposiciones matemáticas son decidibles. Otro concepto, este, menos general y más profundo, no apto para dummies. ¿Qué significa decidible en el campo de las matemáticas? Una teoría matemática parte de unos axiomas que se aceptan como “verdaderos” luego, utilizando las reglas de deducción lógica se obtienen proposiciones que se llaman teoremas. Turing demostró que en toda teoría, la aritmética por ejemplo, hay proposiciones que no pueden ser demostradas dentro de la teoría, o sea, son indecidibles en esa teoría.

Turing, además de haber ayudado al gobierno inglés a decodificar los mensajes encriptados de los nazis, y con ello salvar muchas vidas, contribuyó a la biología con sus estudios sobre los mecanismos subyacentes en la generación de patrones biológicos (morfogénesis). Patrones biológicos encontramos en los tejidos, en las pieles de los animales que poseen dibujos, rayas o puntos, como la de las cebras, los chitas o en los dibujos en las alas de las mariposas.

La vida de Turing fue trágica. Es muy triste saber que en aún en el siglo 20 las políticas inglesas en contra de los homosexuales hayan sido responsables de la destrucción de Turing como hombre y posteriormente de su muerte. Cuántas cosas más no hubiera hecho este hombre genial que se suicidó a los 41 años mordiendo una manzana envenenada con cianuro, como en un cuento desencantado. La manzana mordida, símbolo de Apple, es producto de esta historia. Fue diseñada para recordar a Turing, para que no olvidemos que sus creaciones matemáticas hicieron posible el invento de las computadoras y para que recordemos que el progreso es posible no solo en la ciencia sino también en el nivel moral de una sociedad.

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