Medellín es una ciudad que enamora, este es sin duda una de los factores que hacen que un joven cualquiera decida dedicarse a lo público. Cuando era pequeño pasaba mis vacaciones haciendo un recorrido por la ciudad con mis padres; conocí el metro cable, el Museo de Antioquia, el Museo el Castillo, el Edificio Inteligente, el Parque Explora, Parque Norte, Junín, el parque de Bolívar, etc. De la mano de ellos, me enamore y conocí mi ciudad.
Algo que siempre me ha parecido curioso es que mi madre no se explica por qué me apasiona tanto mi ciudad o la política, si ellos fueron quienes me enamoraron de Medellín.
Luego, con mis amigos, recorría la ciudad en cualquier tipo de plan que se nos ocurriera. Nunca le tuve miedo a mi ciudad aunque he sido víctima de algunos atracos y de la violencia que ha vivido Medellín en los últimos años.
Lo más importante que aprendí al lado de mis padres fue a no tener miedo al espacio que habito. Nunca me prohibieron ir a ningún lugar por “peligroso” o “mal habitado” y sinceramente, creo que ese es parte del problema de nuestra sociedad; quienes viven en las zonas más pudientes, le enseñan a sus hijos a tener miedo a los barrios “marginales” y quienes viven en barrios no tan buenos, les enseñan a sus hijos que otras zonas de la ciudad son solo para “ricos y engreídos”.
Gracias a que mis padres no me enseñaron el miedo a ciertas comunas, hoy camino con tranquilidad mi ciudad. Gracias a que mis padres no me enseñaron a vivir en la “burbuja” que absorbe a muchos habitantes de El Poblado, hoy vivo mi ciudad.
Cuando tenía 14 o 15 años, acompañaba a mi padre a las correrías que hacía con la empresa. Mientras él estaba en sus reuniones, yo me dedicaba a recorrer algunas cuadras de las ciudades que visitábamos. Así pude conocer y perderles el miedo a algunas ciudades del país como Barranquilla, Cali, Santa Marta, Riohacha y Popayán.
En fin, gracias a que me mostraron mi ciudad; gracias a que me enseñaron diferentes realidades de nuestra sociedad y gracias a que me dejaron caminar libremente por el espacio en el que habito, me apasioné por Medellín, me apasioné por Antioquia y me apasioné por Colombia.
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