Bajolamanga.co

Publicado el Bajolamanga

¡Mockus se rajó!

Por: MANUELA RESTREPO SYLVA (@manurs13)

Esta semana se le fueron las luces al profesor Mockus. Nos sorprendió a muchos que hemos sido sus seguidores durante años la decisión de hacer campaña abiertamente a favor de Santos. Porque no nos engañemos, el hecho de decir en todos los medios que Santos es quien está mejor preparado para la paz, por más que se diga que este apoyo es a través de una independencia radical, es hacer campaña y unirse a los intereses santistas.

Mockus, que se ha caracterizado siempre por su independencia, su ética y su manera leal y transparente de hacer política, ha cedido ante las presiones de un muy buen marketing  que ha hecho creer a la mayor parte de la población colombiana que él, Santos,  es el presidente de la paz y que sin él y su proyecto de gobierno no hay esperanza alguna de finalización del conflicto armado colombiano.

Lo que más me sorprende es que a Mockus y a un partido independiente y de centro como la ASI se les haya olvidado las decisiones guerreristas y las graves vulneraciones a los derechos humanos que se dieron cuando el hoy candidato presidente era el jefe de la cartera de la Defensa. Todos los escándalos y todo aquello que se le imputa hoy al expresidente Uribe, por lo que tantos colombianos sentimos repudio y vergüenza, sucedió bajo el mandato y autorización de Santos. Los falsos positivos, los problemas diplomáticos con Venezuela y Ecuador y verse salpicado con las chuzadas son herencias de ese que llaman el presidente de la paz.

No entiendo ahora cómo podemos olvidarnos de esos sucesos, olvidarnos del sufrimiento de las víctimas como las madres de Soacha e invitar abiertamente a votar por una campaña llena de escándalos de corrupción, de narcotráfico y de irregularidades. Porque hacerle campaña a Santos no es hacerle campaña únicamente a la paz, es apoyar y avalar todo lo que viene detrás de él y todo lo que él y su formula vicepresidencial Vargas Lleras representan en este país: el control político de la oligarquía bogotana, el menosprecio del otro en el debate público y la carencia de principios morales que les hagan ser fieles al mandato del pueblo elector, que serán además los valores que no gobernarán durante los próximos cuatro años.

Que el profesor Mockus se una a una campaña como esta desdibuja toda posibilidad de contar con opciones de centro con posiciones éticas, confiables y que además tengan la capacidad de la búsqueda de la paz.

Un candidato como Santos por más avances que haya tenido en la mesa de conversaciones no puede ser considerado como la única opción y a pesar de la precariedad de los candidatos de las presentes elecciones cualquiera de los otros que esté de acuerdo con el proceso de paz podría hacer un ejercicio igual o más productivo que el actual.

Yo soy una convencida de la necesidad que tiene Colombia de firmar ese acuerdo, pero eso no se puede convertir en la carta de excusa para aprobar un millón de políticas nefastas en temas de desarrollo social y de inclusión. Esto no significa que yo esté dispuesta a venderle mi alma al diablo votando por un presidente que ha hecho de la paz su marca de estrategia de campaña. No confío en Santos porque ya una vez traicionó a sus electores: ¿por qué esta vez no habría de traicionar a Mockus, a la ASI y tantos como ellos que están dispuestos a darle su voto para lograr este acuerdo?

El voto en Colombia es secreto y Mockus está en todo su derecho de votar por él (Santos) si considera que es la única salida negociada al conflicto, pero el hecho de decirlo públicamente se convierte inmediatamente en un acto de campaña electoral, y en la intención de movilizar a todos su votantes a favor de un presidente candidato cuestionable en la mayor parte de políticas de su programa de gobierno.

 

Esta y otras columnas podrá leerlas en www.bajolamanga.co (@bajo_lamanga)

Comentarios