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Memoria a mi vieja

“Y es que su canto irriga ríos y montañas, porque ha sido y será siempre el agua de las grandes historias y los más antiguos conocimientos, portadora de sueños y canciones, edificadora de realidad y conexiones”.

Y es que a veces se tergiversan las palabras y ellas deciden por voluntad propia tomar rumbos más atrevidos o inflarse un poco para verse mas heroicas… Y es que los trazos son en ocasiones más libres cuando la punta del lápiz no les impone una forma, más ligeros cuando pueden vestirse del color que desean y no se ven sometidos a cargar con lo polvoriento del grafito que a veces les intoxica la garganta y les calla la voz, a lidiar con lo violento de la pluma que por momentos se torna implacable y termina por herir la página que habita, por tajar la realidad en la que se encuentra y por hacer sangrar de tinta indeleble las caras de los libros.

Y es que las lágrimas no tienen cabida en una hoja de papel, y los susurros se hacen aullido si quien los toca lleva pesado su equipaje, se hacen gritos si quien los mira lo hace sin pudor. Y los silencios no pueden habitar terrenos donde el ojo, con el afán de seguir recorriendo las palabras y la ambición de llenar su cartera de vocablos, hace que el lector no tenga más que unos 3 segundos entre cada párrafo y así mismo sucede con las risas, se acartonan en cuanto las pulsa una ficha del teclado, en cuanto se disfrazan de sílabas idénticas consecutivas que poco dicen del emisor.

Y no es que no defienda la escritura sino que mi compañera ya se ve colmada de aliados y publicistas, con un derroche de abogados y catedráticos que no hacen más que defenderla a capa y espada, que no dudan en ponerla en portada de los artículos del momento. Pero es que recordemos que no existe palabra escrita sin que primero ésta haya salido de la boca, que la grafía nace de la necesidad de recopilación de términos y fonemas que habitaron primero la brisa que el papel. Porque es la oralidad la única que nos permitirá a ciencia cierta transmitir nuestras mas profundas emociones ya que probablemente será muy tarde en el momento para tomar un lápiz y papel.

“y es que su canto irriga ríos y montañas, porque ha sido y será siempre el agua de las grandes historias y los más antiguos conocimientos, portadora de sueños y canciones, edificadora de realidad y conexiones”, no podemos permitir que hoy muera mi vieja, la más antigua de las madres…

La tradición oral.

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