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Medellín emprendedora

Por: 

Que los paisas son emprendedores de eso no hay duda. En casi todas las ciudades del país hay negocios donde los paisas son protagonistas.

 

Pero Medellín ha sido particularmente emprendedora, verraca y echada pa`delante pese a toda la historia de narcotráfico, capos y bandas criminales. Y no digo verraca haciendo referencia a la famosa cultura del avispado, expuesta muy bien por el rector de la Universidad EAFIT Juan Luis Mejía en varias conferencias, aquella donde el vivo vive del bobo y siempre está buscando sacar ventaja del otro. Me refiero a lo que ha hecho la ciudad para transformarse y renacer de sus cenizas. Sin profundizar mucho en el tema, porque de esto mucho se ha escrito y no es el punto central de esta columna, fue un cambio de mentalidad desde su gente, las organizaciones sociales, hasta los políticos y empresarios. Algo que le ha hecho falta a gran parte del país y que ha ayudado a alimentar la creencia del regionalismo paisa.

Las mejores empresas antioqueñas dieron nacimiento a uno de los grupos económicos más importantes del país: el Grupo Empresarial Antioqueño o GEA, el cual agrupa alrededor de 125 empresas en 3 grupos: Sura, Argos y Nutresa. Medellín también vio nacer agremiaciones como la ANDI y Proantioquia, así como muchas otras. Para el 2014 y según cifras de la Cámara de Comercio de Medellín, la economía del departamento cerró con un crecimiento de 4,5%, superior al 4,2% estimado, donde sectores como el de servicios financieros, inmobiliarios y a las empresas, la construcción, y el comercio, restaurantes y hoteles explican el 50% del crecimiento del PIB departamental. Pese a la disminución de sus exportaciones debido, en gran parte, a la disminución de las del oro, Antioquia sigue siendo el departamento más exportador del país, con 19,8%, muy por encima de sus seguidores Cesar con 14,9% y Bogotá con 11,8%. La economía antioqueña se sigue sustentando en la demanda interna, específicamente en el consumo de las familias, donde las compras de los hogares aumentaron un 15% en 2014, la mayor tasa que se ha registrado desde hace 8 años. Los comerciantes, tanto mayoristas como minoristas, reportaron un aumento en sus ventas, creciendo en 9,5% y 11,4% respectivamente comparado con el año anterior. Para el 2015 se estima igual crecimiento para el departamento, 4,5%, muy por encima del estimado del país que está en 3,6%.

Pero la ciudad viene avanzando hace años no solo en empresas de gran escala, o en pequeñas y medianas empresas que han enfatizado la pujanza de su gente. Con el Acuerdo 55 de 2011 aprobado en el Concejo de Medellín, se estableció la Política Pública de Desarrollo Empresarial, la cual se puso como objetivo crear empleo de calidad y generación de riqueza apoyando y fomentando el emprendimiento y el empresarismo, buscando también fortalecer el tejido empresarial. Medellín ha crecido su densidad empresarial, pasando de 19,4 empresas por cada mil habitantes en 1996, a 31,1 en 2014. La ciudad está por encima de países de la región como México y Brasil, con 27,7 y 26,3 respectivamente.

En materia de ciencia, tecnología e innovación, se dio un paso importante el año pasado con la firma del Pacto por la Innovación, que busca la inversión del 1% este año y de 2% a 2018. Uno de los objetivos, convertir la ciudad en la capital latinoamericana en ciencia, innovación y tecnología en 2021. Según cifras de la Secretaría de Desarrollo Económico de Medellín, ya son 900 las empresas que destinan el 1% de sus utilidades a este tema, lo que nos acerca a convertirnos en ciudad líder en Latinoamérica.

Pero aunque las cifras son positivas, valdría hacer varios análisis. Aunque la ciudad y el departamento muestran buenas cifras de crecimiento económico, dicho crecimiento no se ve reflejado por ejemplo en materia de empleo, que como lo escribí en una pasada columna aumentó en Medellín. Ni que decir del desempleo juvenil que en el 2013 fue de 17,6% según el Informe de Calidad de Vida de Medellín Cómo Vamos. Uno de cada 2 jóvenes en el país estaba desempleado el año pasado, es decir el 50%. Una cifra aterradora para nuestra productividad y competitividad futura. Además seguimos siendo la ciudad más desigual del país.

Por otro lado, y aunque es importante, el indicador de creación de empresas o densidad empresarial no puede ser el único para decir que estamos avanzando. Según cifras que maneja CREAME, organización dedicada a la incubación y aceleración de empresas, de cada 100 empresas constituidas en Antioquia, 29 desaparecen entre el primer y tercer año, y 13 más lo hacen al séptimo año. Con una tasa de mortandad elevada, de casi el 50% en solo 7 años, es imposible consolidar y fortalecer un tejido empresarial de largo plazo. La preocupación no debe ser solo ya la creación de empresas, sino su sostenibilidad en el tiempo.

Medellín debe pensar ya en una segunda fase del emprendimiento, apostándole a modelos de negocios escalables, de alto impacto, alto valor agregado y de inclusión socioeconómica, a mejorar la financiación para emprendedores que sigue siendo insuficiente en cantidad y condiciones, y a una mejor articulación de todo el ecosistema de emprendimiento a través de empresas y organizaciones privadas y públicas como Parque del Emprendimiento, CREAME y Ruta N, la red regional de emprendimiento y los diferentes clústers.

En resumen, la segunda fase del emprendimiento debería apuntarle a 3 cosas: uno, el funcionamiento real y efectivo de la política pública, que tiene instrumentos valiosos en cuanto a programas, actores y acciones que no se están poniendo en marcha o no tienen la suficiente fuerza para enfrentar temas como el desempleo, sobretodo el juvenil, la pertinencia de la educación, la articulación eficiente de los diferentes actores y la financiación a emprendedores; dos, revisar que tanto se está aplicando en la ciudad leyes como la de primer empleo o la de formalización empresarial, tanto por parte de las empresas como por parte de entes públicos; y tres, apostar a emprendimientos donde la innovación y la sostenibilidad jueguen un papel importante.

El próximo año la ciudad será sede del Congreso Mundial de Emprendimiento, y se convertirá en el espacio ideal para seguir dando la discusión y mirar hacia donde debemos avanzar. Pero en Medellín las herramientas están dadas, los actores están listos. No es necesario inventar más cosas, mejor sería aprovechar y potencializar las ya existentes. Medellín tiene todas las condiciones para seguir avanzando en materia económica, pero debemos dar el siguiente paso.

Emprender es una actitud y Medellín la tiene toda para ser la más emprendedora.

 

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