La trágica noche del sábado 12 de octubre de 2013, la familia Cantor Molina estaba en su apartamento 213 de la torre 3 cuando sintieron un estruendo pasadas las ocho de la noche. Los 24 pisos de la torre 6 de su conjunto residencial se habían desplomado. Como los demás residentes de esta y de las otras torres, no pensaron dos veces en quedarse adentro de su apartamento. Pero a la familia Cantor Molina le faltaba un integrante, Juan Esteban. Dos noches después conocerían la noticia, su hijo y hermano se convertiría en el único residente de esta urbanización en morir y una de las 12 víctimas fatales que dejó esta tragedia.
A partir de esa noche ajustaron cuatro más que las pasaron en el carro. Las dos primeras, por supuesto, porque guardaban la esperanza de que encontraran con vida a Juan Esteban. Luego, alquilaron un apartamento por cinco meses y hoy intentan reiniciar su vida en un apartamento propio, en El Poblado.
La mamá de Juan Esteban, doña Gloria, usa hoy todos días uno de los últimos objetos que su hijo menor portó esa noche: su I-Phone 5 que los bomberos le entregaron intacto cuando rescataron su cadáver.
Bajo La Manga: ¿qué ha sido de ustedes en este año?
Gloria Cecilia Molina (G.C.M), mamá de Juan Esteban: llevarlo con paciencia porque todos los días recordamos a “Juancho” (se le quiebra la voz).
Carlos Cantor (C.C), papá de Juan Esteban: realmente, sentimos aún mucha tristeza y diario recordamos a “Juacho”. De noche y de día lo tenemos en la mente.
Ángela Cantor (A.C), hermana de Juan Esteban: ha sido un año muy complicado porque a mí me ha tocado encarar ciertas situaciones a nombre de la familia, adicional a que yo siempre decía que Juan Esteban era mi alma gemela y la partida de él me ha dado supremamente duro. La depresión ha sido una cosa muy brava, pero nos hemos tenido que sobreponer a las circunstancias para poder hacer lo que estamos haciendo y es que haya justicia. No dejarnos llevar por el lado más fácil como si nada hubiera pasado.
BLM: sólo les voy a hacer una pregunta referente a la noche del sábado 12 de octubre de 2013. ¿Por qué Juan Esteban estaba ahí, en ese momento, cuando supuestamente no había paso para entrar a esa torre? ¿Cuál es la versión oficial?
A.C: la versión oficial es la de Felipe, el amigo con el que Juan estaba. Pero se especularon muchas cosas. Juan Esteban no estaba metido en la torre 6, tampoco estaba grabando porque cuando lo encontraron, él tenía su celular apagado en el bolsillo de la pantaloneta, y así nos lo entregaron, intacto, teniendo en cuenta que el desplome de la torre se demoró seis segundos. Él estaba en medio de un juego pesado con Felipe, tirándose unas cervezas y unos paquetes, cuando de un momento a otro –entiendo- el piso se fracturó y a Felipe algo lo tiró hacia afuera y a Juan Esteban se lo chupó el piso. Él quedó a 30 centímetros de salir, de hecho su mano se asomaba en el piso de abajo. Quedó casi en el límite que separaba la torre 5 de la 6. Juan Esteban parqueó en la torre 3 porque no había más parqueaderos y Felipe parqueó muy cerca de la torre 6 y por eso Juan estaba ahí, esperando a que saliera el carro.
G.C.M: el paso estaba muy libre. No había una cinta, no había nada que dijera que no podía pasar. No. Todo el mundo podía pasar libremente. Entonces, él llegó y le dijo a Felipe “ahí le tiro las cervezas. Encárgate vos de eso” y fue en ese momento que se cayó la torre. Eso es lo que Felipe nos dijo.
BLM: pero la Fiscalía dijo que Juan Esteban buscó su propia muerte porque estaba en esa torre. ¿Qué fue lo que les sucedió con la fiscal?
A.C: nosotros tenemos todos los testigos presenciales que confirman que ahí no había ninguna señalización. De hecho hubo carros de los propietarios que se perdieron porque estaban debajo de la torre 6. Había 11 personas trabajando y gente entrando a sus apartamentos para sacar pertenencias, había personas de los medios tomando fotos, y ellos entraban y salían cuando querían. Además, bloquearon la salida de los obreros, así que ellos podían salir de ese cementerio (torre 6) solo por el ascensor. No había ningún tipo de señalización. Es más, a nosotros el Dagred nos dijo que no había señalización, el capitán de los bomberos nos dijo lo mismo.
Alguna vez la Fiscalía le dijo a los abogados que ellos estaban resarciendo a las otras 11 familias que perdieron a un ser querido en el desplome de esa torre, y que por qué nosotros no nos dejamos resarcir para seguir con la vida tranquilamente. Nosotros dijimos que no y ellos empezaron a hablar de las causas por las que podían precluir el caso y una de ellas era que ellos tenían pruebas para cerrar el caso por culpabilidad exclusiva de la víctima. A nosotros eso nos pareció muy grave y acto seguido los abogados fueron a indagar en la Subdirección Nacional de Fiscalías y espero que la fiscal haya tenido una amonestación, porque eso para nosotros fue como una presión para que desistamos que en este caso haya verdad y justicia en vez de reparación.
BLM: es decir, ¿ustedes se mantienen en el punto de que la Fiscalía dijo esto de la muerte de Juan Esteban para presionarlos?
A.C: yo no podría aseverarlo porque me parece una declaración muy complicada.
BLM: entonces, ¿por qué creen que la Fiscalía dijo eso?
A.C: la verdad, no entendemos la razón de la Fiscalía para hacer eso que hizo, pero a nosotros no nos da confianza.
C.C: a uno le da por creer que estuvieran parcializados porque no nos tenían por qué presionar de esa manera.
A.C: además, decidimos ser la única familia que se va a ir hasta el final del proceso porque para nosotros es más importante la verdad y justicia antes que el dinero. Si a las 11 familias de las otras víctimas mortales les pagaron con apartamentos que también se pueden caer, pues ya es su decisión. Pero a este no le cayeron 24 pisos encima porque sí. Eso tiene que tener un precedente y sabemos que somos la piedra en el zapato de la familia Villegas Moreno, porque independiente que ahora empiecen a sacar todo su carisma y a pedir disculpas que no tienen ningún corazón detrás, sino estrategia que sabemos que la están haciendo para no perder su reputación.
BLM: a eso voy. Esta semana 18 familias decidieron llegar a un acuerdo con CDO. ¿Por qué ustedes no?
A.C: nosotros tenemos dos procesos, el penal y el civil. En el penal estamos hablando de la pérdida de la vida de Juan Esteban y es el proceso al que nosotros no renunciamos ni vamos a negociarlo por dinero. En el civil todo el mundo está llamado a buscar la reparación por la pérdida del inmueble. Son cosas muy distintas y nosotros entendemos que hayan llegado a esos acuerdos porque ellos necesitan recuperar ya el dinero que invirtieron en el apartamento.
C.C: nosotros quedamos más dolidos y más tristes cuando nos enteramos de que CDO conocía el informe de la Universidad de Los Andes diez meses antes de que esto sucediera, pero se quedaron callados. Empezaron a hacer arreglos sin que nadie se diera cuenta.
Ángela interrumpe y dice: ¡eso fue una crónica de una muerte anunciada, pues!.
Retoma don Carlos: la verdad, fue algo que ellos tenían premeditado. Sinceramente, uno no alcanza a pensar lo crueles que fueron estas personas de CDO cuando sabían que había familias viviendo allí y que estaban en una trampa mortal. No caímos ahí porque Dios es muy grande.
BLM: estaba mirando cifras y fueron más de 3 mil personas las que se vieron afectadas por culpa de CDO…
G.C.M: sí. Es que uno les decía que había problemas en las tuberías y ellos respondían que era culpa de nosotros. En nuestro apartamento había una humedad en la cocina que se empezó a filtrar por una columna. La administración llamó a Colpatria, que era la aseguradora. Cuando ellos llegaron dijeron que la humedad no era por culpa de la lavadora, sino que había que romper el piso para mirar si era una tubería y que para romper el piso necesitaban una autorización. Entonces, yo llamé a la aseguradora de Bancolombia, que yo también tenía, y ellos miraron y dijeron que no era problema de nosotros y que había que romper el piso, y cuando rompieron se dieron cuenta que la tubería se había estallado. Yo le mandé a decir a la doctora María Cecilia Posada (directora de obra del Space) que por favor nos respondieran por esto y ella dijo que no, que ya no había garantía. Solo dijo que nos iba a enviar un trabajador como para colaborarnos a empatar ese tubo.
BLM: ¿lo que entiendo es que ustedes quieren ver en la cárcel a los dueños de CDO y a los demás responsables?
C.C: la justicia colombiana no es la mejor. Lo que queremos es que haya justicia implacable contra esta gente, porque después de haber visto el informe de Los Andes, para nosotros ellos son criminales. Lo que hicieron fue premeditado y no entendemos por qué no se ha adelantado más en este proceso contra ellos. Uno se queda muy aburrido cuando vemos, por ejemplo, que en el primer juicio contra el curador la Fiscalía pidió cárcel para él, pero un juez de segunda instancia lo absolvió. Negociar a Juan Esteban no nos interesa. Lo que queremos es que paguen con penas ejemplares, porque sinceramente la señora María Cecilia fue muy negligente.
A.C: y todos: el coordinador, la directora. Ya la Fiscalía tiene las pruebas que demuestran que lo que hicieron ellos fue con pleno conocimiento de causa y que simplemente ellos le echaron la bendición al edificio para que lo sostuviera la mano de Dios. Todos tenían pleno conocimiento de los problemas y así siguieron vendiendo los inmuebles.
BLM: y se los pregunto porque, inclusive, las familias de las otras 11 víctimas mortales decidieron llegar a un acuerdo con CDO…
A.C: es que nosotros sentimos que ellos (CDO) se aprovecharon de ciertas condiciones de inferioridad de las personas que estaban ahí. No digo inferioridad porque sean menos persona, ¡ni más faltaba!, digo inferioridad porque tienen, de pronto, menos recursos que nosotros. Y claro, los cogieron corticos, en una época de Navidad y se aprovecharon. Que nosotros llegáramos a una conciliación con ellos y permitirles que se salieran con la suya o que el caso precluyera, para nosotros era como vender a Juan Esteban. Cada día que pasa, más lo amamos. Esa es la única razón que nos sostiene con entereza.
BLM: ¿y no temen represalias contra ustedes? Porque el ingeniero que investigó los problemas estructurales del Space se tuvo que ir del país con su familia, según dijo, por amenazas que involucran este caso.
A.C: sí tenemos represalias contra nosotros, porque cuando el río suena, piedras lleva. Pero nosotros tomamos la determinación de vivir sin miedo. De salir así sea con miedo, pero salir. Por eso, no le tenemos miedo a la muerte. De todas formas, las amenazas llegan de todo tipo. Esta familia (Villegas Moreno) tiene un poder tan grande que con una llamada a tres influencias pueden acabar con la estabilidad económica o al reputación de uno. También sabemos que ha puesto muchas cuotas políticas. Es que a uno le llegan muchas especulaciones contra ellos, por ejemplo que presionaban a las personas para que vendieran ciertos lotes. Yo no puedo dar fe de eso, pero las especulaciones están ahí por algo. A lo largo de este año hemos hablado con mucha gente cercana a ellos, también con otros que les hacen oposición y uno entiende varias cosas.
BLM: ¿qué cosas entendieron?
A.C: son reserva del sumario, pero obviamente sí hemos encontrado cosas.
BLM: pero ¿cómo cuáles? ¿Corrupción, manejo indebido con los dueños de otros inmuebles, negligencia?
A.C: sí, pero no podemos en este momento exponer detalladamente cada situación hasta que sea el momento adecuado.
BLM: doña Gloria, pasando a otro tema, yo tengo un recuerdo de usted el día que EAFIT realizó una misa en memoria de Juan Esteban y es que su nieto Maximiliano, hoy de 3 años, salió del auditorio cogido de la mano de la mama, Ángela, y decía que teníamos que hacer silencio porque la abuelita estaba triste. ¿Qué le dice hoy a su nieto cuando le pregunta que por qué está triste?
En medio de lágrimas y con voz entre cortada, doña Gloria responde que “hoy en día el niño se asoma al balcón, mira hacia el cielo y dice que allá está mi tío ‘Juanchis’. Va al cementerio y dice que recemos por el tío. Un día estábamos en el carro con él y dijo que fuéramos a misa para que le rezáramos al tío ‘Juanchis’. Es muy duro oírlo decir eso”.
BLM: Ángela, ¿qué le dice usted que es la mamá?
A.C: me toca hablarle de la muerte sin ningún tratado filosófico y explicarle que las personas se mueren y, en medio del romanticismo que a uno le enseñaron desde pequeño, decirle que cuando uno se muere los ángeles se lo llevan para el cielo y que Juan es un ángel que está en el cielo. Pero para mí como mamá ha sido muy traumático, adicional porque el lleva la historia a la guardería, a la casa de sus amiguitos. Una vez me dijo, el con 2 años y medio de edad en ese momento, que yo le había dicho mentiras, que el tío no estaba en el cielo porque el vio que la torre le cayó encima y que lo tuvieron que rescatar. Me tocó decirle que luego lo enterramos y que los ángeles llegaron por él y se lo llevaron para el cielo.
G.C.M: por ejemplo, el día que llegamos por primera vez a este apartamento, en el que vivimos hoy, el niño no quería entrar porque decía que este edificio también se iba a caer. Tuvimos que hacer otras cosas para poderlo traer acá.
BLM: retomando al tema de Álvaro Villegas, días después de la implosión completa del Space, él dijo que si la hubieran repotencializado, la urbanización quedaba más segura que cualquier comuna de Medellín y que, además, hubiera vivido ahí.
A.C: a mí me hubiera encantado que ese señor, que parece que sufre hoy de demencia senil, se hubiera llevado a toda su familia a vivir ahí, en ese cementerio. Alguna vez le pregunté al abogado de ellos que si pondría a su familia a vivir ahí y en la sala de conciliación me respondió que no. Ese señor aún se cree una vaca sagrada de la ingeniería y yo en este momento siento que los años más corruptos de la ingeniera en Antioquia tienen que ver con el período en el que él fue presidente de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros (S.A.I). Me parece que él se aprovechó completamente de la norma que, con seguridad, él mismo gestó para montar ese mico de la ley en la construcción en Colombia que le permitió autorregularse y hacer lo que se le daba la gana con la construcción en el país.
C.C: es que lo que hicieron fueron puros castillos de arena. Son deficientes en material, en construcción, en cálculos…
BLM: ¿pero cómo llegaron a la conclusión de que Álvaro Villegas y sus casi 30 años como presidente de la S.A.I fueron los más corruptos?
A.C: es que, Sebastián, si nos ponemos a mirar la norma de la construcción en Colombia, el mico que le permite autorregularse coincide con la trayectoria política y empresarial de este señor. Él no puede pretender que la gente piense que promovió viviendas seguras. No puede pretender que lo que hizo no fue premeditado con ese calculista. Está dando patadas de ahogado.
BLM: porque Álvaro Villegas le dijo a Blu Radio que el calculista los dejó solos, sin embargo defendió la trayectoria de ese ingeniero.
C.C: pero uno no sabe con qué motivo él lo hizo así. De todas maneras tiene que tratar de buscar evasivas para echarle la culpa a otros. Además, está en juego toda su carrera política y la de su hijo.
BLM: ¿cómo fue el momento cuando se vieron de frente con Jorge Aristizábal Ochoa, el famoso ingeniero calculista del Space, quien dijo un día antes de la tragedia que ninguna torre se iba a caer?
A.C: yo alguna vez me lo encontré. Para mí fue muy doloroso y para él sumamente tortuoso, porque ese señor no debería andar por la ciudad como si nada. Él es un asesino. Yo no lo agredí físicamente, pero le dije en su cara que él era el asesino del Space y de mi hermano.
C.C: es que ese señor le hizo mucho daño a la ciudad…
A.C: papi, él y la corrupción que lo contrataba, porque si su carta de presentación era ser el rey de la optimización de la construcción, a riesgo de no cumplir normas de sismo resistencia, deja mucho qué pensar. Además hicieron un montón de pruebas para poder construir pero las memorias no aparecen…
BLM: ¿cómo así que las memorias no aparecen?
A.C: hay muchas memorias de cálculo estructural que ellos corrieron a esconder. Eso es muy triste. Ninguno de los cinco asesinos han tenido la entereza de ponerse la mano en el corazón y pedir perdón. Nosotros no entendemos por qué ninguno de los obreros, ni los ingenieros practicantes los denunciaron cuando vieron que eso andaba mal en el Space. Ellos también con culpables.
BLM: doña Gloria (G.C.M) y don Carlos (C.C), después de que implosionan lo que quedó del Space, yo los vi a ustedes muy tranquilos mientras que las otras familias lloraban. ¿Por qué?
G.C.M: es que nosotros sentimos la satisfacción de ver que Juan Esteban ya estaba liberado.
C.C: realmente, nos tranquilizó mucho la tumbada de eso, porque la misma Universidad de Los Andes dijo en su último informe que eso estaba mal hecho. Nos tranquilizó mucho porque sabíamos que no iban a ver más víctimas.
BLM: ¿ustedes sabía que la Alcaldía tenía un acuerdo con CDO de no derribar el resto del Space si reparaban a todas las víctimas? Eso dijo el señor Álvaro Villegas hace unos meses.
A.C: no sabíamos, pero si fue así, nos parece gravísimo porque primero deben estar los damnificados que la constructora. Que uno tenga que seguir viendo ese cementerio ahí como si nada para nosotros era como un hito a la desgracia, a la corrupción, a la negligencia. A todas las cosas que se pueden encontrar en una persona con ambición.
BLM: yo les cuento que hablé hace un año con Claudia Restrepo, la vicealcaldesa que le puso la cara a esta tragedia, y me dijo que la Alcaldía de Aníbal Gaviria no se iba a dejar de los Villegas Moreno y mucho más si estaban las víctimas de por medio. A ustedes ¿qué les parece? ¿Las víctimas de Space si han sido prioridad para la Alcaldía de Medellín?
A.C: en un primer momento nosotros tuvimos un acercamiento muy importante con la Alcaldía. También hubo un momento en el que nos sentimos abandonados por la administración, pero finalmente le doy gracias a la Alcaldía porque decidieron tumbar al piso esa mole de basura.
BLM: ¿cómo negociaron ustedes su apartamento?
A.C: nosotros llegamos a una cifra, pero no podemos hablar de ella.
BLM: ¿por qué?
A.C: porque está inmersa en un tema de confidencialidad. Lo único que les podemos decir a las víctimas que quedan es que no se dejen meter los dedos en la boca, que ellos también pueden ser la piedra en el zapato de CDO, porque esta gente tiene mucho dinero escondido. Es más, a muchas personas, incluyéndonos, nos tocó asumir garantías posventa. El Space fue un negociazo para ellos y lo libraron hace mucho tiempo. Además, no nos parece que no le paguen a la gente los enceres que se perdieron allí, que no les paguen los perjuicios morales cuando vieron la torre caer. Es que eso es vivir el fin del mundo.
BLM: para terminar. Esta es una pregunta para los tres, ¿cómo ha sido el apoyo en este tema de sus demás familiares, de los amigos, personas cercanas?
C.C: muchas solidaridad de los amigos, de la gente en general. Es que Juan Esteban era una persona muy querida por mucha gente y además en la Universidad EAFIT, los compañeros y profesores nos han acompañado mucho. Nunca los de CDO nos han ofrecido disculpas.
G.C.M: hoy en día los amigos de Juan Esteban vienen aquí mucho y están pendiente de nosotros. Eso ha sido muy gratificante: ver que lo quieren tanto.
A.C: es que no se alcanzan a imaginar lo crueles que han sido esas personas. El día del primer encuentro del abogado de ellos, él dijo que no estaban arrepentidos porque toda la culpa había sido del calculista. Por eso, todas las muestras de cariño y afecto que nos han dado han sido muy valiosas para nosotros.