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Encrucijada en el alma

Sigue el Centro Democrático en su “encrucijada del alma electoral” con la señora Liliana Rendón. No se ha encontrado el camino jurídico para tomar una decisión concreta sobre el aval, porque no se sabe si lo tiene o no. Dos grandes implicaciones para el CD en caso de sacarla de la contienda: primero, se van todos los votos del ramismo y del lilianismo; dos, una mujer como Rendón no aceptará tranquila esa decisión, mujer brava y engañada hace más daño afuera que adentro. ¿Cuántas cosas sabrá Liliana Rendón de las entrañas del uribismo que podría confesar y destapar?

Además los votos de Rendón automáticamente se van para donde Luis Pérez, amigo y aliado de la exsenadora en los últimos años, y próximo candidato de la Unidad Nacional.  Otra pregunta: ¿a quién apoyaría Liliana Rendón a la alcaldía de Medellín?

La encrucijada es mayor, pues el uribismo no tiene caminos alternos para tomar: Juan Carlos Vélez está firme para la alcaldía de Medellín (muchos lo querían candidato a gobernación); Álvaro Uribe no “puede ver ni en pintura” a Alonso Salazar (para la alianza Uribe –Fajardo); Salazar no quiere declinar y se atravesó en la alianza Uribe –Fajardo, ya se le había atravesado a Claudia Restrepo, Luis Bernando Vélez y Federico Gutiérrez (más encartado que Fajardo con Alonso Salazar, es un nuevo dicho en Medellín). Parece que Álvaro Uribe será el gran derrotado en octubre, como hace cuatro años con sus candidatos Carlos Mario Estrada y Federico Gutiérrez.

¿Qué hará la Unidad Nacional para pescar en este río revuelto del uribismo?, columnistas y asesores hablan de una candidatura única entre Gabriel Jaime Rico y Eugenio Prieto. Donde más eco ha tenido la propuesta es en la campaña de Rico, que ha buscado apoyos en Bogotá.

Lo extraño es que Rico fue por años del grupo conservador de Manuel Ramiro Velásquez (partido que no es precisamente afín a Santos) y después uribista (hace cuatro años fue precandidato de la U a la alcaldía); ¿por qué viene ahora a buscar la Unidad Nacional santista?

Ya pasando al tema práctico, si estos dos candidatos deben evaluar cuál es el candidato, las cifras favorecen en todo a Prieto. Hace ochos años fueron candidatos: Rico sacó 15.000 votos para la alcaldía; Prieto 580.000 para la gobernación. Rico sólo fue precandidato hace 4 años; Prieto fue dos veces senador con 60.000 votos. Rico ha sido concejal y gerente de Plaza Mayor; Prieto ha sido diputado, gobernador, gerente de Idea y senador. Si es por encuestas, Rico sale de cuarto o quinto en todas; Prieto de segundo o tercero.

¿Cuál de los aceptaría renunciar para apoyar al otro?, ¿bajo qué condiciones?

Adenda: todo hay que decirlo bajo el criterio de la razón, lo que están haciendo los miembros del CD a Liliana Rendón es una gran canallada (como ella misma expresó). A ella hay que reconocerle que renunció a su curul y a su partido para irse a crear el CD y a conseguir votos. ¿Por qué apenas hasta ahora les parece mala?  (Si siempre lo ha sido).

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