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Elecciones locales, de infarto

Por: Andrés López (@andresflopez)

En un año exactamente el país estará yendo a las urnas, esperemos que de manera masiva, para elegir a sus gobernantes a nivel local. Gobernadores, alcaldes, asambleas, concejos y Juntas Administradoras Locales (JAL) se escogerán ese 25 de octubre de 2015 y al finalizar el día los ciudadanos esperaran conocer quienes administrarán sus departamentos y municipios, así como quienes los representarán en las corporaciones públicas.

No hay duda de que las elecciones locales despiertan más fervor y más simpatía para la gente de a pie que unas elecciones al congreso por ejemplo. La conciencia de las personas para escoger a su alcalde o gobernador es mayor, tal vez porque sienten más cerca el impacto de las decisiones que se puedan tomar desde estos cargos. En el 2011 tuve la oportunidad de vivir unas elecciones locales mientras aspiraba a ser edil de El Poblado, la emoción y los nervios crecen al mismo tiempo a medida que se van conociendo los boletines de la registraduría, la materialización de todo el trabajo realizado se ve ese día, pero la felicidad de ganar es mucho más grande. Aquel día de octubre de 2011 no pude contener algunas lágrimas de felicidad, pero esa es otra historia.

Temas del ámbito nacional influirán en lo local como la paz. Podría darse que los candidatos una semana hablen del proceso en La Habana, y la semana siguiente estén hablando de posconflicto, pues es en las regiones donde finalmente se construye la paz y será una pregunta obligada para los candidatos si están o no preparados para esta, y cómo la abordaran en sus posibles administraciones. Todo dependerá eso sí, de si se firma o no el acuerdo.

La contienda en Antioquia y en Medellín estará como para alquilar balcón. Parece ser que los cargos de gobernador y alcalde tendrán muchos más aspirantes que antes, y ya empiezan a sonar nombres. Hasta ayer podían renunciar los funcionarios que querían ser candidatos en 2015, y como era de esperarse, algunos lo hicieron. Federico Restrepo, gerente del Proyecto Integral de Urabá de la Gobernación de Antioquia y gerente de Autopistas de la Prosperidad; la Vicealcaldesa de Medellín, Claudia Restrepo; el director del Área Metropolitana, Carlos Mario Montoya; y el otrora candidato Gabriel Jaime Rico, gerente de Plaza Mayor, renunciaron a sus cargos antes de quedar impedidos. Se sumaron a la larga lista que se verá el próximo año por diferentes partidos y movimientos políticos. Ya se habla y se trata de predecir quienes aspirarían a la Alcaldía y quienes a la Gobernación, algunos analistas y líderes de opinión han empezado a pronunciarse sobre el tema y no quiero repetir aquí lo que ya se ha dicho y se conoce, el panorama parece estar medianamente claro pero en política cualquier cosa puede pasar y hasta que no se oficialicen candidaturas lo que podemos hacer mientras es especular. Aunque seamos sinceros, parte de la emoción de unas elecciones para los que nos gusta el tema político es el juego de adivinar quienes aspiran a qué y cómo se reorganizarán los liderazgos locales.

Pero hay algo que tienen en común la mayoría de candidatos, y es el objetivo de arrebatarles a los mandatarios de turno los cargos que ocupan, y ganarse un espacio en la asamblea, el concejo y las JAL en Medellín. Supone uno que el alcalde Aníbal Gaviria será más mediático el próximo año entregando proyectos terminados o medio terminados, tratando de conservar la popularidad que aún mantiene en las encuestas a pesar de que una parte de los ciudadanos critica su gestión. Tocará ver si finalizando su periodo los resultados son más contundentes y la imagen del alcalde ayude a los liberales a conservar la alcaldía.

Habrá un grupo al que todos tratarán de vencer nuevamente, y es al movimiento Compromiso Ciudadano del gobernador Sergio Fajardo. Lleva 12 años gobernando a Medellín y Antioquia y durante sus mandatos ha demostrado como se debe transformar una sociedad poniendo como eje fundamental la educación. Demostraron que es posible ganarse la confianza de la gente en los municipios de Antioquia donde se supone funciona sólo la política tradicional de sancochos, compra de líderes y promesas vacías. Es decir que dependerá de lo unido y fuerte que esté el movimiento para poder enfrentar nuevamente toda la maquinaria de los demás partidos y sus candidatos, donde algunos de los cuales buscarán desacreditar su gestión. Dependerá de su trabajo como equipo para que el proyecto de la más educada continúe en el departamento en cabeza de Federico Restrepo y se retome en Medellín con un candidato propio. No hay espacio para descuidos ni errores.

Como suele suceder, toda la atención parece centrarse en Alcaldía y Gobernación, pero no puedo dejar de mencionar y lo siento aún más por haber sido edil, la importancia que tienen las corporaciones como los concejos y las JAL. Ojalá despertaran la misma pasión, pero por eso no dejarán de jugar un papel importante en las próximas elecciones. Aún no se escuchan nombres fuertes, falta alguien que lidere estos espacios con la misma vehemencia que para los cargos uninominales. Esperemos que haya sorpresas.

Lo cierto es que la cosa política pinta emocionante, y dependerá de los candidatos contagiar esta emoción a los ciudadanos, pues serán finalmente ellos los que escogerán en 2015 su futuro para los 4 años siguientes. Antioquia y Medellín avanzan a pasos más largos que el resto de los departamentos y ciudades del país, pero espero que el rumbo en el departamento se mantenga y se vuelva a hablar de educación en Medellín.

 

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