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El toro bravo no sufre

Respeto a quien le disgustan las corridas de toros. Está en todo su derecho. Sin embargo, me opongo a que se de una campaña de desprestigio mediático. Que se apele a imágenes descontextualizadas o a hechos no del todo ciertos.  Tergiversando el espíritu de la tradición taurina a una practica de crueldad animal es demagógico.

Encuentro algunas similitudes entre la tauromaquia y la colombófila. En primer lugar, el animal empleado en ambas tradiciones. Ni el toro de lidia ni la paloma mensajera son especies que siempre han existido en el reino animal como un resultado de procesos naturales. El toro bravo es producto de un trabajo de selección y reproducción intencional de ejemplares bostaurus por parte del hombre con el único fin de ir al ruedo. La paloma mensajera también es el resultado de la reproducción de varios tipos de palomas con alto sentido de orientación y morfotipo atlético a fin de ser entrenadas para esta práctica. De desaparecer ambas tradiciones, necesariamente desaparecerían  los animales empleados en las mismas. El toro de lidia y la paloma mensajera viven bajo las mejores condiciones posibles previo a una corrida de toros o a un viaje de las palomas. Tanto el toro bravo como la paloma son sometidos a procesos físicos que desde la ignorancia se podrían calificar como tortuosos; el toro en una lidia de aproximadamente 15 minutos y la paloma en un recorrido de 600 kilómetros diarios. No obstante, ninguno de los dos animales sufre en estos procesos ya que ambos tiene las características físicas necesarias para soportarlos. Como última cosa en común, encuentro que no hay quien quiera más a una paloma mensajera como un colombófilo o quien quiera más al toro bravo que un taurino.

Respecto a la tauromaquia, hago aquí una somera explicación de por qué el toro de lidia no sufre durante una corrida de toros. Recordemos que es una especie diseñada para este propósito. Es el resultado de cruzar los toros más bravos de toda la península ibérica desde el siglo XV. En la bravura hay un factor determinante, la adrenalina. El toro entra al ruedo exacerbado como una consecuencia de sus genes y no como se afirma desde la ignorancia, consecuencia de una tortura previa. Durante la lidia, la adrenalina del toro se encarga de bloquear el dolor de la pica, los tres pares de banderillas y la estocada final. Este proceso es idéntico al que ocurre en los humanos, Tras la detonación de una granada, los soldados deben de revisar sus cuerpos para constatar que no fueron heridos por las esquirlas, debido  a que la adrenalina del combate bloquea cualquier síntoma de dolor.

No tengo nada en contra de la colombofilia, solo hago mención a esta para comparar dos tradiciones en su esencia muy similares y preguntarme ¿Por qué los defensores de los animales no abogan por las palomas? Algunos podrían argumentar que el motivo radica en la muerte del toro al final de la faena. No obstante este argumento se derrumba puesto que de ser la muerte el problema, los antitaurinos serían todos vegetarianos. Considero que el ataque a la minoritaria afición a la tauromaquia tiene tintes políticos.  Es respetable ser detractor de la tauromaquia. Sin embargo, no creo que sea lícito formar un argumento reduciendo una tradición milenaria a una práctica tortuosa donde se infringe un dolor inexistente.

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