Bajolamanga.co

Publicado el Bajolamanga

El espacio donde todos somos iguales

Por: Andrés López (@andresflopez)

Desde hace un mes viene dándose nuevamente en Medellín la discusión sobre la peatonalización de ciertas vías de la ciudad, de recuperar espacios cada vez más para la gente y reducir los espacios para los vehículos. Pero el tema no es nuevo. Vías como Junín y Carabobo ya son un ejemplo de esto.

Proyectos como “Días de Playa” en el centro de Medellín vuelven y ponen el tema sobre la mesa. Este proyecto que se está llevando a cabo en la calle La Playa entre el Teatro Pablo Tobón Uribe y la carrera Girardot y por donde antes pasaba la quebrada Santa Elena que quedo sepultada, es una prueba piloto que se hará hasta el 24 de diciembre en una primera etapa, y que servirá para recoger información y ver cómo reacciona la gente a estas iniciativas.

Otro proyecto que se viene estudiando hace años es el de la peatonalización del Parque Lleras en El Poblado, la zona rosa de la ciudad. Varias pruebas piloto se han realizado pero parece que el proyecto aun no ha cogido la fuerza que necesita para sacarlo a flote. Este año el Concejo de Medellín ha hablado de proponer la peatonalización de otras vías de la ciudad, y la Alcaldía tiene el proyecto de hacer lo mismo con la carrera Bolívar, que ha generado malestar en algunos comerciantes del sector, especialmente porque dicen que no se les tuvo en cuenta y porque se verán afectados en sus ventas mientras la obra se realiza.

La peatonalización de vías es algo que se discute también a nivel mundial, en las grandes ciudades que tienen un alto flujo vehicular y grandes problemas de movilidad. Algunas lo han hecho mucho antes como la calle Buchanan en Glasgow (Escocia), desde 1978, y que hoy recibe aproximadamente 30 millones de visitas al año y fue declarada la calle favorita de los escoceses en el 2003 según la BBC. Y así hay más casos de vieja data y actuales en ciudades como Madrid y Barcelona en España, en Estambul (Turquía), Copenhage (Dinamarca) y Paris (Francia), entre otras.

Pero como cualquier proyecto, tienen sus consecuencias sociales, económicas, culturales. Es posible que las ventas de los comerciantes se vean afectadas en un comienzo, pero una vez listo cambiara de una manera importante la dinámica del sector, trayendo consigo más flujo de gente, propia y extranjera, que encontrarán un mejor ambiente para realizar compras. Hay una mayor apropiación del espacio público, prestándose incluso para actividades culturales. Más comerciantes van a querer estar allí porque la zona se convierte en foco de atracción de la ciudad. Además mejora la calidad de vida al disminuir la contaminación de gases y ruido. De esta manera pierde validez la creencia de que peatonalizar va en contra del desarrollo, porque hace todo lo contrario.

Pero también plantea retos, partiendo desde antes de realizar el proyecto con estudios de movilidad y análisis de gentrificación, hasta el manejo posterior del sector especialmente en el control de venteros informales y la seguridad. La peatonalización no quiere decir sacar los carros solamente y poner a caminar gente. Es una intervención conjunta de recuperación arquitectónica, mejoramiento del alumbrado público, facilitar la accesibilidad a través del sistema integrado de transporte y mejorar la seguridad.

Uno de los problemas que tiene sectores de la ciudad como El Poblado por ejemplo, donde abundan las unidades residenciales, es que es una de las comunas con mayor déficit de espacio público, por lo que la interacción de sus habitantes se da principalmente en centros comerciales, restaurantes y la zona rosa. Y es que el espacio público incentiva y facilita la participación ciudadana. Es difícil pedirles a las personas de estratos altos que participen en temas de desarrollo local cuando ni siquiera tienen los espacios necesarios para esto. Cuando se dan los espacios, como la ciclovía de los domingos por ejemplo en la avenida El Poblado, la gente los aprovecha.

Es un avance importante que este tipo de discusión se esté dando en la ciudad, y que cada vez más se hagan pruebas piloto como la de La Playa y la del Parque Lleras, para saber donde se puede peatonalizar y donde no. Es finalmente en el espacio público donde todos somos iguales, no importa el estrato social o el lugar de donde vengamos, es el lugar donde nos encontramos y podemos decir que es de todos.

 

Esta y otras columnas podrá leerlas en www.bajolamanga.co (@bajo_lamanga)

Comentarios