300 GOTAS

Publicado el Bastián Baena

Son tiempos líquidos

A diferencia de los sólidos, los líquidos no conservan una forma definida, amoldándose continuamente a la estructura que los contiene. Adoptan modelos inconstantes, como nuestra sociedad actual, predispuesta siempre al cambio. En esta modernidad líquida no valoramos tanto el espacio que ocupamos como sí el fluir mismo del tiempo. Nos entendemos como temporales y transitorios, de paso, asumiendo tareas variables de alternativas siempre distintas. Obligados al desplazamiento permanente, ocupamos puestos momentáneos con la certeza de no permanecer.

Sumergidos en este incesante movimiento, el breve goce de nuestros placeres se convierte en inmediatismo, y angustiados por las incertidumbres de lo perecedero nos lamentamos de vivir en una sociedad donde todo parece efímero e inaprensible. Negamos la estabilidad, y en este entorno líquido ya no parece natural hablar de compromisos a largo plazo.

Hace doscientos años, en la sociedad sólida, todo parecía más duradero. Nuestra manera de vivir hoy la vida se niega a repetir este modelo: las cosas ya no se fracturan porque carecen de solidez. En la era de lo inasible, nada cuesta más que mantener la palabra.

Esta realidad fluida impide anticiparnos a cualquier evento. Incapaces de controlar nuestro entorno, la planificación excede nuestra corta visión de futuro y desafía hábitos y costumbres. Ansiamos experimentar, no dejar de lado ninguna posibilidad, mantener abiertas todas las alternativas. Sentimos la impotencia y la indefensión de no saber qué será de nosotros mañana; vacilamos entre la multiplicidad de caminos y ese afán por querer transitarlos todos.

A pesar de todo esto, hay quienes aún creemos en la importancia de los propósitos imperecederos. Creemos en la constancia, la voluntad, el esfuerzo y la lucha. Creemos en relaciones, acciones y compromisos capaces de construir y perdurar en el curso del tiempo. Nosotros creemos que con cada palabra le estamos dando forma a un río.

These are liquids times

Unlike solids, liquids do not retain a definite form, and are continuously molding to the structure that contains them. They adopt inconstant models, as our society, always predisposed to change. In this liquid modernity we do not value the space we occupy as much as we value the flow of time itself. We see ourselves as temporary and transient, passing through, always assuming variable tasks and looking for alternatives. Obligated to permanent displacement, we occupy our momentary posts with the certainty that they will not stand. Immersed in this incessant movement, the brief enjoyment of our pleasures becomes immediacy and, distressed by the uncertainties of the perishable, we regret that we live in a society where everything seems ephemeral and elusive. We refuse stability, and in this liquid environment it no longer seems natural to talk about long-term commitments.

Two hundred years ago, in solid society, everything seemed more durable. Our way of living life today refuses to repeat this pattern: things don’t fracture because they lack solidity. In the era of the unattainable, nothing costs more than keeping our word.

This fluid reality prevents us from anticipating any event. Unable to control our environment, planning exceeds our short-sighted vision of the future and challenges our habits and customs. We crave experience, not leaving aside any possibility, to keep all options open. We feel the impotence and helplessness of not knowing what will happen to us tomorrow; we hesitate between the multiplicity of ways and our desire to want to take them all.

Despite all this, some people still believe in the importance of enduring purposes. We believe in perseverance, in will, in effort and struggle. We believe in relationships, actions and commitments able to build and endure in the course of time. We believe that with every word we are shaping a river.

Fuente: “Modernidad líquida”, Zygmunt Bauman / libreriapaidos.com

 

Pintura: “La persistencia de la memoria”, de Salvador Dalí

Aporta información para 300 palabras más a través de nuestra página en Facebook

Curiosidades, datos y estadísticas a través de Twitter: @300gotas

Haznos llegar tus comentarios a nuestro correo [email protected]

Comentarios