300 GOTAS

Publicado el Bastián Baena

El joven que inventó un dispositivo para limpiar los océanos

Al comienzo creyó que nadie le prestaría atención a una idea que empleaba menos recursos y más lógica, y hoy son cientos de oceanógrafos, ingenieros, juristas e investigadores los que trabajan para dar vida a sus iniciativas.

A sus 19 años el holandés Boyan Slat buceaba cerca de las costas griegas, y le preocupó encontrar que en el fondo marino había más plásticos que peces.

Millones de toneladas de plásticos derivan al garete de las aguas. En cada proyecto de recolección de basuras acuáticas se requiere la actividad de barcos como principales protagonistas. Boyan se interesó en las corrientes marinas y concluyó que no había “necesidad de ir hacia los desechos cuando ellos podrían venir hacia nosotros”.

Su idea consiste en ubicarse en cada uno de los cinco grandes giros circulares en los que se concentra la mayor parte de plásticos que sobrenadan las aguas oceánicas, y desde allí extender dos brazos de redes flotantes que creen una barrera en forma de “V”. El dispositivo atravesaría una mancha de basura actuando como una especie de embudo. El plástico se almacenaría de forma pasiva en una plataforma cilíndrica con capacidad para albergar una piscina olímpica de desechos, en espera de que un barco pase para recogerlos. Instalada en la plataforma, una cinta transportadora que opera con energía solar sería la encargada de llevar los trozos más grandes hacia una desguazadora, donde serían filtrados y almacenados para reciclaje.

Boyan se dio un plazo de cien días para recaudar dos millones de dólares que le permitan ejecutar su proyecto. En los primeros treinta días reunió la mitad. Se calcula que en los próximos diez años este dispositivo podría recolectar la mitad de los residuos plásticos que atestan el norte del Pacífico. “Y además de ser más eficaz, sería más barato”, agrega su inventor.

The young man who came up with how to clean the oceans

At first he thought no one would pay attention to an idea that employed more logic than resources, but today hundreds of oceanographers, engineers, lawyers and researchers work to give life to his initiatives.

At 19, the young Dutchman Boyan Slat was diving near Greek coasts, and was concerned to find that there was more plastic than fish on the seabed. 

Millions of tons of plastic end up in the oceans. In each project of sea garbage collection the activity of boats is required. Boyan was interested in ocean currents and concluded that there was «no need to go towards waste when waste can come to us.»

His idea involves going to each of the five large circular turns in which most of the floating plastics are concentrated, and extend two arms of floating nets to create a barrier in the form of “V”. The device would cross a patch of garbage, acting as a funnel. The plastic would be stored passively in a cylindrical platform with capacity for laying up an Olympic pool of waste, waiting for a boat to pick it up when it passes through. Installed on the platform, a conveyor belt that operates on solar energy would be responsible for carrying larger pieces to a wrecker, where they would be filtered and stored for recycling.

Boyan allowed himself one hundred days to raise two million dollars to allow him to run his project. In the first thirty days he gathered half that amount. It is estimated that in the next ten years this device could collect 50% of the plastic waste crowding the northern Pacific. «And in addition to being more efficient, it would be cheaper,» says its inventor.

Fuente: elespectador.com / indagadores.wordpress.com

 

Fotografía: inhabitat.com

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