Daniel Coronell, Julio Sánchez y el cristo de la infancia

En un reporte de W Radio, una funcionaria de la Fiscalía denunció presiones contra el excuñado de una exministra del Centro Democrático. Hay en curso en Fiscalía una investigación por presunta violencia sexual contra una menor de edad, que lo involucra.

En la información publicada y difundida con entrevistas al aire, se identificaron los nombres del padre y madre de la menor de edad involucrada. Una información que fue replicada por otros medios de comunicación, sin consideración periodística en el marco de los DDHH de las mujeres e intimidades de los niños.

Soy activista por los derechos de las mujeres y los niños  hace mas de una década además periodista en el marco del desarrollo humano y la transformación social  por consecuencia es antiético que guarde silencio frente a la falta de rigurosidad periodística de dos grandes marcas en medios de comunicación como lo son el señor Daniel Coronell y el señor Julio Sánchez Cristo.  

Cuando hablo de rigurosidad no lo hago en el sentido de la veracidad puesto que la rigurosidad no solo tiene que ver con la verdad. También tiene que ver con la empatía y el tacto para informar .Se trata de hacer uso de los protocolos informativos referente a los derechos humanos.

De Cristo no me sorprende está situación ya el país está acostumbrado a su estilo peculiar donde la chiva es más importante que las personas y su voz de poder hipnotiza   por consecuencia del habito y tradición de millones de oyentes. En el caso de Coronell  una presión en el pecho  me afecta debido a la sorpresa que me causa la falta de empatía con las presuntas victimas al hacer este reporte  es natural mi  asombro debido a que Daniel es referencia internacional del buen periodismo.

Las abuelas dictan con toda la razón: “al mejor panadero se le quema el pan en la puerta del horno” quiero pensar que eso fue lo que sucedió con Daniel.

A mi Sánchez Cristo nunca me ha parecido “buen panadero” y que ,a él se “le queme el pan” no me causa  sorpresa alguna.

Los derechos de los niños, niñas y adolescentes son importantes porque como personas merecen  y tienen su propia Convención de derechos humanos.

 Los niños no son propiedad de sus padres ni del Estado, ni son adultos en proceso de formación. La Convención sobre los Derechos del Niño establece que todos los niños y niñas tienen derecho a vivir y a alcanzar su máximo potencial en la vida. Además, los niños, niñas (o niñes) y adolescentes tienen derecho a ser consultados sobre las situaciones que les afectan y a que sus opiniones sean tenidas en cuenta. Por lo tanto, es importante proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes para garantizar que se respeten sus derechos y se les brinde la atención y el cuidado a su integridad física y emocional  que necesiten.

La libertad de prensa es importante para garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información. Sin embargo, estos derechos no deben violar los derechos de la infancia. Es crucial  encontrar un equilibrio entre estos derechos para garantizar que se respeten todos los derechos humanos

Es deber del periodismo proteger la identidad de los niños, niñas y adolescentes  presuntas víctimas de abuso sexual para evitar que sean estigmatizados o discriminados. Además, la identidad de las víctimas debe ser protegida para evitar que sean Re victimizadas o que se les cause un daño adicional.

 La identidad de las víctimas también debe ser protegida para garantizar su seguridad y privacidad.

Dos niñas adolescentes de 15 y 16 años  han sido identificadas en su entorno y colegio debido a que se develo la identidad familiar.

 Me surgen algunas preguntas: ¿A quién se va a dar responsabilidad si la presunta víctima llega a hacerse daño o cae en problemas de salud mental? ¿Se escuchó a la contra parte? Si es así ¿Cuánto tiempo de conversación periodística se sostuvo? ¿Qué tanto se aplicó el principio de verificación de la información?   Una pregunta más: ¿Cuáles son las pruebas irrefutables del caso expuesto?

 En mi opinión el manejo que se le dio a esta información constituye revictimización mediática.

En muchos países, existen leyes que prohíben la publicación de información que revele la identidad de las presuntas víctimas de abuso sexual. Estas leyes están diseñadas para proteger a los menores presuntamente  víctimas de abuso sexual para de ese modo garantizar que se respeten sus derechos.

 Es fundamental que los medios de información, periodistas en formación o, con trayectoria y toda la ciudadanía en pleno comprenda que en Colombia está prohibido exponer el nombre e identidad de los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual. La Ley 1098 de 2006 establece que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la protección de su identidad y privacidad. Además, la Ley 1146 de 2007 establece que es un delito exponer o divulgar información que permita identificar a cualquier niño, niña o adolescente que haya sido sujeto activo o pasivo de hechos punibles

Dirán algunos colegas que no se usó el nombre de las menores y yo responderé que el hecho de exponer a quienes denuncian devela la identidad de las menores.

En el “Reporte Coronell” pasó de agache lo establecido en el Artículo 47 del Código de Infancia y Adolescencia que señala claramente que los medios de comunicación “deben abstenerse de entrevistar, dar el nombre, divulgar datos que identifiquen o que puedan conducir a la identificación de niños, niñas y adolescentes que hayan sido víctimas”, vulnerando los derechos de una supuesta víctima.  Es imposible no hacerme estas últimas preguntas ¿Dónde quedaron la ética y el periodismo responsable que debemos promulgar y defender?

¿Cuándo entenderemos al fin que los menores son sujetos de especial protección? y Como este país es cristiano  en su mayoría anhelo  que el Cristo de la infancia aparezca en alguna parte para hacer el milagro de justicia  y protección para  los niños y niñas que este país día a día le han fallado.

Como siempre agradezco su generosa lectura. Es un gusto reflexionar con ustedes