Otro mundo es posible

Publicado el Enrique Patiño

Blog colombiano, nominado entre los mejores en español

Suena extraño anunciarlo cuando se trata de otro blog, enriquepatino.blogspot.com, hecho también por mí. Pero creo que la noticia tiene relevancia: ese otro espacio virtual al que le dedico mis horas fue elegido entre 8.700 blogs del mundo en el concurso de The Bobs, a cargo de la Deutsche Welle, y apenas está esta propuesta colombiana en esa categoría de elegidos finales en español, al lado de seis españoles y cuatro argentinos.
Además, una entrevista hecha por el colega Leopoldo Díaz-Granados para Colprensa cumple con la tarea de explicar qué hay detrás de esa idea. La copio tal cual. Y agradezco su apoyo.

¿Hace cuánto tiene el blog?
El blog nació hace siete meses.  Fue hijo de la necesidad de darle luz a una idea creativa en un momento en el que me sentía atrapado en la rutina. Y fue una manera de unir dos pasiones profundas y arraigadas: la fotografía y los textos. Siempre se dice en este mundo contemporáneo de la especialización que uno sólo es capaz de hacer una sola cosa. Y que debe concentrarse en ello. Pero la creatividad siempre te hace un cuestionamiento y te lleva a vivir crisis y te obliga a decidir si eliges la rutina o si, en caso de que no tengas remedio, puedes al menos abrir una claraboya para ver una luz distinta. El blog es esa claraboya, esa luz.

¿De qué se trata el blog?
enriquepatino.blogspot es un espacio donde se unen textos y fotos y donde se revalúa el concepto de los pies de foto, para que no sean una explicación de la imagen, sino un aporte a ella. Es como cuando el agua y el aceite se unen y producen dos tonalidades distintas en un mismo espacio.

¿De dónde saca las fotos que publica en el blog? ¿las toma específicamente para el blog o es una selección de fotos que previa? Y de paso ¿cuál es el criterio para seleccionarlas?
Las fotos todas son mías. Esa es la idea: que sean propias y que todo el contenido que se suba al blog sea propio, para que el matrimonio indisoluble de los textos y de las imágenes nazca de un mismo sentimiento. Algunas, ya con la existencia del blog, las tomo pensando en ese espacio. Y el criterio para elegirlas es muy diferente al que usaría para publicar una en un medio: no es la más bella, no es la más soprendente: es, por el contrario, la que mejor exprese una historia. Eso es: son fotos que cuentan historias a medias. Que silencian algo para que el texto sea capaz de complementarlo.

¿Cómo surgió la idea para crear el blog?
Nació luego de que, revisando fotos, encontrara una que la había hecho a mediados del año pasado a la modelo y actriz samaria Viña Machado, en la que ella posa frente a una ventana y mira a la distancia en una actitud conmovedora. Entonces me dí cuenta de que aunque esa imagen sola era poderosa, un pie de foto tradicional no abarcaría todo lo que ella expresaba. Y decidí contar una pequeña historia, un párrafo suelto.
Era el siguiente: «Viña Machado se asomó a la ventana y flexionó el cuerpo como si fuera una rama tierna, y en un instante construyó una mirada de espera, como la de las mujeres colombianas que se asoman por las celosías y las rejas de sus habitaciones, a la espera del hombre que quizás no regrese».
Luego no pude refrenarme. Y nacieron más y más fotos y nuevas historias, todas esperando ser contadas en minúsculo. Para una imagen fuerte debía haber un texto breve. Nunca lo concebí de otra forma.

¿Cómo se enteró del concurso?
Luego de dos meses de prácticamente solo las visitas de los amigos, decidí inscribir mi blog enriquepatino.blogspot en los espacios virtuales donde se hacen listados para que la gente encuentre la información. Fue una decisión simplemente para visibilizarlo. Me inscribí en uno de Colombia, en otro de España -que ha convertido al país ibérico en el segundo con más visitas- y en uno que me pareció extraño, de Alemania, que sin embargo estaba abierto a todo el mundo. Cuando lo hice, vi que había un anuncio para postular el blog a un concurso mundial. Simplemente había que hacer click en un enlace. Y eso hice y prácticamente lo olvidé desde entonces.

¿Esperaba ser nominado?
Cuando lo inscribí, tenía esa ilusión, como todo el mundo. Pero luego se me fue olvidando la existencia del concurso. Y seguí adelante. Hasta que me llevé la sorpresa de que estaba elegido en una de las 17 categorías, y al lado de seis españoles y cuatro argentinos. Era el único colombiano y me sorprendió.

¿Qué dicen amigos y familiares, sobre la nominación?

Dejaron de ver el blog como algo personal y ahora lo entienden más como una aproximación al arte, a la literatura y a la imagen. Yo mismo no sé definirlo: es un híbrido hijo de muchas influencias, donde el respeto por la palabra y la imagen son cruciales, y quizás eso fue lo que le gustó al jurado alemán. Siempre he sido periodista. Y todo el mundo tenía la idea de que era otra apuesta más por el periodismo, una continuación de los artículos. Ahora entienden que es una apuesta por lo diferente que une periodismo, literatura, poesía, imágenes y arte.

¿Qué significa para usted esta nominación?
La confirmación de que hay que apostarle a la creatividad. De que hay que seguir rompiendo los esquemas a partir de lo conocido. Y de que la belleza, en forma de imágenes o de palabras, produce sensaciones capaces de transformar a visitantes que llegan de países tan distantes y lejanos como Ucrania, Paquistán, Corea o Islandia a visitar a diario al blog.

¿Dónde trabajó antes?
Nací en Santa Marta y salí de allí a los 17 años por primera vez, con la cultura caribe muy arraigada, a pesar de ser hijo de una familia santandereana que me neutralizó el acento y me formó en la lectura desde pequeño. Viajé casi seis años por países como Estados Unidos, Italia y Suiza, gracias a un empuje inicial de mi papá y luego porque me quedó gustando, aunque pasé por la situación de ilegal en Europa cuando se venció mi periodo de estudio. Estudié ciencias políticas un año, hasta que entendí que lo mío era la escritura y me retiré de la Universidad de Milán, donde hice ese año académico. Viví en el Viejo Continente durante largo tiempo y eso afianzó en mí el deseo de expresarme a través de las imágenes y de los textos. Cuando ingresé a mi primer trabajo en serio, en El Tiempo, pedí prácticas en fotografía, pero finalmente se dieron como redactor. Allí terminé, después de 8 años, como editor de entretenimiento y de la revista Eskpe.  Trabajé, entre otros, en Semana y en el Ministerio de Cultura y tengo un blog de opiniones en El Espectador. Ahora soy editor de la revista Diners.

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