MANUAL PARA MUTANTES

Publicado el Pablo Correa

Memorias de una rata

La idea de “insertar” recuerdos en una persona (Christopher Nolan la usó como argumento de su película “Inception” en 2010), no le parece descabellada a Matthew Wilson, uno de los principales investigadores del Picower Institute for Learning and Memory en Cambridge (EEUU). De hecho, es lo que tiene en mente hacer con las ratas de su laboratorio.

Matthew Wilson, Picower Institute for Learning and MemoryWilson se formó como ingeniero eléctrico. Pero abandonó el camino que sigue la mayoría de sus colegas y prefirió el de las neurociencias. Hace algunos años inventó un dispositivo que contiene unos delgadísimos electrodos y que al insertarse en el cerebro de una rata viva permite “escuchar” los mensajes que se envían las neuronas entre sí.

Con ese micrófono instalado en el cerebro de las ratas ha estado tratando de entender qué es la memoria y qué son los sueños. La idea que nuestra memoria está compuesta de fragmentos, que cada vez que recordamos algo en realidad estamos reeditando ese recuerdo, y que mientras dormimos las neuronas juegan con los recuerdos provocando sueños, llevaron a Wilson y su equipo a pensar que quizás es posible “insertar recuerdos”.

Lo que quiere demostrar ahora, y resulta fascinante pero escalofriante a la vez, es que es posible insertar en el cerebro de una rata el recuerdo de ir en una determinada dirección en un lugar en el que nunca antes ha estado. En teoría y basado en la evidencia científica actual, cree que se puede lograr activando artificialmente un determinado grupo de neuronas mientras la rata duerme. De esta manera se genera en el cerebro el recuerdo de girar hacia un lado u otro en cierto espacio.

Ojalá tenga suerte. A mi la idea de insertar recuerdos me hizo recordar la historia de Chuang Tzu: «Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu».

Esta es el página de su laboratorio: http://web.mit.edu/wilsonlab/html/research.html

Y un vídeo resultado de sus experimentos en el que se observan los patrones que generan las neuronas de una rata de acuerdo a los distintos lugares que atraviesa en su camino. Wilson ha demostrado que estos mismos patrones se activan cuando la rata está durmiendo. Lo que hace creer que los sueños de las ratas están compuestos de imágenes de sus vidas cotidianas.

Comentarios