Rompe el lápiz, toca la Tablet

Publicado el Vladimir Clavijo

Ayudar: darlo todo, todo el año

 

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Las fiestas de final de año son una bella época porque nuestra vida se ve mejor, se siente mejor y a veces, aunque no se vea mejor y no se sienta mejor,  surge en la mayoría la emoción de ayudar a otros.  Hoy les dejaré algunas recomendaciones para que ese entusiasmo de ayuda al otro dure mucho más que los treinta y un días de diciembre.

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No te fijes solo en las redes sociales

Debo decir con tristeza que son muchas las organizaciones que no tienen aún para poder difundir una campaña formal de apoyo en redes sociales, o hacer viral lo que hacen, debido a que cada una tiene naturalezas de apoyo diferentes.  Otras, trabajan apenas con recursos propios y la gran mayoría apenas puede difundir los temas que a veces no son tan fáciles de mostrar, como niños abusados, con drogadicción, discapacidades diversas y otros tipos de problemáticas que en muchos casos avergüenzan o son difíciles de comunicar en espacios como las redes sociales.   Así que si vas a apoyar a una organización, búscala mucho más allá de lo digital, pregunta a tus amigos, consulta el impacto que tiene el apoyo en este tipo de organizaciones, consulta en las web y entérate de lo que hacen más allá de la navidad y el año nuevo.

Para cada mes del año

Sea que quieras brindar tu apoyo a un grupo de niños que no tienen qué comer o con qué jugar en esta época del año, piensa que sus carencias superan un proceso mucho más difícil, y es que comer por una noche o tener un juguete por un día no les va a solventar las necesidades que seguramente tienen.  Así que si quieres realmente hacer algo grande, no pienses solo en diciembre, imagina qué les podrías brindar cada mes del año y si eres realmente un apasionado de apoyar a otros con menos posibilidades, une esfuerzos con otros y también acércate a preguntar si tu apoyo es realmente algo que los ayude.  A veces creemos que dar caridad es ser altruista, y ambas son diferentes.

Lo que das muestra lo que eres

Como dicen por ahí, la bondad es contagiosa.  Está demostrado que desde que nacemos siempre optamos por hacer lo que beneficie a la mayoría de nuestra especie, es un instinto que a veces creemos perdido, pero está dentro nuestro. Y cuando hablamos de un beneficio, si lo pensamos, lo que queremos es ayudarnos como especie.  Piensa si ese regalo que brindas hoy es suficiente en el tiempo o solo se queda como un recuerdo momentáneo.  Si es lo suficientemente grande, seguramente para ti la tarea estará hecha, pero algo más, aquella persona, familia o niño que lo recibe cambiarán gracias a que fuiste capaz de brindar mucho más.

Involúcrate e involucra

Si quieres ser el padrino o madrina de alguna causa, hazlo, no lo dudes.  A veces ir a hacer algo por otros de manera individual seguramente te hará perder las ganas de ayudar, porque solo es más difícil.  Por eso seguramente, como lo dije al principio, la bondad es contagiosa, así que si vas a convertirte en esa persona que quiere apoyar a una población en alguna situación de vulnerabilidad, invita a tu familia o a algunos amigos a que se unan a ti y mejoren la situación de otras personas.  En este sentido, busca organizaciones que ya trabajen en un tema que te guste y en el que puedas apoyar no solo con dinero o insumos, sino con tu tiempo.  Te aseguro que jamás olvidarás la experiencia y desearás repetirla.

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Ser voluntario con una o más causas

El tiempo es oro, es otro adagio popular, y en diversas organizaciones e instituciones tu dedicación por una vez al mes o una vez cada tres meses es oro de verdad.  Así que mantén esa alegría navideña todo el año brindando un día tuyo, de tu tiempo, tu experiencia, tus saberes, dar de lo que eres para que otros se beneficien.  En muchas empresas, que manejan el tema del voluntariado de manera organizada, este tipo de espacios permiten que puedas dar de ti lo mejor para otros: sea pintando una escuela, o enseñando a otros algo que solo tú sabes y que seguramente a personas con pocos recursos, esa información jamás llegaría.  Esa es una manera de que tu altruismo esté vivo, y no sea caridad lo que brindes, sino lo mejor de ti.

Vuelve a creer en la humanidad

Finalmente, recuerda que lo que necesita la humanidad, a veces agobiada y doliente, es de personas que quieran ayudar, brindarse sin una consideración diferente a dar apoyo.  En Colombia existen miles de organizaciones que aunque son invisibles por no tener los medios para la difusión de su tarea, hacen labores fenomenales.  Algo si está claro y es que si como humanidad volvemos a creer en nuestra responsabilidad y capacidad de tejido, podremos superar las peores pruebas.  Incluso, las que a veces se ven imposibles.

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Este relato hace parte del especial de Navidad hecho por los blogueros de El Espectador.

Esta es la lista de los artículos, en caso que se haya perdido alguno:

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