Ella sólo quería un beso. “No hay nada en el mundo tan rojo como tu boca. ¡Déjame besar tu boca!”, le dijo. Nunca había sido rechazada por ningún hombre, ni tampoco por ninguna mujer. No sabía lo que era un no, hasta que tuvo que ser ella quien lo pidiera, y fue entonces cuando oyó por primera... Ver post completo.
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