Más allá de la medicina

Publicado el jgorthos

LINEAMIENTOS PARA LA ASIGNACION DE ESTUDIANTES EN ESCENARIOS CLINICOS: UN CALCULO IMPOSIBLE DE ENTENDER Y SIN DIMENSIÓN REAL PARA LAS NECESIDADES DE NUESTRO PAIS.

En Colombia se dice en forma permanente que faltan camas hospitalarias que puedan satisfacer las necesidades sanitarias y epidemiológicas del país. Si miramos las estadísticas actualmente publicadas por el Banco Mundial en una relación por 1000 habitantes estas son algunas estadísticas por países:  Alemania 8, España 3,1, Canadá 3.2, Colombia 1,5, México 1,6 , Chile 2,1, Perú 1,5 , Argentina 4,7. 

Los anteriores datos confirman la  baja relación de camas por 1000 habitantes. De esas camas en nuestro país se están reacomodando las llamadas camas de hospitales universitarios que por el nuevo modelo de acreditación solo algunos hospitales podrán determinarse como tal y esto generarán escasas camas dedicadas oficialmente a la enseñanza. 

Como tantas cosas sorpresa de ultima hora el gobierno saliente  encontramos que decidió publicar un documento llamado; “LINEAMIENTOS DE REFERENCIA PARA LA ASIGNACIÓN DE CUPOS DE ESTUDIANTES EN ESCENARIOS CLÍNICOS” . Dicho documento no es una resolución, ni un decreto, ni una circular ni una ley. Sin embargo, trata de mostrar unos números obtenidos según los antecedentes del documento de tres instituciones principalmente: El Hospital Militar, la fundación cardio infantil y el Instituto nacional de cancerología.  

De entrada, ante las nuevas certificaciones de hospital universitario según eso ni el Instituto nacional de cancerología esta acreditado y tampoco el hospital militar central como hospital universitario; pensando en su aporte de camas para dichos escenarios clínicos. Por supuesto históricamente han formado personal en salud en la historia del país pero hoy no serian sujeto de dichos cálculos si el ministerio en un momento dado se rigiera por dicho concepto legal de hospital universitario. 

Para la red de hospitales universitarios que agremia en Colombia la mayoría de estos hospitales fue una sorpresa bastante llamativa pues nunca se llevo a mesas de análisis público ni era de conocimiento de entidades como Ascofame o las Universidades mismas en sus facultades de ciencias de la salud, menos la asociación de clínicas y hospitales o la cámara de salud de la ANDI. 

La metodología no es muy clara desde el punto de vista de los muestreos realizados y los análisis que se debieron hacer con diferentes modelos curriculares, escenarios de práctica y distintas facultades a lo largo y ancho del país. 

El riesgo de estos llamativos documentos es que el funcionario de turno le parezca muy útil convertirlo en norma administrativa y terminemos rigiendo esta importante relación de la prestación de la salud con la enseñanza en una zona gris que puede golpear la capacidad de los hospitales de enseñar y los cupos necesarios tendrán que disminuirse si a raja tabla se aplicaran estos misteriosos datos. 

Revisemos algunos elementos que pueden permitir análisis más juiciosos y profundos al respecto. 

De manera directa menciona que esto se relaciona con la famosa ley de habilitación 2003 que actualmente ha generado tantos vacíos y que posiblemente llevará a que el actual gobierno deba entrar a revisarla. Así cruzar un elemento de educación que son las prácticas en salud con los escenarios sanitarios puede aumentar  barreras en lugar de facilitar medios que logren formar el recurso humano en salud que en Colombia que sigue disminuido para estándares internacionales. 

La relación de camas por residentes les parece equiparable a cualquier especialidad; pero lamentablemente no es lo mismo las camas de otorrinolaringología contra medicina interna donde la primera es prácticamente ambulatoria y la segunda requiere mayor recurso de camas hospitalarias. Los números mágicos que describe el documento entre muchos son : 1 estudiante de pregrado por 3 camas, un médico interno por 6 camas y finalmente un residente por cada 10 camas; hace pensar que es una relación que no aclara porque fue ese número y no otro mayor o menor. Algunos han llegado a pensar que el cálculo podría ser  por metro cuadrado, por docente, por piso, por área, etc .  Pero si se hacen los cálculos de una facultad donde los estudiantes de práctica de pregrado fueran 500 y los residentes 300 al año, y solo utilizará un hospital universitario; se requerirían: 1500 camas para pregrado y 3000 camas de postgrado. Claro ese cálculo alguno dirían que no es lineal, que depende cada especialidad, que no es lo mismo si son clínicos o quirúrgicos, etc. Pero el cálculo se empeora cuando en el país existen 52 facultades de medicina que no han sido capaces de responder a las tasas necesarias de médicos especialistas que se requieren por estándares internacionales. Adicionalmente y para empeorar el problema muchas facultades deben por necesidad y estrategia académica compartir un mismo hospital.

Lo anterior no esta sustentado con referencias publicadas en revistas indexadas o publicaciones serias que justifiquen un estudio serio que permita tomar medidas de regulación en el corto plazo. 

Podría mejorarse si se explica y define la llamada simultaneidad que es obvia en cualquier hospital que recibe médicos de pregrado, enfermeras, internos y residentes. De no entenderse las estrategias pedagógicas y las razones de dichos escenarios estos números pierden validez de manera automática y adicionalmente rompen las realidades de cada hospital según la fisionomía o realidades propias de sus servicios. 

En ninguna parte hablan de telemedicina, de las revistas de los servicios, de los clubes de revistas, de la tecnología actualmente de simulación, etc. Pareciera una falta de rigor en el documento y que el Dr. Abraham Flexner estuviera vigente en el fondo del mismo y el tiempo no hubiera pasado desde principios del siglo XX.

Esperemos que el ministerio de educación actual en conjunto con el de salud hagan una reflexión profunda a estos lineamientos y al menos facilite el análisis intergremial, intersectorial y que de manera rigurosa se genere un estudio científico que logre entender los rangos de necesidad que nuestros hospitales requieren para enseñar las profesiones de la salud sin afectar aun más el número de cupos que requiere Colombia de enfermeras, médicos y especialistas.

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