Más allá de la medicina

Publicado el jgorthos

EN COLOMBIA ESTAMOS ENVEJECIENDO: ¿QUÉ NOS ESPERA?

Ancianos

 

“El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”. (Gabriel García Márquez)

 

En el núcleo de la célula se encuentra la información genética y la muerte celular parece programada y determinada desde la célula misma. Es como si su fin se programará, así como sus procesos de crecimiento, remodelación y cambios en la forma.

La vida de cada ser humano respecto a su duración varía según sus factores genéticos, ambientales, sociales y hasta culturales. ¿A qué edad murieron los tatarabuelos, los bisabuelos, los abuelos y nuestros padres?

No sabemos cuál será la edad de nuestra muerte.

Hace años vi en la casa de mis abuelos el libro de Gonzalo Canal Envejecer no es deteriorarse; siendo niño me pareció un título llamativo, pero veía esa etapa lejos, mientras que para mis abuelos esta parecía una consigna para enfrentar la realidad de su envejecimiento.

Hoy en Colombia la perspectiva de vida ha aumentado, de manera que a las nuevas generaciones les espera un crecimiento hacia la longevidad progresiva. En los últimos años la esperanza de vida ha llegado a los 75 años; en 1970 estaba alrededor de los 60 años.

Los diferentes estudios publicados por el Ministerio de Salud y Protección Social aportan datos interesantes, sobre los cuales vale la pena reflexionar.

Por ejemplo, la caída progresiva de la tasa de natalidad que a principios del siglo XX estaba en 6.4, en el 2005 descendió a 2.1. Esto quiere decir que tendremos un incremento progresivo de la tasa de dependencia; lo que significa que más personas en edad productiva se requerirán para cuidar a los ancianos.

Desde 1993 la cobertura y la accesibilidad de los servicios de salud en nuestro país ha crecido en forma progresiva. Independiente de las molestias y problemas por los que actualmente estamos pasando, debemos aceptar que la calidad de vida frente a la enfermedad de los colombianos ha cambiado en los últimos 30 años.

La tasa de enfermedades prevenibles ha ido disminuyendo, los pronósticos de enfermedades crónicas mejoran y la detección de patología asociada al cáncer, también. Faltan muchos esfuerzos aún, pero los indicadores son alentadores.

Las muertes por violencia, también, han ido disminuyendo, sin que nos acerquemos lleguemos al ideal esperado; todo indica que en esto ha influido el des escalonamiento del conflicto armado.

Con todo lo anterior se podría inferir que en Colombia vamos hacia una mejor expectativa de vida. Lo que me parece inaudito es que no hayamos impulsado desde los medios de comunicación, las asociaciones científicas, las agremiaciones de hospitales, etc. la Ley 1733 del 8 de septiembre de 2014 o Ley de Cuidados Paliativos, que cobija enfermedades crónicas, degenerativas, terminales e irreversibles.

En cambio, participamos en el show mediático de la “muerte digna”, que, aunque es importante desde una visión antropológica y epidemiológica, a mi juicio tiene más cobertura y utilidad la Ley de Cuidados Paliativos.

El perfil de enfermedades de nuestra población ahora es diferente y en orden de presentación tenemos que los colombianos mueren principalmente por enfermedades isquémicas del corazón, homicidios, enfermedades cerebrovasculares, enfermedades crónicas de las vías respiratorias, infecciones respiratorias, enfermedades hipertensivas, diabetes y accidentes de tránsito, entre otras.

Viendo esta lista podríamos pensar que muchos ciudadanos tendrán la posibilidad de envejecer y sufrir alguna o varias de las enfermedades descritas y si no estamos preparados para acompañar y soportar a estos pacientes; en los próximos años estaremos ante un problema de salud pública.

Hoy los hogares, centros e instituciones dedicados a la atención del adulto mayor en forma no hospitalaria son escasos; el síndrome de maltrato al anciano es muy frecuente y el concepto del cuidado del anciano aún no se asimila; es como si pensáramos que los viejos son los otros y no viven a nuestro alrededor.

En los años 50 en Colombia existían 12 personas mayores de 60 años por cada 100 menores de 15 años, ahora tenemos 41 personas mayores de 60 años por cada 100 menores de 15 años y se espera que para el 2020 se llegue a casi 50 mayores de edad por cada centenar de adolescentes.

Por eso nada más real que esta ecuación: menor fecundidad + mejor salud en la población + disminución de la mortalidad + anticoncepción moderna + mujer en el mercado laboral + desarrollo científico en la calidad de vida = LONGEVIDAD.

Así las cosas es urgente la reglamentación de la Ley de Cuidados Paliativos y la implementación de políticas públicas para el adulto mayor en términos de educación, recreación e inclusión social.

Tal como van las cosas, a Colombia le va a suceder lo mismo que a Europa, donde la pirámide poblacional se invirtió y hoy los niños y jóvenes son minoría, con la diferencia que las consideraciones y condiciones de vida de los mayores denotan calidad.

Entonces, ante esta realidad, la pregunta es ¿cómo vamos a cuidar o, más bien, nos van a cuidar en la vejez?

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