Bienestar en tiempos de drones

Publicado el Maria Pasión

¿Por qué te «enamoras» por chat?

Más de una hora en el chat se considera adicción

Un día sientes amor del bueno por Whatsapp, cuentas los minutos para llamar, te pasas por su oficina y sueñas con poder coincidir con  él o con ella, aunque sea un instante el domingo. Cada vez que se conecta tú sientes que estás hablando con tu Selena o Zac local. Pero luego, con el correr de las llamadas, las frases inconclusas, y las medias verdades de lo que les está pasando en la vida real, te diste cuenta que ese man no era para ti, ni te gustaba, o que esa mujer se complicaba en exceso la vida y era jartísima, porque una cosa era verla en redes sociales, y otra, muy distinta es la vida de Flesh&Bone

La vida no tiene filtros de Instagram. Dura realidad.

¡Pero si chateamos hasta la tendinitis!

Una vaina es chatear por teléfono, mandarse caritas y jajas, y otra, MUY distinta es ver si en serio esa persona entiende lo que eres, lo que defiendes, lo que te motiva a estar vivo, lo que te ha traído a este planeta, lo que has aprendido de tus papás, de tus abuelos, lo que más te une a esos amigos (que por cierto tampoco soporta o no le gustan). Si tu amor del chat no entiende de dónde vienes o para dónde vas, no es la persona indicada.¡Punto!

Te recuerdo: Un chat es una versión mentirosa de un guión recortado de la vida. Verás por qué.

1. En whatsapp no hay espacio para decir en tiempo real cómo te sientes, qué piensas y qué quieres.

2. Los emoticonos, hechos en teoría para facilitar los códigos, son creados por diseñadores que te hacen parecer estúpido, porque nunca sonreirías así, no picarías el ojo veinte veces al día. (Por cierto, sólo hay un emoticono mirando hacia la derecha, que es el de la bailarina de flamenco, como si nosotras bailáramos por bulerías cada viernes!!!!)

3. El chat te convierte en alguien distinto, te modifica la forma de relacionarte y te hace creer que tienes mucha más cercanía con alguien de la que en realidad tienes. ¡Mentira piadosísima!

La vida real es lo que está pasando ahora mismo.

Eres lo que pasa cuando suena el despertador, lo que decides hacer para cumplir con tus objetivos, con tu trabajo, con ese proyecto que te tiene entusiasmado porque de ti depende su éxito. Lo que le dices a tus familiares, amigos y colegas. La vida real es lo que estás haciendo ahora mismo.

Tu vida no es y nunca dejes que se vea reducida a un chat.

La vida real es todo lo que ocurre detrás de las pantallas, es lo que empieza cuando cierras el whatsapp, y es donde te mueves a diario para ser quien eres.  El chat s una versión de ti, con todos tus apegos y ninguno de tus amores.

¿Por qué te obsesionas con chatear?

En primer lugar el chat es un espacio para pintarte de una forma más ligera al resto del mundo. Cuando chateas con una persona nueva puedes parecer más divertido de lo que eres, más ingenioso o más inteligente. Las conversaciones cortas pueden volverse más adictivas que las largas, porque en realidad nunca en la vida real hablarías de esa forma. Le pasa lo mismo que a las películas de cine. ¿Te imaginas que alguien te dice las frases que suelta Bruce Willis en Duro de matar? Ni en chiste funcionaría. Pues el chat te va metiendo en una película similar. Alguien se hace el gracioso contigo, te empieza a contar partes de su vida, que vas leyendo cuando puedes, y te vas enamorando de una persona que ves en una foto del tamaño de una uña del dedo meñique. Es falso, pero te permites jugar con esa sensación que despierta tus sentidos. El chat, para que te hagas una idea, es un simulador de lo que deseas ser. 

Suspenso, ingrediente infalible

Si vas cayendo enamorado de esa persona con la que chateas es porque no sabes cuándo te va a contestar, cuándo te va a escribir, o a dejar un audio. Tu corazón late lentamente porque la adrenalina te consume, pero si lo miras con detenimiento es una absoluta fantasía mental. Lo más sano que le puedes decir a una persona que está enganchada es que apague el teléfono (no es tan fácil de lograr) y que empiece a pasar tiempos de desenganche, esto es lo que equivale a que pueda saltar el periodo de suspenso y tenga dominio sobre él.

¿Por qué se termina?

No hay quien aguante esa chateadera por más de un mes. Yo misma he tratado estos casos y he visto que los más enviciados pueden estar así semanas, pero al cabo del tiempo, si no hay una química que amerite pasar tantísimas horas dándole a la tecla y al emoticon, la razón te da un golpe en la ventana y te dice:

¿Qué haces? ¿Es que acaso no tienes algo más importante que hacer que seguir alimentando esta charla?

Lo cierto es que si no hay un estímulo que te haga llevar esta fantasía al terreno de juego de la vida 100% real, dejarás de chatear de forma compulsiva por algo que se llama agotamiento y pérdida de expectativas.

Hay un tiempo para todo, incluso para perder la cabeza por un ratico, pero como no somos sólo impulso, sino que hacemos parte de un sistema de cuerpo, cabeza y corazón, la taquicardia de chatear  con esta persona llega un día en que deja de emocionarte y te traduce menos entusiasmo y excitación.

Y ahora, si sigues enganchado después de experimentar este proceso, o has conocido a una nueva persona para chatear y volviste a enamorarte por chat, estos consejos son para ti:

Consejos para poder desengancharse:

1.Sal a entrenar, corre y no lleves le teléfono contigo, así empezarás a experimentar la vida sin pantallas

2. Olvida voluntariamente el teléfono en la casa mientras vas al trabajo o mientras vas a acciones puntuales como ir a hacer compras o visitas a familiares y amigos

3. Maneja horas puntuales para abrir el chat, el primer día ábrelo a las horas pares, el segundo día cada 4 horas y así ve aumentando la frecuencia de revisión de tu teléfono.

4.Borra las notificaciones, un teléfono que pita cada 6 minutos se puede convertir en un distractor absoluto de tu gestión del tiempo

5. No contestes inmediatamente, aprende a manejar la ansiedad dejando períodos largos de silencio, si no te aguantas, escríbele a otra persona del chat y vuelve al punto 1.

6. Saca un papel y lápiz y recuerda tus aficiones. Si te gusta patinar, cantar, cocinar o leer, practícalo como mínimo una vez al día.

7. Reconócelo delante de tus amigos: si ellos saben que tienes un enganche al whatsapp podrán ayudarte a que te des cuenta cuándo estás sacando el teléfono y no toca. Ellos podrán ayudarte a que no pases tanto tiempo enganchado a la pantalla.

 

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