Podríamos hablar largo y tendido sobre lo que es el amor y lo que creemos que es. Sobre lo que está indicado o permitido en el amor y lo que no. y tarde o temprano nos vamos a topar con el arcaico tema de siempre: la infidelidad. Una palabra que a muchos les da escalofríos y que aparece a lo largo de nuestra vida en el 90% de los casos.
¿Se perdona al infiel? ¿Se permite que lo sea? ¿O se rompe la pareja al aparecer la infidelidad?
Las relaciones perfectas no existen. Todos cometemos fallos y lo interesante de las parejas es que nos permiten aprender y ser mejores; aunque no siempre se consiguen estos objetivos. Cuando las parejas están desgastadas una de las primeras señales de este cansancio es la llegada de las terceras personas.
La infidelidad existe porque eso que estamos buscando no lo encontramos en nuestra pareja. No hay pócimas mágicas para evitar la infidelidad, pero en cuanto llega sabremos que nuestra relación está naufragando y nos está pidiendo rescate.
Algunas parejas subsisten con la infidelidad como constante, y en algunos casos se sabe que él o ella son infieles y sus parejas lo acolitan por no perderlas; aunque vamos a poner una cosa en claro: la infidelidad no es una meta, ni es una buena práctica, por el contrario es una de las causas de mayor dolor en las parejas en el mundo entero.
Superar una infidelidad es un trabajo complejo, pero es posible si se trabaja para ello y se vuelve a estructurar la relación y la comunicación de la pareja se convierte en la herramienta diaria de trabajo.
Algunas parejas hacen este trabajo solas, otras acuden a profesionales que ayudamos a que vuelvan a estar unidas y comprometidas con las herramientas de la consulta.
El amor es una carrera de fondo. El amor se construye y tarda tiempo. A los cinco días de relación lo que hay es enamoramiento, lo que hay es gusto por la novedad. El amor es otra cosa, es mucho más profundo y se disfraza de otros sentimientos cuando el corazón está despistado. Tardamos en decir te amo y tardamos en entender que nuestra pareja no es perfecta.
Si estamos viviendo una infidelidad en este momento conviene hacernos estas preguntas:
¿Qué es lo que quiero para mí?
¿Qué es lo que puedo aportar ahora mismo a esta relación?
¿Estoy dispuesto a luchar por seguir a su lado?
¿Mi pareja está dispuesta a continuar y trabajar por nuestra relación? ¿Es capaz de dejar atrás su infidelidad? ¿Soy capaz de dejar de ser infiel y pasar página?
¿Soy capaz de perdonar una infidelidad por amor?
Si tanto como tu pareja como tú están dispuestos a continuar y a compartir, es importante apostar por un nuevo modelo de unión y aprender sobre lo que ha pasado.
De no ser así, la relación quedará fracturada, y en algunos casos se romperá.
Sea como sea la fuerza y la constancia serán los aliados para superar una infidelidad. En la medida en que se puedan resolver estas preguntas que planteé y entender que sus respuestas nos comprometen al trabajo, a la reconciliación, al perdón y a la reparación se podrá salir juntos de la infidelidad y superarla.
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