Bienestar en tiempos de drones

Publicado el Maria Pasión

Hombres, ¿por qué me insultan cuando hablo de la liberación de la mujer?

 

“Con razón la dejó el marido; si así de inúti era para las labores de hogar, para la cama debió ser un petardo”. (Errores ortográficos no corregidos).

 

Este fue el primer bofetón que recibí en los comentarios después de publicar mi entrada, Ventajas de ser divorciada y no ser una princesa, que suponía una vuelta al ruedo del blog para compartir otro tipo de temáticas más propias de mi 2016 (mujer, feminismos, crítica a la sociedad y cuestiones de género).

Estupendo. Yo hablando con responsabilidad de lo que supone la autonomía para la mujer y de la conquista de la soledad a conciencia y recibo calificativos como petardo en la cama, inútil para las labores del hogar; cuando ni una cosa ni la otra vienen a cuento, y lo que consiguen es hacerme pensar que solo hace falta un fosforito y apretar el tema de la igualdad para encontrar las chispas del resentimiento en algunos hombres, bien porque van de machos Alfa por la red o porque encuentran lógico ir pisoteando a las mujeres que empiezan a hablar claro sobre lo que desean.

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Las cartas de adulación, que también llegaron, las leí con atención, pero sin duda los mensajes con miligramos de odio, frustración e insultos son los que me hicieron tomar la decisión de escribir este post. El segundo lector que me dirigió sus palabras fue para regalarme esta perla literaria:

 

“No se preocupe, ud no es la única. Desgraciadamente todos queremos auto justificarnos. Buscamos excusas que a veces rayan con la estupidez. O si no pregúntele a Timochenko o Mancusso” (errores ortográficos dejados a posta)

 

Este señor me pone en la tesitura de hablar con Mancuso (yo lo escribo correctamente por lo menos) sobre la estupidez de las excusas. Y politiza lo impolitizable. ¿Por qué mezclar la independencia de la mujer con el paramilitarismo o con la guerrrilla?

 

¿Tiene sentido leer tal cantidad de sandeces? ¿Por qué atacar a alguien que se toma su tiempo en escribir sobre cómo puede una mujer encontrarse mejor sola? ¿Qué hay de malo en coger las riendas de su propia vida y decidir si lo que está viviendo le gusta y le satisface?

Y sobre satisfacción va el siguiente mensaje que abrí en el correo. Ojo con esta belleza:

 

“Estoy seguro que de cuando en cuando lamentas no tener a tu lado un hombre que te ponga a mil. El juguetico que tienes sirve, pero te deja con ganas de uno de verdad”.

 

Al leerlo pensé que no era cierto. ¡El lector está seguro de que yo lamento no tener un hombre de verdad!

Aquí ya puedo entrar en temas más complejos. No hay hombres ni mujeres de verdad, señor lector. Así como tampoco usted puede abstraer que para ciertas mujeres un juguete sexual no sea fuente de satisfacción, porque espero que pueda aceptarlo: algunos de estos juguetes ponen a mil porque han sido diseñados para eso. Piénselo. Algunas no quieren hombres de verdad, como usted los llama. Y algunas pueden desear vivir en una soledad buscada y voluntaria.

Me horroriza que haya hombres que opinan que una mujer si está sola es porque ha sido abandonada por su “hombre de verdad”, y para este asunto recibí un mensaje que rescato de la papelera y que entra en las consideraciones sobre la vida y obra de las divorciadas, a las que tildan de abandonadas y de buscadoras de papás para sus hijos. Aquí entre comillas dejo la opinión del lector:

 

“La primera pregunta que uno se hace cuando encuentra una mujer casada es: Y porque la dejaria el marido? por lo demas si tiene hijos ya se sabe que el tiempo para estar con ella sera limitado porque primero estan los hijos y da mamera que cuando uno esta encantado le digan: me tengo que ir porque mi hijo llega, y cuando tienen hijos pequeños no falta le le digan a uno: usted no es mi papa.

La otra es que las mujeres divorciadas entran en una fase de encontrar al hombre ideal que no fue con quien hicieron los hijos por lo tanto le van a exigir a uno mas que al papa de los hijos” (sic)

 

Señor lector. Los únicos que abandonan una relación no son los maridos. Según estudios sociológicos recientes, en Estados Unidos dos de cada tres divorcios los exigen las mujeres, y en países latinoamericanos el porcentaje es del 60%. ¿En serio cree usted que todas  las divorciadas son mujeres abandonadas que un día se encontraron la demanda de divorcio en la nevera?

 

Los comentarios de este blog, desde el día de su creación, estuvieron siempre bajo la moderación de la autora, y así permanecerán. Si usted desea dejar un comentario, con gusto lo leeré. Si va a rebatir mis ideas, hágalo con altura, no insulte, lea sus opiniones antes de publicarlas, tómese un té antes de buscar ofensas en Google, y por su bien, revise la ortografía de sus mensajes para que yo me lo tome un poco más en serio. Respetuosamente,

 

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