Tú eres tu sexo. El que tú has creado, el que tú has deseado tener, el que tú, en definitiva, has buscado.
Como resultado de muchos años de tertulia he concluido que las personas suelen estar insatisfechas con su vida sexual. No hallan todo lo que están buscando, o no se sienten capaces de decir lo que realmente les interesaría hacer cuando están practicando sexo. Las estadísticas me dejaron perpleja, pues ocho de cada diez personas que han participado en mis tertulias y charlas sobre cómo viven el sexo me confesaron que deseaban una vida sexual más completa y menos rutinaria. ¡Todas querían disfrutar más, pero no sabían cómo!
Algunos tienen claro que quieren un cambio, pero no lo han promovido. Otras se muestran interesadas por probar cosas nuevas, en algunos casos se manifiestan satisfechas de haber cumplido algunos deseos y fantasías que les habían rondado por su cabeza, y hay quienes se conforman con vivir un una vida alejada de cualquier contacto sexual porque han perdido el interés en practicarlo y me confiesan que buscar un compañero sexual les da pereza. La tercera parte de los asistentes a mis tertulias son personas que han renunciado al sexo por diferentes motivos, hombres y mujeres mayores de veinticinco años y sin ningún denominador exclusivo, y que vienen a estas reuniones con la idea de ver si esto puede cambiar, si esto le pasa a más personas y si es normal confesar que el único momento de placer sexual lo tienen con ellos mismos.
Mi respuesta, para este y otros interrogantes, es que todo lo del sexo es humano y que no existe nada que pueda ser llamado normal o anormal dentro de él. Las categorías crean etiquetas, y en el sexo las etiquetas no permiten desarrollar muchas veces lo que somos, lo que nos gusta o nos excita. Para mí, normal es una palabra muy rara.
La pasión en la pareja sí se puede activar y sí se puede conseguir activar la vida sexual de una pareja si se está dispuesto a aceptar cambios y retos que reaviven el interés por el otro, la escucha y la aceptación. El sexo entre dos que funcionan es inolvidable cuando la pasión se apodera de ellos.
María Paz Ruiz-María Pasión