República de colores

Publicado el colordecolombia

Prospectiva @PetronioFest: Isabel Riascos sobre moda y estética

La influyente y temida bloguera de moda propone un gran cambio para lograr un «pequeño sistema moda». Sexta entrega.

El único ámbito del Petronio donde no predomina la tradición es el de moda, estética y belleza.

Su existencia no es una anomalía, sino una manifestación de puentes con la ‘modernidad’, como la categoría Libre en la competencia musical.

Tal vez por no ser de la esencia del Festival, este ámbito parece el menos desarrollado conceptual y profesionalmente.

En esta Prospectiva del Petronio para sus 20 y 25 años quisimos abordarlo en serio. Lo que no sorprenderá a los que asocian a Color de Colombia con Edwing D’Angelo, diseñador de moda de Nueva York (y Buenaventura).

De hecho, fue parcialmente objeto de uno de los «5 aspectos para afinar» del balance breve del XVIII Petronio en El Espectador del Festival.

Se dijo: «La pasarela debe estar en el sector de diseñadores, no en danzas con IPC».

Para este abordaje, invitamos a una especialista que sabíamos usaría un estándar muy alto: Isabel ‘Pepa María’ Riascos.

Ella, además, suele escribir ‘sin filtro’. Lo que dice aquí puede sonar duro, pero su intención es plantear una transformación que beneficiará a todos.

Propone impulsar un «pequeño Sistema Moda» afro que aproveche mejor el entorno del Petronio y se proyecte al mercado de la ciudad y el país, incluyendo Cali Exposhow.

«Más moda, menos show», un mercadeo más allá del nicho afro, una selección más exigente de los diseñadores, son algunas de sus recomendaciones.

«De lo contrario, deberían llamarse solo muestra artesanal», dice, sin filtro.

¿Qué puede hacer la Secretaría de Cultura con una prospectiva así de este ámbito en el Petronio?

Razonablemente, realizar el ‘in-house’ que sugiere la autora y tratar de compartir la tarea con otras instituciones, públicas y privadas.

Moda, pasarelas y estética en el Petronio Álvarez: ¿qué sigue?

Por Gloria Isabel Riascos Correa, economista, bloguera de moda de ElTiempo.com* 

¿Por qué los diseñadores que se presentan en la pasarela del Petronio normalmente no se presentan en el CaliExposhow?

¿Cuál puede ser una progresión de estándares de calidad si se quiere que la pasarela del Petronio sea competitiva?

Si el actual criterio para estar en la pasarela es tener stand, ¿es bueno? ¿Deberían invitar a diseñadores no afro?

¿Por qué no hubo ni un sencillo boletín de prensa para los periodistas, blogueros e influenciadores de moda?

Intentaré ofrecer un principio de respuesta a estas preguntas.

Collage Prospectiva Petronio moda y estética por Isabel Riascos b

Según datos estadísticos de la Secretaria de Cultura de Cali, el nicho moda, belleza y estética afro vendió $50’750.000 en 35 stands en el XVIII Petronio.

Cifra que no es para llorar, tampoco para reír; es una cifra que invita al cambio, un desafío.

Cali, siendo el principal polo de población afro de clase media expandida en los últimos tres años, misma clase que consume millonarias sumas en moda y belleza en Colombia, es un mercado por conquistar.

Sin embargo, hay que recordar esto: mujeres mestizas consumen extensiones de cabello, se maquillan con productos afro y empezaron a usar turbantes y otras vestimentas afro. La ecuación es sencilla: la inclusión aumenta ingresos.

El reto es que el consumidor de moda y belleza empiece a tener en su imaginario de consumo esta ciudadela comercial del Petronio, que no sea solo el cliché –afro-. El chiste es exportar el patrimonio cultural aquí mismo.

El desafío está en salir de la caja, en crear un sistema moda afro para el mundo, que resalte la cultura.

Haciendo un sondeo con 20 personas, pocos tenían en su mente lo que quedó de la muestra de moda o de estética.

Algunos estudiantes universitarios respondieron “¿no es la feria de los productos solo para negros?” y otros del sector moda: “ni sabía que allí hacían pasarelas”.

El mercadeo debe ser incluyente, alejado de clichés, de blancos para negros y de negros para blancos. Es tan sencillo como querer duplicar esa cifra de $50 a $100 millones en los próximos dos años.

Si se quiere llegar lejos hay que caminar despacio, de forma certera. No hay un in-house donde inviten a expertos que podemos brindar de nuestra experiencia en el exterior para que la feria de estética y moda maneje estándares que sean atractivos para todos a la luz del Petronio.

A los organizadores: es de suma urgencia crear un pequeño Sistema Moda en pro de mejorar las cifras de una ciudadela comercial de belleza, estética y moda afro, que no trasciende a nichos de experticia en moda.

La lógica invita a aprovechar la magnitud del Petronio y crear algo de recordación en el imaginario del asistente de forma contundente.

Es decir, sacarlo de su caja de solo ir al Petronio por la marimba, la gastronomía y el viche. Es un reto porque estos tres aspectos son los que más atraen, pero no es imposible; solo es cuestión de creatividad eficiente.

Es urgente crear un puente entre medios especializados, proveedores, diseñadores, estudiantes y por ende consumidor potencial de moda, con el fin de lograr un beneficio trascendental.

Un beneficio que sea más moda, menos show. Y eso requiere hacer las cosas bien, que toman tiempo, pero sobretodo, organización.

Ahora, ¿por qué no hacerles más bulla a los diseñadores? La única propuesta interesante, de coherencia estética, verdadero nivel y atractivo para expertos, inexpertos, ricos y pobres fue la diseñadora Lia Samantha.

Pero gozaron de la recordación que ella generó en Colombiamoda. De resto, no hubo mucha recordación. Lo que no atrae o no queda en el imaginario, no vende. Y por ende no trasciende.

Lógicamente no se debe excluir bajo el cliché de que es solo para afros; no puede llamarse diseñador afro solo al que haga turbantes y túnicas; es más bien por nivel, experticia, coherencia estética y apoyo con las entidades académicas que dictan moda en la ciudad.

De lo contrario, deberían llamarse solo muestra artesanal y tal vez así tendría más valor en el trillado imaginario del asistente que pasa por allí.

Va un público que no precisamente sale de su casa a consumir moda o estética; va es a gozar. Es lógico querer aprovechar los miles de asistentes, pero el reto es captar clientes potenciales, que no son todo el público que va a ver colas en una pasarela-tarima y no la ropa fruto de un trabajo e inversión respetable.

El reto es construir un todo que genere credibilidad y respeto y que no se vea como un nicho excluyente de poca recordación. De ahí al entorno del CaliExposhow, se estará cerca.

La invitación es, entonces, a comenzar una discusión que permita abordar un enfoque más amplio de los actores económicos que están atravesados por una disciplina como el diseño y por un fenómeno global como es la moda, estética y belleza, en la ciudad.

* Para seguir y leer a la autora: @pepamariablog, blogs.eltiempo.com/pepa-maria/, www.pepamariablog.com

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