Alameda del Río de Barranquilla cambia su nombre

Su nombre ahora es Alameda del lío.

Porque tremendos líos o más bien las guerras criminales que sostienen las mafias de los servicios públicos en compañía de los tales “administradores”. ¡Hay de todo para escoger!

Tengo un poco más de tres años viviendo en uno de los “aves” complejos (los nombran así los “cachacos”). ¿Quién podrá descifrar las razones por lo cual los constructores del proyecto escogieron este concepto? Decidí razonar y tratar de encontrar motivos espirituales, por lo menos en el que vivo, Alondra.

La Alondra “como símbolo de ascensión mística”, dice Hola Cultura, representa un símbolo de luz y ascensión mística que aparece con vuelo ascendente y sonoro, y trae consigo un sentimiento de alegría. ¡Ja! ¿De qué clase de mariguana fumaría el autor de esta definición?

Wikipedia (no es una entidad creíble, pero los uso como referencia para este artículo por los absurdismos de estas compañías constructoras) y dice que “es usado para definir a personas mañaneras que son de levantar muy temprano y dormir al atardecer. También se les suele llamar “tempranera” y “madrugadora”. Bueno, en cierta forma me define a mí, un “pelaito” de casi 75 años que a las 8 de la noche ya estoy dormido y despierto a las 5 de la mañana y ando rondando por el apartamento.

La RAE, la describe como “Pájaro de 15 a 20 cm de largo, de cola ahorquillada, con cabeza y dorso de color pardo terroso y vientre blanco sucio. Es abundante en toda España, anida en los campos de cereales y come insectos y granos, bien típica de Barranquilla, ¿cierto?

Pues yo les tengo mi definición de esta Alondra: “complejo de apartamentos mal diseñados localizado en Barranquilla que está compuesto por 12 torres que contienen 576 apartamentos pretendiendo ser administrado por un nido de criminales combinando algunos dueños en asociación ilícital con compañías de servicios públicos y empresas contratadas para vigilancia del conjunto”.

En mi caso, tengo tendencia a creer en la buena fe de los seres humanos, pero como digo siempre, mantengo un ojo cerrado, pero el otro está bien abierto.

La cantidad de apartamentos sin ocupar por renteros ni propietarios, y los muchos que han sido entregados pero siguen desocupados, que han sido comprados con subsidio y están alquilados o desocupados, como en el que vivo que la dueña sinvergüenza me hizo un contrato ilícito para evadir impuestos y el subsidio de compra de vivienda, lo mismo que la hija.

Ah!, y esta sinvergüenza en asociación con las compañías de servicio me hacía pagar servicios que no me pertenecían. Ya los tengo reportados con la fiscalía, la superintendencia de servicios, y su tutela le viene pronto.

Lo mejor o peor de todos, es que esta sinvergüenza pertenece al consejo de administración. Si así es ella, ¿como serán los otros componentes?

Y no faltaba más que mencionar los criminales gobernantes como la familia turca, Char, protagonizando y emulando la criminalidad de sistemas culturales y arraigados por generaciones en la costa, especialmente en Barranquilla, dando permisos y libertades para seguir con proyectos construibles violando o inventando regulaciones para evadir normas, especialmente las relacionadas con el tráfico vehicular y criminal.

Para una muestra, miren las fotos del asesinato ocurrido diagonal a la ventana de mi apartamento.

¿Y el embrollo vehicular? Que después de varios años que lleva habitado el complejo Alameda del Río, perdón, “Alameda del Lío” es que comienzan a construir vías para desbloqueo del tráfico con una visión de hace 30 años. En otras palabras, no han terminado las nuevas vías, cuando ya no conforman con el desarrollo que están elaborando. ¡Corruptos ladrones!

Y el tráfico en la noche no se queda atrás.

Y qué tal los “tombitos” (léase policía) buscando sus “contribuciones” apoyados por la Corte Suprema de Justicia estableciendo estaciones “y que para ver si están cumpliendo con las reglas del tránsito” SIN JUSTIFICACIÓN LEGAL. ¡Partida de bandidos corruptos!

En mis tiempos había un dicho que decía, “Colombia, el país de la maravilla”. Yo se lo cambiaría ahora por “Colombia, el país de la corrupción insostenible”.