La Perla

Publicado el Sebastián Gómez

El Alcalde de Cúcuta y las viejas maquinarias

Un obstáculo que aún el Alcalde debe derribar, si quiere ahorrar los cientos de miles de millones que se roban al año en Cúcuta.    

La inesperada llegada de Jairo Yañez a la Alcaldía de Cúcuta hace más de un año, significó para varios jóvenes la oportunidad de trabajar en el sector público sin pertenecer a las viejas maquinarias políticas. No obstante, profesionales jóvenes nos hemos chocado con la amarga realidad de llegar a instituciones como la Secretaría de Salud, donde los viejos funcionarios al servicio de los políticos tradicionales, amenazan con no permitir que se vuelvan más eficientes los procesos y se combata la corrupción. Un obstáculo que aún el Alcalde debe derribar, si quiere ahorrar los cientos de miles de millones que se roban al año en Cúcuta.    

Les contaré la perspectiva de jóvenes que hemos trabajado en esta importante secretaría desde el 2020, para explicar lo que les quiero decir. 

En el segundo semestre del 2020, el nuevo secretario de salud de ese momento involucró a varios jóvenes profesionales para trabajar con él. Nos comentó con optimismo sus deseos de modernizar los procesos e implementar nuevas tecnologías, para hacer más eficiente el gasto de los recursos públicos de salud en medio de la pandemia, y evitar el despilfarro. En efecto, pudimos observar que éramos varios con ganas de construir un cambio, no desde los escenarios de opinión, sino desde la Alcaldía.

Con el pasar de semanas, empezamos a observar que el ambiente laboral era un espacio lleno de chismes y zozobra, donde lo importante no era la calidad del trabajo, sino a qué funcionario o político se le hacía venia. Allí, recuerdo mucho las palabras de una contratista muy diligente, como pocos en el sector público, que conocía ese ambiente de años atrás, y con resignación me dijo: “Sebastián, lo que importa es a qué político o funcionario le eres leal aquí y en campaña, ni te molestes en tus esfuerzos, aquí solo tienes que cumplir con lo básico y listo”. La señora tenía razón, las semanas siguieron pasando, y pudimos darnos cuenta cómo existía un desorden institucional, el cual no facilitó en el 2020 establecer un norte claro para trabajar coordinadamente en función de mejorar los indicadores de la COVID-19 y la salud municipal en general.

El 2020 fue un escenario difícil para esta secretaría. Los más de 4 secretarios nombrados por el Alcalde ese mismo año, debieron enfrentarse al peligro de las jugadas sucias de funcionarios poderosos, y subordinados, con más de 2 décadas enraizados allí. Muchos colegas me manifestaron sentirse en un escenario lleno de espías, buscando tropiezos de quienes no pertenecían a su rosca. Sin embargo, nunca entendí por qué si el Alcalde tenía el poder de sacar a dichos funcionarios “vitalicios”, que no dejaban avanzar su planes de volver a Cúcuta una ciudad del futuro, no lo ha hecho hasta hoy. Asumo que a pesar de sus buenas intenciones, el Alcalde tiene temor y se siente amenazado por dichas mafias. El actual proceso de revocatoria en su contra es un ejemplo de estas amenazas.

Todos los que hemos apoyado a Jairo Yáñez coincidimos en algo: No es ladrón. Pero más allá de eso, nos sigue preocupando que su honradez no es suficiente para evitar que otros hurten el dinero de los cucuteños. Como en la secretaría de salud, lo que sucede en las demás secretarías es un escenario similar. Los nuevos ven su trabajo obstaculizado por los funcionarios de las viejas maquinarias, los cuales parecen seguir haciendo de las suyas. En palabras de un exconcejal del partido Liberal: “hay políticos tradicionales que se están reciclando con la Alcaldía de Jairo Yáñez”. En efecto, estamos a la espera de ver las candidaturas y apoyos que recibirá el partido Verde en Norte de Santander para las elecciones de Cámara y Senado.

La cultura política en nuestra región, y Colombia, está acostumbrada a que la gobernabilidad y estabilidad de las instituciones se consigue contratando a los que obedientemente suman votos. Afirmación peligrosa que a diario repiten los políticos tradicionales en Cúcuta, y que nos empuja a nunca salir del círculo vicioso de pobreza e inseguridad, al que nos acostumbraron.

Alcalde Yáñez, le escribo con el mismo respeto y actitud constructiva de hace un año. Los cucuteños seguimos esperando que haga una limpieza profunda de funcionarios pertenecientes a las viejas y desgastadas maquinarias. No será posible curar las enfermedades administrativas de la Alcaldía, si usted no saca a quienes son una piedra en el zapato para optimizar el gasto público, y hacer realidad su sueño de una Cúcuta del año 2050.

Muchos profesionales jóvenes, honrados y preparados están a la espera de hacer parte de su equipo.

@gomezsebastianf

  

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