El presidente del Senado, Juan Manuel Corzo, aún no ha podido salir del ojo del huracán por cuenta de sus salidas a los micrófonos.
Primero, la opinión pública se le vino encima por su propuesta de la inmunidad parlamentaria. Ahora sigue recibiendo ‘palo’ por revivir el subsidio de gasolina de los vehículos de los congresistas y cada vez que sale a explicar sus declaraciones queda peor parado. Ayer sostuvo que se mantendrá el pago del consumo de gasolina de los carros de las mesas directivas y presidentes de comisiones y afirmó: “Este es un tema que está dentro del presupuesto. Las altas dignidades del país deben mantener esos beneficios. Tenemos un Congreso debilitado y un ejemplo es que hoy su presidente está arrinconado porque gasta gasolina”.