Coyuntura Política

Publicado el Renny Rueda Castañeda

Israel. La violación al Derecho Internacional

La historia del estado de Israel conlleva el análisis de distintos hechos críticos, algunos de los cuales se remiten a parte de la historia antigua, que por su numerosidad y complejo contexto dificultan un adecuado juicio definitivo acerca del territorio en que debería o no existir este como nación. En términos generales, se considera razonable suponer los últimos 100 años como definitivos para apreciar su evolución como país. Luego de diversos acontecimientos que fortalecieron el asentamiento cultural, poblacional y político judío en territorio palestino, incluyendo el éxodo de este pueblo a la zona de Israel con ocasión de los acontecimientos previos al inicio de la segunda guerra mundial, el 14 de mayo de 1948, con la partida de Gran Bretaña de Palestina, y como resultado de distintas labores diplomáticas, económicas y políticas, los judíos declararon la conformación del estado de Israel, en concordancia con una resolución de la asamblea general de la ONU de fecha  29 de Noviembre de 1947, en la que se sugería su creación sobre territorios palestinos. A partir de la fecha, y como consecuencia de la guerra que se iniciaría entre el nuevo estado, y los países fronterizos, Israel pasaría de ser un proyecto político tolerable en la región a ser un estado que en diversas escaladas militares, se expandiría, incrementando los niveles de tensión política en la zona y violando en décadas de acciones institucionales, principios convivenciales y de derecho internacional comunes al resto de naciones del mundo.

La guerra de independencia librada en 1948, enfrentó a Israel con desarticulados intentos de invasión de Líbano, Siria, Irak y Egipto. La desorganización de la escalada árabe, y la efectiva operatividad del aún reciente ejercito israelí, le permitió a este firmar armisticios con Egipto, Líbano, Síria y Transjordania. Con ocasión de los enfrentamientos, y a pesar de que la presión internacional le hizo retirarse de los territorios de Gaza, parte del Sinaí, y el sur Libanés,   Israel incrementó sus territorios en 5.728 kilómetros cuadrados, aproximadamente un 23% de la asignación original estimada por las Naciones Unidas. La guerra y la adquisición a la fuerza de nuevo territorio, dio inicio al incremento de tensiones en el medio oriente, convirtiendo a Israel, al traspasar las fronteras establecidas en el plan de partición de las Naciones Unidas de territorio palestino,  en un foco de atención político y militar para el resto del mundo.

En el año de 1967, acciones militares polémicamente preventivas del ejército de Israel, surgidas con ocasión de una movilización de personal militar egipcio sobre el Sinai, dieron inicio a lo que se denominó como la Guerra de los Seis Días, en los que como resultado Israel ocupó los territorios de la Franja de Gaza, porción de territorio al occidente del país; Csjordania, en la zona noreste, comúnmente conocida como Judea y Samaria; Jerusalén del Este; la Península del Sinaí, y los Altos del Golán, territorio originalmente Sirio.  Con ocasión de la guerra, se presentó un desplazamiento desordenado y masivo de más de 300.000 palestinos a territorios del golfo pérsico, incluyendo los países de Libano, Jordania y Siria.  Como consecuencia de la nueva ocupación israelí, el Consejo de Seguridad de la ONU, expidió la resolución 242 del noviembre de 1967 en la que ordena el retiro de Israel de los territorios palestinos ocupados durante el conflicto, así como la obligación de terminar todas las “situaciones de beligerancia  o alegaciones de su existencia, respeto, y reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los Estados de la zona”. 43 años después de su emisión, la resolución continua siendo incumplida por Israel.

Tras la guerra de los seis días, y a pesar de los distintos enfrentamiento de desgaste posteriores surgidos entre Israel con países fronterizos, incluida la “Guerra de Yom Kipur” en 1973, el mapa geopolítico de la zona a la fecha practicamente no ha variado. En distintas oportunidades las Naciones Unidas se han pronunciado respecto a la condición de “territorios ocupados” israelíes que para el país son ambigua e ilegalmente “territorios en disputa”. La comunidad internacional no obstante, y la legislación vigente, establecen claramente que no existe posibilidad de ocupar territorios, ni siquiera en caso de conflicto regular, y que la sola idea de que se presentase como tesis esta posición, pone en peligro gran parte del edificio jurídico contemporáneo que  busca defender  y extender a todos los estados el concepto de soberanía. Por otra parte, muchas de las zonas ocupadas por Israel, han sido no solo ilegítimamente anexadas a su territorio, sino que se han utilizado para la implementación de su propio sistema legal, administrativo y judicial. El hecho es tan grave teóricamente que permitiría a países como los Estados Unidos, China, Inglaterra o Rusia, con vigentes problemas jurídicos territoriales, contemplarlo como tesis en el evento de incrementar su permanencia en zonas ocupadas.

A la fecha, el inventario de violaciones de derecho internacional israelí, no solo pasa por el campo de sus acciones en materia de ocupación. Desde el año 2000, los ataques israelíes en la zona dejan un saldo de más de 783 niños palestinos muertos. La diferencia es, en contraste con las acciones del Hamas, organización palestina considerada terrorista, que las acciones israelíes han estado avaladas por sus instituciones y el ejército del país, lo que ahonda la gravedad de su política y lo aísla internacionalmente como vocero objetivo de los acontecimientos en el conflicto. Hoy en día, ante la mirada absorta de la comunidad internacional frente a las negociaciones que buscan poner fin al conflicto, la desproporción tanto en materia de vidas humanas, como en destrucción de  infraestructura, viviendas, lugares de trabajo, hospitales e incluso centrales eléctricas, ponen a Israel como un estado problema del medio oriente, sistemático en acciones flagrantemente violatorias del Derecho Internacional y del Derecho Internacional Humanitario, con evidentes ventajas militares y políticas frente a la miseria de la población palestina, y defensora de un discurso incoherente que si bien no legitima las acciones del Hamas, tampoco le otorga  flagrancia para cometer atrocidades que pasan desde el asesinato selectivo de personas hasta masacres coordinadas de población civil, representadas en acciones militares como la más reciente, la operación “Plomo fundido” en el año 2009, que dejó como escandaloso balance 9 soldados israelíes y más de 1400 palestinos muertos.

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Renny Rueda Castañeda

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