Coyuntura Política

Publicado el Renny Rueda Castañeda

El presidente Juan Manuel Santos y Bolivia. El latinoamericano indiferente

Los hechos que se están presentando el día de hoy, en los que la comitiva presidencial de Evo Morales ha sido desviada hacia Austria debido al cierre del espacio aéreo de Francia, España, Portugal e Italia, revisten para Latinoamérica una gravedad difícilmente comparable a eventos de las últimas décadas. Este uno o no de acuerdo con las políticas de la administración de Evo Morales, tanto la comitiva presidencial como Morales en su calidad de dignatario, encarnan la voluntad de un pueblo con un pasado claro de explotación, marginalización y racismo que se impuso por siglos en el continente, y que aún hoy está en la misión de reconstruirse en un  presente lleno de retos. Morales, como cualquier otro presidente latinoamericano, merece el respeto y la dignidad que encarna por su condición política. Esta calidad no solamente está definida por un elemental sentido de sensatez contenido en el mantenimiento de un orden internacional en paz, sino porque así lo establecen convenciones mínimas de derecho internacional.

Incluso en el evento en el que el ex-espia norteamericano Edward Snowden hubiese sido ocupante del avión presidencia de Evo Morales, la decisión tomada por Francia, España, Portugal e Italia, pone en riesgo la vida de los ocupantes de la misión diplomática -que tuvo que aterrizar forzosamente en Austria- y refleja un completo sometimiento de estos países a los intereses del gobierno norteamericano, mas ni siquiera a los intereses del pueblo de ese país, y mucho menos a los de la población de su propio territorio. No solamente ha sido la población estadounidense la que ha sido espiada con el programa de inteligencia denunciado por Snowden, sino también la población de Europa. Todo ello llevado a cabo masivamente por los servicios de inteligencia del país del norte, sin sospechas fundadas, sin órdenes judiciales previas, almacenando en servidores del estado información detallada de ciudadanos alrededor del mundo –incluyendo conversaciones telefónicas-, y violando derechos constitucionales consagrados en la carta magna de Francia, Portugal, España e Italia.

La indiferencia del estado colombiano en lo que respecta al programa de interceptaciones masivas de Washington, el trato dado por algunos países europeos a Bolivia, y las amenazas del departamento de estado norteamericano a Ecuador en caso de que este conceda asilo a Snowden, son un indicador evidente de la falta de madurez, conocimiento y soberanía de Colombia en el manejo de sus relaciones internacionales.  A la fecha, incluso números países de Europa, tales como España, Francia, Inglaterra o Alemania en cabeza de Angela Merkel, han protestado airadamente frente al alcance del programa de espionaje estadounidense. El propio ministro de justicia alemán ha llamado al programa una “pesadilla”. Operando por encima del marco jurídico de su país.

El avión presidencial de Bolivia tiene calidad de residencia de la comitiva diplomática de esa nación durante las actividades de la administración en Europa, tal  y como lo establece la convención de Viena sobre relaciones Diplomáticas del 18 de Abril de 1961. La decisión tomada por España,  condicionando el arribo del avión presidencial Boliviano a su territorio solo si este permitía la búsqueda de Snowden en la aeronave, no solo es insólita sino violatoria de principios de inmunidad y reciprocidad en las relaciones de España y Bolivia. Ella refleja claramente un sometimiento de la policía exterior española a los intereses de los Estados Unidos, y el desconocimiento sobre la inviolabilidad de la misión diplomática y de su suelo, representado por el avión presidencial.

Con el agravio efectuado contra Evo Morales, y la clara apatía del presidente Juan Manuel Santos en plantear su posición frente al alcance de los programas de espionaje estadounidense, el mandatario se muestra como una figura falta de capacidad para entender el marco internacional en el que Colombia como economía periférica está inserta históricamente. Hasta el 5 de abril del presente año el programa de vigilancia americana contaba con más de 117,675 objetivos de vigilancia internacional, en el que se registra la captación y el almacenamiento de datos de registro telefónico, información de empresas y ciudadanos particulares, intervención de datos de cables de fibra óptica en asocio con Gran Bretaña (Programa TEMPORA), espionaje de las oficinas de la Unión Europea y de las sedes diplomáticas de numerosos países del mundo, y escuchas de representaciones comerciales en medio de procesos de negociación de tratados de libre comercio (Bruselas).

El rol tomado el día de hoy por España, Italia, Francia y Portugal al poner en riesgo la integridad de la comitiva boliviana, es una afrenta clara a Latinoamérica. Un gesto falsario de un sistema internacional asimétrico. La apatía de la administración Colombiana en lo que respecta el manejo de unas relaciones internacionales soberanas, delata un profundo desconocimiento del rol de la historia. Indiferencia al reto de demandar para Colombia y Latinoamérica un trato político y económico igualitario por el bien de sus propias poblaciones.

El autor contesta inquietudes o sugerencias en el correo [email protected]

Renny Rueda Castañeda

 

Comentarios