Cosmopolita

Publicado el Juan Gabriel Gomez Albarello

Tengo un sueño: Un mundo libre de armas nucleares

 

Karipbek Kuyukov

El día de ayer, 28 de agosto, el portal en inglés de Al Jazeera publicó este emotivo pedido de Karipbek Kuyukov de apoyo a la campaña contra las armas nucleares y contra la prueba de esas armas. Le invito a leerlo y apoyar su causa.

El Día Internacional de las Naciones Unidas contra las Pruebas Nucleares, el 29 de agosto, es una oportunidad para recordarle al mundo las consecuencias inhumanas de las explosiones nucleares. Es un día que tiene un significado especial para muchas de las miles de personas quienes, como yo, crecieron en Kazajistán Oriental.

Nací a 100 kilómetros de el sitio de pruebas nucleares Semipalátinskdonde la Unión Soviética explotó más de 600 artefactos entre 1949 y 1991. Para la gente que vivía cerca al sitio, las explosiones han tenido terribles consecuencias físicas.

Yo vine a este mundo sin brazos. La gente usualmente me pregunta si estoy seguro de que la radiación fue la causa. Si usted hubiese vivido en mi pueblo natal, ni preguntaría.

En el lugar donde yo crecí, vi madres y parteras espantadas cuando vieron sus bebés. Vi familias muy avergonzadas de mostrar sus hijos al mundo exterior, ocultándolos en lo más profundo de sus casas y sacándolos sólo por un breve rato para que tomaran un poco de sol y aire fresco.

He visto familias y comunidades enteras diezmadas por cánceres causados por la radiación. Como lo puede confirmar Naciones Unidas, más de un millón y medio de personas en Kazajistán han sufridos los efectos de las pruebas nucleares hechas por los soviéticos.

El hecho más aterrador de esta historia es que no entendíamos el impacto que tendrían estas explosiones. Nos tomaron completamente por sorpresa – y esta es la razón, creo yo, por la cual es tan importante que usemos el día del 29 de agosto para advertirle al mundo acerca del impacto de las pruebas nucleares. No debemos olvidar lo que ha sucedido ni permitir que otros permanezcan en la oscuridad.

Vi tanta tragedia y sufrimiento en mi patria que decidí hacer todo lo posible para que mi generación sea la última en sufrir este daño. Me torné en un activista en el movimiento contra las armas nucleares y encontré paz al expresar mi dolor mediante el arte.

Usé mis pies y mi boca para sostener mi pincel, y verter con mis propios colores mi mundo interior, apelando a otros para que apoyen mi causa. Hoy soy un embajador honorario del Proyecto Atom, una campaña en internet para suscitar el liderazgo global necesario para eliminar totalmente la amenaza nuclear.

Desde que se lanzó hace dos años, el Proyecto Atom ha difundido alrededor del mundo las historias de los sobrevivientes del sitio de pruebas nucleares de Kazajistán. En mis viajes he hecho muchos amigos nuevos en muchos países que nos han animado a continuar nuestro trabajo.

Ahora tenemos más de noventa mil seguidores en más de cien países y nos hemos propuesto alcanzar el objetivo de tener cien mil el 29 de agosto. Usted nos puede ayudar a alcanzar este objetivo firmando la petición y haciendo expreso su deseo de un mundo libre de armas nucleares.

Durante las dos últimas décadas hemos visto progreso. Antes incluso de que Kazajistán llegara a ser un país completamente independiente, nuestro líder, y ahora presidente, Nursultan Nazarbayev, cerró el sitio de pruebas de Semipalátinsk en 1991, en abierto desafío al entonces gobierno soviéticode Moscú. Una vez independiente, nuestro país renunció al cuarto arsenal nuclear más grande del mundo, el cual heredó de la Unión Soviética. Ucrania, Bielorrusia y Suráfrica tomaron decisiones igualmente corajudas al renunciar a sus armas nucleares o a sus programs de armas nucleares.

En 1996 se dio un paso muy grande cuando Naciones Unidas aprobó el Tratado de Prohibición Completa de las Pruebas Nucleares. Desde entonces lo han firmado 183 países y lo han ratificado 162. Sin embargo, el tratado no podrá entrar en vigor sino hasta cuando sea firmado y ratificado por ocho países más: China, Corea del Norte, Egipto, India, Israel, Pakistán y Estados Unidos.

Es a los líderes y legisladores de esos ocho países que yo y mis otros compañeros sobrevivientes de las pruebas nucleares a quienes dirigimos nuestro pedido de entendimiento y liderazgo. Firmen y ratifiquen el Tratado de Prohibición Completa de las Pruebas Nucleares. Ayúdenos a garantizar que en el futuro ninguna otra persona sufrirá las consecuencias de las pruebas nucleares y del uso de armas nucleares.

Yo me uní al Proyecto Atom porque me inspiró a completar el proyecto que inicié hace ya varias décadas. Quizá tendremos que dejarle a las futuras generaciones el logro del objetivo final de erradicar del planeta el arsenal completo de armas nucleares. Mi visión consiste en asegurarme que todas y cada una de las personas alrededor mío sepan lo que se ocultó por décadas – las consecuencias de probar armas nucleares.

Hace veinte años cuando estaba en los Estados Unidos, conocí a un jefe del pueblo indio Shoshón. Cuando me vió, cayó de rodillas, las lágrimas brotándole de sus ojos, y susurró algo inclinado contra el piso. Un traductor me explicó que el jefe estaba pidiéndole perdón a la Tierra. Luego me pidió que mis amigos y yo continuásemos adivirtiéndole al resto del mundo acerca de los peligros de profanar tan profundamente nuestro planeta.

Esa es mi misión. No tengo brazos. No puedo saber que se siente sujetar a alguien de la mano. Pero tengo pies con los cuales puedo pintar y tengo una voz que me permite hablar.

Mientras pueda hacerlo, usaré cualquier cosa que tenga para contarle al mundo el daño catastrófico que las armas nucleares le han hecho al mundo y a todos aquellos que lo compartimos.

Karipbek Kuyukov,

Embajador Honorario del Proyecto Atom

El Proyecto Atom nos pide que guardemos un minuto de silencio hoy 29 de agosto. “El momento de silencio se propone para las 11:05 horas (hora local alrededor mundo), cuando las manecillas del reloj muestren 11:05, que representa la letra romana V, que es el símbolo de la victoria. Se espera que también signifique una victoria del sentido común sobre el temor y la victoria para los esfuerzos en pro del desarme nuclear en todo el mundo.”

Para terminar, quisiera dejar un breve testimonio: es difícil contemplar horrores como éste, horrores a los que alude Karipbek Kuyukov. ¡Que estos horrores no se repitan! ¡Que nos agrupemos en torno a esta causa y que esta causa crezca, como dijo el poeta, como una torre de razón y de firme fe!

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