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Publicado el Juan Gabriel Gomez Albarello

Incentivos para dejar de usar carros y motos en la Universidad Nacional

Prohibido el uso de vehículos con motor - Aviso en Dinamarca
Prohibido el uso de vehículos con motor – Aviso en Dinamarca

La Urna de Cristal, la plataforma tecnológica mediante la cual el Gobierno promueve la participación ciudadana y la transparencia gubernamental, ha divulgado la decisión de la Comisión de Regulación de Agua y Saneamiento Básico de modificar los rangos mínimos de consumo de agua en Colombia. La decisión incluye el establecimiento de sanciones a todas las empresas de acueducto que no apliquen las tarifas de “castigo” a los derrochadores. Ya era hora. Como ésta, muchas otras son las medidas que hay que implementar para mitigar el calentamiento global y adaptarnos a sus consecuencias.

Una de ellas es el desestímulo al uso de los vehículos de transporte privado movidos con energía fósil. Como es de público conocimiento, el Alcalde Peñalosa ha decretado que una vez al mes todos los parqueaderos de las entidades distritales se cierren con el fin de estimular el uso de los vehículos de transporte público y las bicicletas. Lo mínimo que deberían hacer las autoridades de la Universidad Nacional es lo mismo: cerrar todos los parqueaderos al menos una vez al mes.

En mi opinión, esas autoridades deberían ser mucho más drásticas porque así son los efectos del calentamiento global. Los parqueaderos del campus de la Universidad Nacional deberían cerrarse al menos una vez a la semana. Para que nadie se sienta particularmente perjudicado, el día de la semana sin carro y sin moto podría ser escogido utilizando un mecanismo de sorteo. Lo fundamental es que es necesario imbuir en los miembros de la comunidad universitaria la idea de que todos tenemos que contribuir a reducir desde ya el impacto negativo que causa nuestra actividad en el medio ambiente. Hacerlo supone crear un nuevo hábito de conducta. De otro modo, la inercia de la vieja forma de hacer las cosas siempre nos tomará la delantera.

El día de la semana sin carro y sin moto no es la única medida que puede adoptarse para desestimular el uso de los vehículos de transporte privado movidos con energía fósil. La Universidad podría “castigar” a los usuarios de esos carros obligándolos a adquirir un permiso de estacionamiento bastante caro. Los recursos obtenidos con la venta de ese permiso podrían destinarse a financiar actividades de educación, investigación y/o extensión relacionadas con la mitigación del y la adaptación al calentamiento global.

A los incentivos negativos, la Universidad podría añadir incentivos positivos tales como beneficios para quienes utilicen bicicletas, vehículos eléctricos o cualquier otro medio de transporte que no emita partículas nocivas como el dióxido de carbono o el monóxido de nitrógeno. A este respecto, convendría que lo más pronto posible la Universidad habilite el uso de las bicicletas para transporte interno en el campus también para los profesores y los trabajadores. La actual restricción es precisamente lo contrario del tipo de incentivo que necesitamos para desestimular el uso de vehículos privados.

La sociedad necesita de ejemplos a seguir. Dada su función docente, la Universidad debería ser la primera en servir de modelo en lo que se refiere a cambio de actitudes y hábitos dañinos para el medio ambiente.

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