El martes 22 de febrero en la noche concluyó la sesión del Consejo de Seguridad dedicada a la situación en Libia. La sesión fue convenida a instancia del embajador de ese país quien es un crítico del proceder de Gaddafi y de su régimen.
La sola ocurrencia de la sesión es algo notable. Durante la crisis en Egipto, el Consejo de Seguridad no dedicó ninguna sesión a seguir la situación y a considerar la adopción de medidas. Es cierto que en el presente caso no ha adoptado tampoco ninguna. Se limitó a una declaración de buenas intenciones acerca del deber de respetar a las personas y a recordar que los responsables tendrán que rendir cuentas. No obstante, es significativo, tal y como lo reporta The Guardian, que esa declaración haya sido emitida a pesar del desacuerdo de Rusia y de China con respecto a ponerle mucha presión a Gaddafi.
La declaración fue adoptada por unanimidad. En el Consejo de Seguridad está la delegación de Colombia haciendo su trabajo.