Cosmopolita

Publicado el Juan Gabriel Gomez Albarello

Hablar de política es de buena educación

En la actualidad, muchas sociedades han sufrido un fuerte proceso de despolitización. Mucha es la gente que prefiere evitar hablar de política. Una de las causas de ello es la polarización experimentada en el último tiempo. Si uno termina enemistándose con su interlocutor, entonces resulta mejor hablar de otra cosa, no importa cuán banal o frívola ella sea.
No hablar de política es, sin embargo, también una actitud política, la que consiste en dejar todo como está; la de abdicar de nuestro deber de participar en la dicusión de las cosas comunes.
La salida de esta situación es volver a hablar de política. Por ello es necesario poner en cuestión el dicho aquel según el cual “uno no habla ni de religión ni de política en buena compañía”.

 

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