Con los pies en la tierra

Publicado el Observatorio de Tierras

Los acuerdos que se posponen: tres años de la caminata pacífica en Montes de María

Por: Diana Marcela Vallejo

El 28 de octubre de 2018 cuatrocientos campesinos de distintas veredas, de algunos municipios de Montes de María -San Jacinto, Carmen de Bolívar y Marialabaja-, salieron a marchar rumbo a la gobernación de Bolívar en Turbaco. El propósito de la marcha era exigir el cumplimiento de acuerdos anteriores pactados con el gobierno departamental y las alcaldías locales. Más de un centenar de peticiones fueron organizadas en cuatro ejes: energía, vías, protección de la producción alimentaria y agua y medio ambiente.

Sumado al propósito de comprometer, efectivamente, a las instituciones locales y nacionales, los marchantes también hicieron énfasis en los compromisos pendientes por cuenta del posconflicto en la región. Recordemos que Montes de María fue priorizada en la mayoría de los planes derivados de los Acuerdos de Paz. De allí que el pliego incluyera celeridad en los procesos de reparación colectiva, titulación colectiva de territorios étnicos, restitución de tierra y la implementación de los PDET.

Luego de tres días de haber iniciado la caminata, el gobernador de entonces -Dumek Turbay- se reunió con los marchantes y escuchó sus peticiones durante los dos días siguientes al recibimiento. En el encuentro también participaron representantes de la Fuerza Pública, la Unidad de Víctimas, Ministerio del Interior y alcaldías locales. Finalmente, se logró la firma de un nuevo acuerdo acotado en 80 compromisos que, en su mayoría, deberían avanzar durante los tres meses siguientes a la firma del pliego. Los temas priorizados en este nuevo acuerdo se centraban en adecuación de vías terciarias, suministro de energía eléctrica, reparación de escuelas rurales y adecuación de puestos de salud. A la lista de compromisos se sumó la protección de líderes sociales de la región, algunos de ellos, con amenazas desde 2013 debido a otras manifestaciones que se dieron en ese momento. El acuerdo se cerró en medio de aplausos y abrazos entre los líderes de la negociación, el gobernador y representantes de otras instituciones.

A una semana de cumplirse tres años de la marcha y los acuerdos, el panorama en la región no es alentador. En agosto de este año el Equipo de Comunicación Rural de Montes de María informó sobre la detención de la obra vial que pretende comunicar Nueva Esperanza (Marialabaja) con Santo Domingo de Meza en la zona alta del Carmen de Bolívar. Así mismo, se denunció la falta de soluciones frente al acceso a agua potable para la gente de este corregimiento y el silencio de Aguas de Bolívar sobre la situación. En vista de la falta de respuestas por parte de las entidades responsables, se llevó a cabo una asamblea con las comunidades marchantes y algunos contratistas de las obras que se adelantan. De acuerdo con estos últimos, el avance en temas de infraestructura supera el 80% de ejecución. Sin embargo, para los marchantes y sus respectivas comunidades, los avances han sido mínimos y no hay indicios de anuencia y voluntad política para lograr el cumplimiento de los compromisos. Antes bien, muchas de las veredas y corregimientos de Montes de María, siguen su día a día sin tener garantizado el acceso al agua, luz y servicios médicos.

Más de un año ha pasado desde la declaratoria de Pandemia por cuenta del Covid-19, tiempo en el que no se vieron mayores avances en la implementación de los tantos acuerdos que existen para esta región. En cambio, lo que se observa hoy en el paisaje es el deterioro de lo que existía y el abandono de proyectos que no culminan. Muchos profesores han denunciado el estado de las escuelas y la falta de vías de acceso para que los niños puedan llegar a estudiar; mientras esto ocurre, los habitantes de esta zona observan cómo transitan los camiones que entran y salen de los cultivos de palma africana, teca y piña.

Casi tres años han pasado desde la marcha pacífica de Montes de María; ya han pasado cinco años desde la firma de los Acuerdos de Paz entre el Estado y las extintas FARC-Ep; la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras cumplió diez años en junio del presente; y se cumplen, también, once años desde la implementación del Plan de Consolidación Territorial en Montes de María. No obstante, toda la arquitectura institucional desplegada no ha sido suficiente para garantizar condiciones mínimas de vida a los habitantes de esta zona del Caribe colombiano. Entre los acuerdos que se aplazan, se desgastan y no se cumplen, los marchantes configuran nuevas resistencias que, tal vez, puedan conmemorar su periplo con un nuevo recorrido.

 

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