Por: Victor Barrera
En un discurso pronunciado en la emblemática población de San Vicente del Caguán, a poco más de un mes de haberse posicionado como presidente, Juan Manuel Santos anunció la necesidad de revisar y ajustar los Planes de Consolidación en el entendido que era una de las prioridades de su Gobierno para “llevarle paz a los colombianos” (Caracol Radio, 18 de septiembre de 2010). Sin embargo, cuatro años después, es evidente que el tema de consolidación perdió dinamismo al punto de marginarse por completo tanto de la agenda pública como dentro de los objetivos estratégicos del Estado. ¿Por qué?
Antecedentes de la política: origen y evolución
Influenciada por las operaciones de estabilización promovidas por el ejército estadounidense en otros países en conflicto, la Política de Consolidación tuvo sus orígenes en el marco de la Política de Seguridad Democrática (PSD) de Álvaro Uribe Vélez a través de la implementación de los Centros de Coordinación y Acción Integral (CCAI).
Sin embargo, fue Juan Manuel Santos durante su paso por el Ministerio de Defensa, en compañía de Sergio Jaramillo, su viceministro, quienes le imprimieron un nuevo enfoque a la política. Sobre la base de los avances militares que había registrado la PSD durante el primer Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, desde el Ministerio se diseñó y puso en marcha en 2007 la Política de Consolidación de la Seguridad Democrática cuyo eje central fue la noción de “Recuperación Social del Territorio”.
Estos esfuerzos desembocaron en la adopción en 2009 del Plan Nacional de Consolidación (PNC) que, según la Directiva Presidencial 01 de este mismo año, pretendía “reafirmar la generación de condiciones de seguridad, con efectos irreversibles, buscando potenciar las condiciones necesarias para lograr la consolidación sostenible del Estado de acuerdo con las particularidades territoriales” (Directiva Presidencial 01 de 2009).
A pesar del nuevo enfoque asumido y el relativo éxito que tuvo el plan piloto iniciado en la regiónde La Macarena en 2008, posteriormente “exportado” a otras regiones del país, la política enfrentó una serie de críticas justificadas relacionadas con la excesiva “securitización” de sus operaciones y el enorme protagonismo que asumieron las Fuerzas Armadas en los territorios intervenidos.
Sobre la base de estas críticas, el Gobierno de Juan Manuel Santos identificó cuatro “factores limitantes” de la política: (i) informalidad institucional; (ii) limitada planeación estratégica y planes de acción regionales; (iii) baja capacidad operativa en el territorio; (iv) baja capacidad gerencial (Gobierno Nacional, 7 de diciembre de 2011).
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