Estados Unidos estaría llegando al abismo de las “repúblicas bananeras”. Calificativo que, despectivamente, lanzó por décadas contra los latinoamericanos afligidos por todo tipo de dictaduras.
Por ello que si Trump resulta elegido, no sería el primer gobernante violento; tampoco el primer autócrata narcisista; y menos, el primer violador de las reglas de juego que es re-elegido. (Él mismo probó serlo entre 2016-2024).
No sólo en EU la llamada “modernidad” por siglos habría estado marcada por autoritarismos violentos violadores de toda ley (menos la “divina”).
¿¡Democracias?! ¿¡Cuáles y Cuántas!? !Pamplinas!
Por eso Trump tendría la virtud de destapar las contradicciones autoritarias estadounidenses, poniéndolas a la par de los padecimientos sufridos por “los del Sur”.
Las lágrimas, desmayos, euforias y unanimidades que marcaron la convención republicana en días pasados, simple (y gravemente) explotaron ¡alabando a otro Dictador! (Otro Napoleón, Bismark, Hitler, Mussolini, Franco, Putin, Xi, ….).
Corroborando lo dicho, la Corte Suprema de Justicia gringa decidió despenalizar todo delito que cometa un presidente en ejercicio de su cargo. ¡Estos son los verdaderos valores vigentes!
Tampoco habría dudas de que la toma del Capitolio el 6 de enero 2021, fue ejecutada por estadounidenses de todo tipo que sacaron a flote raíces destructivas y degradantes como sus verdaderos valores. ¡Dejémonos de mentiras!
La llegada de Trump sólo profundizaría el abismo dictatorial americano.
Y sólo se sumaría al dantesco abismo dictatorial que ha acompañado a la “modernidad”, por donde se la mire hundida entre varios círculos infernales.
- La exclusión violenta del Otro (Israel, Estados Unidos, Alemania, Colombia, Nicaragua, Venezuela, Siria, …);
- el irrespeto al pensamiento del otro (las extremas pseudo democráticas de Oriente y Occidente…)
- la imposición violenta de una sola y única verdad (paradójicamente reclamada también por islamistas o hinduistas en Oriente y Occidente),
- la imposición violenta de normas “divinas” que tendrían más “valor” que las humanas.
- Prohibir el diálogo (castrando los medios de comunicación porque “son los culpables”).
- Encarcelar, vejar y/o torturar al opositor (no solo en Venezuela; también en los Estados Unidos…)
- Promover ideas unitaristas vulgarmente populistas (“unidad nacional”; “poder popular”; “Estado de opinión”; “América Grande”).
Congótica. Mandamiento: Prohibido pensar; basta con creer. Neodelito: El Crimental (crimen mental) // Castigo: La prisión perpetua // Destino: El fondo del abismo. (Orwell (“1984”)
Congótica 2. Ya no se trataría de elegir a los Trump, Bukele, Putin, Xi, Maduro, Petro, Uribe u Ortega para uno o dos períodos, sino hasta siempre.
Congótica 3. No se trataría de educar para pensar; sólo para caer arrodillados ante cada mesías, ante cada “Gran Hermano”
Congótica 4. Los constructores del abismo autoritario, disfrazados de demócratas nos venden como paraíso las que algunos vemos como hondas oscuridades. (¡Y muchos votan por ellas!)
Congótica 5. Como lo avizoró Platón hace 2500 años, apenas saliendo de la caverna bárbara estaríamos regresando al abismo autoritario por incapaces de apreciar las intensas luces democráticas.
Congótica 6. Muchos han comprado el cielo por ser más barato (…) y cómodo (…). Pues bien: ¡allí lo tenéis! ¡Era el mismísimo infierno!
Congótica 7. Muchos han comprado un abismo lleno de sangre y hambre porque “era el cielo”. Pues bien ¡Allí lo tenéis! ¡Desde hace mucho se llama Disneylandia!
Bernardo Congote
Bernardo Congote estudia política y economía. Es miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina) (www.federalismoylibertad.org), Investigador Junior (Minciencias), Subdirector del Grupo Servipúblicos (Colciencias B), Profesor universitario y autor del libro La Iglesia agazapada en la violencia política (www.amazon.com).